DE PRIMERA MANO

De Primera Mano

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

Jueves 19 de Septiembre del 2013

 

Clave: Que la policía haga cumplir la ley

 

TAL PARECE que estamos en la época de los “parteaguas”. Es decir, hay acontecimientos tales que establecen un antes y un después de las cosas.

Hablando de gobierno, este que encabeza Guillermo Padrés Elías, constantemente está señalando en sus discursos que “nunca como ahora” o bien, “históricamente, no hay precedente alguno…”

Esa cultura se vive en el Congreso del Estado. A instancias de la diputada albiazul Perla Zuzuki Aguilar, fue aprobado un nuevo reglamento de tránsito municipal en Hermosillo que reduce drásticamente el contenido de alcohol permitido en la sangre de una persona que conduce un automóvil.

Lo permitido era .80 y por la voluntad de nuestros legisladores locales, aquel conductor que supere el .40 de alcohol en su sangre se convertirá en un sujeto punible y por lo tanto, remitido a los separos para ser puesto a disposición de un agente del ministerio público y éste a su vez le aplicará una multa superior a los seis mil pesos o podría inclusive, consignarlo a un juez. Esta última situación dependerá del grado de embriaguez del individuo detenido.

Hay una realidad indubitable. Aquel conductor que se pone frente al volante, alcoholizado, trae en realidad un arma en sus manos contra cualquiera que se le atraviese en el camino.

El valor que están tutelando los diputados con esta reforma al Reglamento de Tránsito Municipal, es el valor de la vida misma.

Y es que los accidentes fatales tienen como causa el consumo excesivo de alcohol en un gran porcentaje de ellos.

Hasta ahí, completamente de acuerdo. Es más, creo que los publicistas, los creadores, los imaginadores, los creativos, sobre todo los que aman a nuestra ciudad capital de Sonora, tienen ante ellos la espléndida oportunidad de generar un ambiente que establezca un “parteaguas”, compartiendo una campaña de posicionamiento a tal disposición.

Imagínense. Simple y llanamente, a partir de este año 2013, se acabó en forma tajante la práctica constante de conducir un automóvil con alcohol en la sangre. Y cualquier cantidad de alcohol.

Podría establecerse alguna campaña con una frase, digamos: “Si te quieres a ti mismo y a la familia que te espera, que maneje quien no bebió”. Y tantas frases más que ayudarían a conmover al más frío, al más soberbio, al más rebelde.

Bien por los diputados locales. Sin embargo, creo que hace falta un candado.

Todos coinciden en que para que haya corrupción, participan siempre dos partes.

Sólo piensen por un momento, el por qué cambiamos de actitud y buscamos el cumplimiento de la ley, cuando cruzamos la frontera rumbo a los Estados Unidos. Ah, “es que allá sí se cumple la ley”, decimos.

Bueno, en Sonora, en Hermosillo, también los legisladores debieran preocuparse porque se cumpla la ley por el servidor público obligado a ello y si éste participa en un acto de corrupción, imponer una sanción mucho mayor que la del ciudadano, que podría incluir el cese fulminante y hasta el arresto.

Existe en el Derecho un Principio General de Legalidad, de donde se desprende que el ciudadano puede hacer todo aquello que la ley no le prohíba. En cambio, el servidor público debe hacer sólo aquello que expresamente la ley le indique que haga. Si el policía, por ejemplo, hace algo que la ley no le ordene que haya, está cometiendo un delito.

Me nació escribir lo anterior, porque en el pasado reciente se han aprobado disposiciones para los conductores, como el ajustarse el cinturón de seguridad o evitar el uso del teléfono celular al conducir.

Sin embargo, esos reglamentos sólo operan en contra de los ciudadanos, porque los servidores públicos son los primeros en violar esas leyes.

Les faltó entonces a Perla Zuzuki Aguilar y demás diputados locales, “cerrar la pinza” legislando para que los sujetos obligados como servidores públicos a cumplir la ley y no provocar o caer en actos de corrupción, cumplan o bien, sea sujetos también a sanciones ante una denuncia ciudadana, a la que por cierto también los señores diputados debieran darle más peso y por lo tanto, más respeto y más credibilidad.

 

POR CIERTO, un reconocimiento a las autoridades estatales y municipales que de manera coordinada con las dependencias y en abierta comunicación con la población, han operado en la últimas horas muy bien en previsión a la presencia del huracán “Manuel” en Sonora… Si se da esta coordinación entre los gobiernos y Juan Pueblo, ante la fuerza de la naturaleza, los resultados serán menos dañinos que en una situación de desorden y desconfianza…

 

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Twitter: @rquirrin

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