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De Primera Mano | Doctoras y doctores “no quieren ir a sitios alejados…”

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

SE HA DEMOSTRADO que la inseguridad es un sentimiento que no sólo te invade, sino que inhibe tu actividad.

Un padre de familia difícilmente aceptará en estos momentos, viajar con la familia a la sierra de Sonora y menos de noche.

Hay registro de familias que, por la enorme inseguridad, han abandonado ciudades como Obregón y Caborca, buscando otro lugar en donde vivir con más paz y tranquilidad.

Desde hace varios años y por testimonios de agresiones a doctoras y doctores en pueblitos alejados de los grandes centros urbanos del Estado, las nuevas generaciones de estudiantes avanzados de la carrera de Medicina se resisten a llevar a cabo su servicio social, en esos lugares.

La bien ganada fama de grupos delincuenciales, exigiendo a los jóvenes doctores, atender a sus heridos, bajo amenazas, detiene a cualquiera.

Durante la pasada campaña por la gubernatura, el entonces candidato de MORENA, Alfonso Durazo, tocó ese tema sensible y de solicitar arrojo de los estudiantes, pasó a la necesidad de protegerles en esas zonas inseguras.

Ayer por la mañana, el Presidente López Obrador, al justificar su decisión de importar médicos cubanos, dijo que nuestros médicos se niegan a trabajar en los sitios más apartados.

“Esos lugares serán atendidos por los médicos cubanos”, precisó.

En realidad, el escenario de inseguridad en todo lo largo y ancho del país, le es útil al Presidente en estos momentos para justificar su apoyo a la dictadura de Raúl Castro y su empleado, Miguel Díaz Cannel, en Cuba.

No sólo la inseguridad. A los médicos especialistas mexicanos les ofrecen sueldos de entre los 20 y los 24 mil pesos mensuales, en tanto, con nuestros impuestos, López Obrador pagará a la dictadura cubana 140 mil pesos mensuales por cada uno de los 500 doctores importados.

Evidentemente, hay un desdén para nuestros jóvenes profesionales de la medicina y una razón ideológica para apoyar las dictaduras.

Por eso, AMLO ha enviado dinero a El Salvador, a Honduras, so pretexto de impulsar los programas de “Sembrando Vida” y así “evitar la migración hacia el norte”, pero en Cuba, al negarse Castro a admitir el programa mexicano, se inventó esta importación de médicos para apoyar al gobierno comunista, con recursos económicos.

 

HABRÁ qué reconocer que apenas hace bien el titular de la Secretaría de Educación y Cultura del Gobierno de Sonora, Aarón Grageda Bustamante, al solicitar al Comité Estatal de Salud una reunión urgente para establecer medidas que permitan prevenir en nuestras niñas y niños en edad escolar, esa rara enfermedad que se ha dado en llamar “Hepatitis Infantil Aguda”, sobre todo porque ya está en México, concretamente en Nuevo León y con casos bajo sospecha en Durango… Ojalá y la sensibilidad siga presente en algunos funcionarios de Salud y no nos salgan con la penosa idea de que “no hay por qué preocuparse”… El lavado de manos, el uso del gel antibacterial y el uso del “cubrebocas”, deberán continuar dentro de esta política.

 

POR ESO también hizo muy bien la rectora de la Universidad de Sonora, Rita Plancarte, en establecer el uso del “cubrebocas” para todos aquellos estudiantes que regresarán en unos cuantos días a clases presenciales en la máxima casa de estudios… La verdad, es una pena que la autoridad responsable, la Secretaría de Salud, esté tan alejada de la sociedad, tratando de subestimar una “nueva normalidad” a la que todos estaríamos obligados, ya que desea se convierta en una “normalidad” similar a la que vivíamos antes de llegar el Coronavirus a México… En fin.