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De Primera Mano | El caso Trump y sus “golpes de Estado”, lección para AMLO

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

NADIE puede negar que en los últimos 30 años, hasta 2018, México había tenido avances sustanciales en búsqueda de una mayor democracia, menos tiranía priísta y un mayor equilibrio de poderes a efecto de eliminar el supremo poder del Presidente de la República.

Así, la autonomía del Banco de México, la creación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y lograr la ciudadanización del Instituto Federal Electoral (antecedente del actual INE), abrieron la brecha para la generación de más organismos autónomos, como el INEGI, el Instituto Nacional de Acceso a la Información (garante de la transparencia y rendición de cuentas por parte de los servidores públicos), la Comisión Reguladora de Energía, la Comisión Nacional de Evaluación y algunos más.

Todas esas reformas se hicieron pensando, no en el fortalecimiento del partido en el poder o del gobernante en turno, sino en el fortalecimiento del Estado Mexicano. Es decir, que la supremacía radicara en el Estado y no en el gobierno en turno.

De esa manera, se alcanzó el propósito de disminuir el poder presidencial. Este último no sólo estaba acotado por la pluralidad partidista en el Congreso dela Unión, sino que el Estado contaba con las instituciones necesarias para, ante cualquier conflicto de amenaza por socavar las libertades alcanzadas por Juan Pueblo en 200 años de lucha, no sucumbieran ante el capricho de un tirano o de un partido hegemónico, como lo fue el PRI durante 71 años.

Pues todo ello, nuestro actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, lo ha destruido, en gran parte, en tan sólo dos años y casi 45 días de mandato.

Bajo el pretexto de luchar contra la corrupción y poner en práctica su proyecto denominado “la cuatroté”, AMLO ha utilizado su fuerza imperial en el Congreso de la Unión para eliminar instituciones que fortalecían al Estado Mexicano y alcanzar un propósito a la vista de todos: Concentrar el máximo poder en su persona.

-Pero, en estos dos años, ¿en verdad ya no hay corrupción en el gobierno federal como constantemente lo reitera el Presidente?

Desde luego que la hay. El 80 por ciento de la obra pública está fuera de las licitaciones. Se han adjudicado de manera directa, convirtiéndose en una fuente recurrente del tráfico de influencias y, por lo tanto, de la corrupción.

La familia del Presidente goza de privilegios extraordinarios. Su hermano Pío López Obrador no sólo fue evidenciado públicamente recibiendo dinero en Chiapas, sino que apenas en el arranque de esta semana, la SEDATU asignó 103 millones de pesos para remodelar el estadio de béisbol del equipo fundado y representado por Pío, los “Guacamayas de Palenque”, también en Chiapas.

A la prima del Presidente, Felipa Obrador, le tuvieron qué cancelar contratos millonarios otorgados por PEMEX, luego de ser exhibida como traficante de influencias.

¿Y qué decir de algunos integrantes del gabinete?

La secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, recibió “obsequios” de inmuebles de gobiernos de la ciudad de México; el hijo de Manuel Bartlett fue beneficiado con contratos de adquisiciones de ventiladores mecánicos a precios elevados; Jesús Ramírez, el vocero presidencial y Alejandro Esquer, el secretario particular de AMLO, ligados a empresas fantasma desde la campaña presidencial del 2018, al igual que Zoé Robledo, titular del IMSS.

Y sólo son unos botones de muestra. López Obrador, con el pretexto de combatir la corrupción, le está cortando las piernas al cuerpo y después quiere obsequiarle las muletas, para que pueda caminar.

Por ello, insiste no sólo en la desaparición de los fideicomisos para apropiarse de la enorme bolsa de recursos que se manejaban en esos organismos y utilizarlos para mantener a su clientelismo electoral, sino que no quitará el dedo del renglón hasta tratar de controlar al Banco de México y eliminar su autonomía; controlar al INEGI para de esa manera imponer “sus otros datos”; controlar al INE y dominar así el panorama electoral, anteponiendo su proyecto político por encima de las leyes; establecer el paraíso de la opacidad desapareciendo el Instituto Nacional de Acceso a la Información y, finalmente, dominar el espacio radioeléctrico en el país, desprendiendo de las concesiones de radio y televisión a todos sus adversarios, o simplemente, a quienes no piensen como él. Esto último lo alcanzará desapareciendo el Instituto Federal de Telecomunicaciones.

Si López Obrador logra sus objetivos, se dará una regresión histórica en el país. Habrán desaparecido los organismos que garantizan la Democracia en México, así como el equilibrio de poderes, esencial para evitar la tiranía.

Una tiranía que había impuesto el PRI, hasta antes de las reformas al Estado Mexicano.

La lección de Estados Unidos, para AMLO

El Presidente de México está consciente de que su amigo y “clon” en populismo e intolerancia, Donald Trump, no pudo lograr su objetivo de permanecer en la Casa Blanca, porque las recias instituciones que conforman la Unión Americana, lo impidieron.

El Presidente de los Estados Unidos perdió la reelección ante el demócrata Joe Biden, porque su discurso de odio, de dividir a la Nación, fue rechazado por la mayoría.

Y no sólo eso. En la lucha por perpetuarse en el poder, sus intentos de “golpes de Estado”, se toparon como las fuertes instituciones como la autonomía de los gobernadores, el Colegio Electoral, la Corte Suprema y, finalmente, el Congreso norteamericano.

Los representantes de cada uno de esas instituciones, simple y sencillamente tomaron la decisión de anteponer el interés de los Estados Unidos y respetar la Constitución, por encima de los propósitos absurdos de un perdedor electoral.

El mundo vio cómo el vicepresidente Mike Pence, no apoyó la petición de Trump de rechazar el resultado electoral. El líder del Senado, un republicano –O´Connel-, se lanzó en contra de la acción violenta en el Capitolio, alentada por el Presidente.

Las escenas vistas por todo el mundo contra la fortaleza de la democracia estadounidense, recibieron una condena casi unánime de los mandatarios de muchas naciones, con excepción del Presidente de México, quien siempre abrazó a su amigo gringo, al decir a los mexicanos que no opinaría, pero sí se atrevió a criticar a quienes censuraron a Trump en las redes sociales más importantes.

López Obrador ha puesto sus barbas a remojar en México. Sabe perfectamente que si no logra controlar a los organismos autónomos y desaparecer otros, ante un rechazo popular, será muy difícil perpetuarse en el poder.

Por lo pronto avanza y nada ni nadie lo detiene. Ni la evidente corrupción de su familia y gabinete, ni el fracaso en el manejo de la pandemia, ni el colapso en la economía abandonando a su suerte a los micro, pequeños y medianos empresarios; ni los nulos resultados en seguridad pública; ni la crisis de medicamentos en Salud, ni el “cochinero” al interior de su partido, MORENA.

Nada lo detendrá, excepto la voluntad en las urnas en los próximos comicios. Si Juan Pueblo le quita la mayoría dominante en la Cámara de los Diputados, podría revertirse la locura socialista “de huarache”, en el México de nuestros días.

… Y la escuela de AMLO, la vive Durazo en Sonora

HA SORPRENDIDO a propios y extraños las declaraciones sobre varios temas que ha expuesto públicamente en su adelantada “campaña” el virtual candidato de MORENA a la gubernatura de Sonora, Alfonso Durazo Montaño… Fue a Caborca, uno de los municipios más violentos, y se atrevió a decir que llegando a Palacio de Gobierno en septiembre venidero, se encargará “personalmente” de reimponer la paz y la tranquilidad en la entidad, ya que “no dejará en otras manos dicha responsabilidad”… Le llovió durísimo en redes sociales, porque si no ayudó a resolver la creciente violencia en el país y en su propia tierra siendo titular de seguridad en el gabinete federal, está difícil creerle que de un día para otro solucionará el problema… Antes había dicho que “no se puede andar por la vida recogiendo el cascajo”, en relación a la posibilidad de sumar panistas a su causa y, en los hechos, anda “como recogedor” admitiendo a todo aquel que sale huyendo de su partido… Y finalmente, se enredó con una medida cautelar que le impuso el Instituto Nacional Electoral por llevar a cabo actos adelantados de campaña, en evidentes hechos que hemos comentado aquí, en “Primera Plana”… Se reiteró por el árbitro electoral el criterio establecido en la Ley de que una “precampaña” sólo es para aquellos aspirantes que, en un proceso interno de sus partidos, buscan promoverse para alcanzar su propósito… En el caso de Alfonso, él fue impuesto por MORENA desde el centro, no tiene contrincantes que le peleen la candidatura y, aún así, exhibe a la sociedad sus promocionales incluyendo plan de gobierno… Cual debe, arremetió contra la autoridad electoral, alegando (al igual que los argumentos que esgrime AMLO) que se está “atentando contra su libertad de expresión”…Y como suele suceder, el problema aquí no está en la ignorancia de Alfonso de las leyes electorales o en su advertida intención de violentarlas, sino en que habrá sonorenses que no sólo le crean, sino que confíen en él… También, Durazo manifestó su rechazo a la “todo tipo de confrontación”… Ojalá y así sea y con ello muestre un cambio de actitud, porque llegó al estado “con la espada desenvainada”… Quizá también le haga falta conocer un poco más del avance político-cultural de los sonorenses, quienes han madurado lo suficiente en los últimos años como para no dejarse engañar.

La esperanza ya está en Sonora

EL ROSTRO pesimista y deprimido de los sonorenses cambió un poco de manera positiva, al saberse que arribaron las primeras dosis de las vacunas contra el COVID-19… Y no pasaron muchas horas para aplicarse, como es sabido, en primerísimo lugar, al personal de 24 hospitales que ha estado en el primer frente de batalla, en contacto con enfermos de Coronavirus… Y continuarán llegando más dosis… Sin embargo, la semana anterior lo anotamos y hoy deseamos insistir en la necesidad de preocuparnos por colaborar en que la autoridad local concrete sus contactos con los distintos laboratorios que están produciendo las vacunas para todo el mundo y buscar adquirirlas, a la par del gobierno federal… Es que no puede desdeñarse la lentitud con la que el gobierno mexicano ha arrancado esta vacunación en el país… Sí, llegarán cada vez más dosis, pero el plan de concentrar la operatividad de esta vacunación por parte del Presidente, burocratizará su eficiencia y su eficacia… Habrá qué apostarle también a los gobiernos estatales y a la iniciativa privada… Sí, habrá qué enfrentarse al gobierno federal y su afán de ser el único que vacune, pero no podemos quedarnos con los brazos cruzados esperando que en la segunda mitad del año y hasta el 2022, se pueda alcanzar una vacuna para el 75 por ciento de los sonorenses, cuando menos.

¿Aspirantes? A segundo plano

LO PRIMORDIAL, asimismo, en materia informativa, ha sido la Salud y las locuras del Presidente López Obrador y su equipo… Luego entonces, hablar de nombres de aspirantes a las distintas candidaturas a las presidencias municipales, diputados federales y locales, ha pasado a un segundo plano… Sólo se sabe que las y los legisladores de MORENA, así como algunas alcaldesas y alcaldes buscarán reelegirse, echando por la borda aquello de “los cargos no nos interesan” y en los demás partidos, los “arreglos” en cuanto a los nombres están surgiendo de acuerdos surgidos entre los “mandamases” de las alianzas conformadas… Obvio señalar que ni siquiera las firmas importantes en el PRI o el PAN, podrán imponer a sus preferidos y le fallarán a muchos que les habían prometido figurar en la papeleta electoral en este 2021… Ya habrá tiempo de abordar casos concretos… Por lo pronto, Hermosillo sigue siendo “La Joya de la Corona” y a los nombres para enfrentar a Célida López Cárdenas están sobre la mesa: Antonio Astiazarán, Norberto Barraza, David Figueroa y Ernesto de Lucas.