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De Primera Mano | Enderezar “chuecos”, es torcer la Ley

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

DESDE luego que jamás se estaría en contra de beneficiar a quien menos tiene. Miles de mexicanos han visto en la adquisición de un auto “chocolate”, la solución a muchos de sus problemas.

Pero de origen, es una ilegalidad que el mismo gobierno federal ha solapado desde hace muchos años.

El Presidente López Obrador, al tratar este tema, podría haber presentado una diferencia con el “pasado neoliberal” que tanto odia, pero no fue así, cuando presume que “las cosas ya no son como antes”.

En realidad, al firmar el decreto que regulariza carros “chuecos”, lo que hizo fue institucionalizar la impunidad.

La Ley fue “pateada” hacia una esquina y se hizo prevalecer el sentido “recaudador” del régimen, porque con el dinero que se reúna “se van a tapar baches” en las grandes ciudades.

Esta ilegalidad alentada por el propio gobierno (con todos los riesgos que implica al importar “chatarras”, crear un vehículo para cometer delitos, fomentar la corrupción de servidores públicos y, para muchos, golpear a la iniciativa privada) nos recuerda las invasiones de terrenos urbanos, cuyos propietarios se ven obligados a vender al mismo gobierno para que éste los titule a solicitantes de solares.

Así, los “autos chocolates” no cruzaron la frontera de Estados Unidos hacia México, volando. Funcionarios públicos permitieron su ingreso a través de “generosas aportaciones”, a la vez que organizaciones civiles se organizaron para llevar a cabo un registro” y que la ilegalidad se fomentara de manera importante.

¿Qué ya nada es como antes, asegura el Presidente?

Desde luego que nada es como antes.

Es muy probable que los tiempos que vivimos sean peores.

Con ello se genera un problema de tipo “social y legal” que el gobierno se reserva para el tiempo más conveniente de sacarle más dinero a quien menos tiene y, a la vez, pedir los aplausos del respetable por el “favor” que les está haciendo.

¿Qué en lo sucesivo las cosas van a ser distintas al pasado?

¿Cuánto tiempo le da usted para que (después de la regularización recién anunciada), circulen en nuestras ciudades, de nuevo, cientos y cientos de “autos chocolate”?

LEÍ el pasado fin de semana que se integraron comisiones para la elaboración del Plan Estatal de Desarrollo en Sonora, documento históricamente trascendente en que se debe establecer el plan estratégico sexenal, del Gobierno del Estado en turno… Leí también que se habían invitado no sólo a funcionarios públicos, sino también a académicos y representantes de la sociedad civil… Una pregunta, ¿Por qué no se integró a algún periodista?… No sería la primera vez que participaría una voz crítica que otorgaría un mayor espíritu democrático a la presentación de dicho Plan… Incluso, ayudaría a disminuir la cultura de la opacidad en el quehacer público… En fin.

NO ES LA primera vez que un gobierno estatal entrante utiliza la tijera para recortar a todo aquel servidor público que a pesar de su enorme experiencia y sin formar parte de un alto nivel, viene de un “pasado ominoso” que el presente no quisiera tener… Pero la historia que se dio con gobernadores como Eduardo Bours y Guillermo Padrés, también se repite hoy con Alfonso Durazo: Se están cometiendo muchas injusticias… Hay quienes merecen indemnización y se la están negando… Hay personas con ciertas enfermedades o mujeres embarazadas y para decirles adiós no está importando tal condición… Y la improvisación en la función pública, comienza a establecerse… Cuidado… Las malas historias se repiten y con peores resultados… Por cierto, Bours dio marcha atrás a la tijera cuando se enteró de las injusticias cometidas.

DICE MARÍA Dolores del Río, la flamante secretaria de seguridad pública del gobierno estatal, que dentro de un año y 3 meses (es decir, enero del 2023) se podrán ver resultados del combate a la inseguridad en Sonora… Lo más lamentable es que en el mensaje de los funcionarios públicos sólo se incluya una cadena de buenos deseos, en vez de que, con sus acciones, envíen mensajes contundentes de que en verdad, el combate a la inseguridad va en serio con la llegada de la nueva administración estatal… Con esta declaración, “seguramente” la delincuencia en Cajeme, Guaymas, Empalme, Caborca y Magdalena, va a padecer insomnio.