De Primera Mano | Lozoya: Los privilegios de la impunidad

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín
A ESTAS alturas no cabe la menor de las dudas del acuerdo establecido “en lo oscurito” a través del cual, Emilio Lozoya Austin elaboró una denuncia en la que señaló a los enemigos del Presidente López Obrador de corruptos y, de esa manera, facilitara la apertura de carpetas de investigación por parte de la Fiscalía General de la República y tratar de consumar una venganza añorada por años por el principal promotor de la “cuarta transformación”.
La idea fue del padre del exdirector de PEMEX, Emilio Lozoya Thalmman, quien se la planteó a su gran amigo, Marcelo Ebrard, a quien convenció de planteársela a AMLO. Se consideraría la posibilidad de que Lozoya hijo fuese un “testigo protegido” gracias al “criterio de oportunidad” para ser un aliado del régimen, sin pisar la cárcel.
El Presidente consideró que la idea era muy buena y la compró. Al hacerlo, fijó el precedente más importante de la impunidad durante su gobierno. Lozoya Austin confesó haber recibido sobornos de “Odebrecht”, la petrolera brasileña. Es decir, es un delincuente confeso.
La denuncia contra los enemigos de López Obrador (entre quienes se cuentan, por supuesto, los expresidentes Carlos Salinas, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto) ha sido utilizada sólo como propaganda mediática. Los deseos del Presidente de verlos en una plaza pública “azotados” por el respetable, se ha frustrado, tanto como el fracaso obtenido en la consulta pública para enjuiciarlos.
En “contrario sensu”, Rosario Robles Berlanga cumplió dos años en la cárcel por delitos que no merecen pena privativa de su libertad y la persecución contra Ricardo Anaya, el excandidato presidencial panista, ha merecido la recopilación documental en más de 50 cajas con papeles acusatorios por señalamientos que difícilmente serán probados.
Asimismo, la familia del Presidente es intocable. Pío López Obrador, exhibido al recibir dinero no reportado al INE para apoyar la campaña presidencial de AMLO, libra una batalla en organismos electorales. Lo mismo ocurre con otro hermano y su prima Felipa.
Lozoya Austin fue “cazado” por la cámara del teléfono de la periodista Lourdes Mendoza, disfrutando de una cena con sus amigos en un restaurante de lujo en la ciudad de México.
-¿Pero cómo?, ¿Qué no está arraigado en su domicilio?
Las preguntas curiosas de todos.
Y la respuesta lógica:
-¡Pues claro que no!
El pacto de impunidad para ayudarle en sus deseos de venganza al Presidente, le permiten esa cena y muchas más.
Son los privilegios de la impunidad.
SERÍA UNA verdadera sorpresa si las y los legisladores del PRI votaran en contra de la llamada “contrarreforma energética” promovida por el Presidente de la República, buscando con ello más control personal y ganar una batalla más en contra de la iniciativa privada en este país… Las presiones en contra del presidente del comité ejecutivo nacional de ese partido, Alejandro “Alito” Moreno, se han venido como avalancha imparable… La crítica a favor de propinarle una estrepitosa derrota al Presidente está muy cargada de razón… Porque se sabe que “Alito” y otras poderosas figuras del PRI, podrían aprovechar el escenario para blindar su seguridad personal ante la carga de corruptelas sobre sus espaldas, pero el voto de las y los diputados priístas, en este caso, son mucho más trascendentes por las consecuencias que se darán en la vida de todos los mexicanos… Votar a favor de la iniciativa presidencial sería abrazar el control total del gobierno por encima de muchas libertades consagradas en el capítulo de las garantías individuales que podemos ver en nuestra Carta Magna… Es apoyar la destrucción de la empresa privada y facilitar los propósitos de la “cuatroté” para empobrecer más al pueblo de México, para que dependa su existencia de las dádivas de AMLO… Rechazar la iniciativa presidencial, sería decirle a López Obrador, al pueblo de México y a todo el mundo, que los mexicanos no estamos dispuestos a perder nuestras libertades y que nuestra Nación no es Cuba ni Venezuela, porque en nuestro suelo existe en verdad, una férrea oposición a la instalación de una dictadura.