De Primera Mano | Un lamento por la educación en Sonora

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín
SIEMPRE debemos reconocer los esfuerzos de los gobernantes en turno para ampliar el paquete de beneficios a las maestras y maestros del Estado.
Después de la estrepitosa caída en sus salarios y prestaciones, a partir de la llegada de Elba Esther Gordillo al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, así como la acción destructora de la “Coordinadora”, lo que se haga en favor de las y los mentores, es motivo de fiesta.
Ayer, Día del Maestro, correspondió al Gobernador Alfonso Durazo Montaño, en Sonora:
Becas para los hijos de las y los profesores, créditos blandos para que construyan su casa propia, propósito de alcanzar que el magisterio aspire y alcance un grado de maestría y doctorado de manera gratuita, entre otras cosas.
No faltó la mención sobre la herencia del sexenio anterior: “con muchas limitaciones en inversión educativa, aulas en abandono” y la reiterada promesa de invertir lo que haya qué invertir, para recuperar el escenario ideal que permita recibir a las niñas y niños en clases presenciales.
La pandemia no fue tema, a pesar de que no se ha ido del todo el cochino virus.
No faltó el reconocimiento a quienes han entregado más de 60 años de su vida a la docencia y el mensaje del titular de la Secretaría de Educación y Cultura, Aarón Grageda, cargado de bondad y generosidad, en una alocución a la filosofía práctica.
Se habló de hacer todos los esfuerzos posibles para que, “quizá, algún día –señaló el Gobernador- esta obra pudiera verse en los libros de texto”.
Sobre lo anterior la visión resulta confusa. Si bien es cierto la atención a las condiciones laborales del magisterio y el ofrecimiento de escuelas completas, con todos los servicios, es parte de la responsabilidad del Gobierno del Estado, la parte “sensible”, no de la forma, sino del “fondo de la educación”, esa que hace posible trascender en la historia, estuvo ausente.
Sonora cuenta con una Ley de Educación local, sujeta al escrutinio e innovación del Congreso del Estado.
¿Dónde está la iniciativa para revolucionar y mejorar la currícula escolar?
¿Dónde está la iniciativa para incluir materias referentes a la educación cívica, ética, salud y cultura del arte, en las escuelas oficiales del Estado?
¿Qué alguien no tiene la suficiente visión como para proponer la formación humanista de nuestras niñas y niños?
¿Por qué no recuperar la formación en base a valores que se han perdido en los años recientes?
¿Alguien podría proponer que se enseñe la práctica de un instrumento musical, ya que este logro es una garantía futurista de evitar una generación con mayor número de delincuentes?
¿Alguien pudiera sugerir que los alumnos de sexto grado, pasen a su educación secundaria con el conocimiento básico en Salud, enterados de los alimentos sanos y perjudiciales en nuestra dieta diaria?
Repito, los anuncios y deseos porque el magisterio se supere, son muy positivos, pero lo que permitirá que se trascienda en la historia no es la visión sólo administrativa y gerencial de la estructura escolar, material y humana, sino el mejoramiento en la esencia de la enseñanza, esa que se encuentra en el contenido de las materias.
Eso sí trasciende.
POR CIERTO, echando un vistazo a la labor de las y los diputados de MORENA en el Congreso del Estado, su mayoría aplastante sólo ha logrado el control de las cosas, no la transformación de las ideas… En otras palabras, tal parece que el fin del partido del Presidente de la República es controlar todo organismo público y ajustar un marco jurídico que le permita el dominio del escenario político… No se ha visto, ni a nivel federal ni local, una transformación que ayude a la construcción de un camino a un mejor futuro del país y su gente… Lo que sí se ha visto, es una transformación para que el Presidente y su partido ejerzan el control del dinero público y de los organismos autónomos que en su momento permitieron una real autonomía en el ejercicio del poder… Lo que sí se ha adelantado es un camino rumbo a la tiranía.