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Denuncian ‘huachicoleo’ al pasaje en Hermosillo

Calculan que la fuga de recursos ascendería a los 8 mdp mensuales

 

Por Antonio López Moreno

Para un usuario habitual del transporte público, resulta increíble presenciar cómo la mayoría de las unidades, tanto los operadores como los propios pasajeros, continúan realizando los pagos en efectivo. Esta práctica generalizada genera una sensación de caos, percibida como una situación que está fuera de control.

 

El chofer estira la mano y el usuario da

Pasajeros como Roberto Urrea, se dicen preocupados de cómo el dinero puede desaparecer sin rastro. Observan que los operadores suelen cobrar con la mano, una acción tan común que es señalada por las organizaciones de activistas como una evidente «fuga de recursos».

El usuario ha notado que, aunque los problemas persisten, las quejas han mermado. Esto se debe a la frustración acumulada, pues la gente ha dejado de quejarse porque, cuando presentan una queja sobre un cobro en efectivo, sienten que son en vano.

La aspiración es la modernización. Existe una necesidad urgente de crear mecanismos para lograr un cobro más eficiente, idealmente mediante tarjetas prepago y otros instrumentos que permitan evitar el uso del efectivo.

 

Hay quejas, pero no actúan

Alfonso López Villa, presidente de la Asociación Vigilantes del Transporte, ha señalado que el manejo del cobro en efectivo ha generado numerosos problemas. Según Villa, las quejas han disminuido, no porque el problema haya mejorado, sino porque la gente ya no las presenta, al percibir que cuando se quejan sobre el cobro en efectivo, “no hacen caso” a sus denuncias.

“Ya habido muchas y ahorita está sumamente fuera de control, ya no se están dando quejas simple y sencillamente porque la gente ve que no hacen caso, cuando hacen una queja de que alguien hace un cobro en efectivo”.

La problemática de esta fuga de dinero, de peso en peso, ha ido incrementando. Para el activista social, está claro cómo se da la situación en algunos casos de operadores.

De entrada estiman que hay cerca de 300 unidades circulando en las calles de la ciudad. Cada una de esta trabajan alrededor de 16 horas al día. Explica que según sus cálculos son entre 6 y 8 millones de pesos mensuales. Es decir, en un año podría superar los 70 mdp.

 

La tentación del uso de efectivo 

El efectivo en mano también representa un grave problema de transparencia y eficiencia. Ignacio Peinado Luna, presidente de la Unión de Usuarios de Sonora, ha observado que, en el día a día, se ve a operadores cobrando «con la mano». Esta práctica es señalada como una «fuga de recursos».

“Hemos venido planteando la necesidad urgente de crear mecanismos que permitan un cobro más eficiente a través de tarjetas prepago y otros instrumentos que hoy en día se puedan instrumentar para evitar el efectivo, un efectivo que en el día a día vemos a operadores cobrando con la mano y evidentemente eso es una fuga de recursos”.

De ahí, que ven importantes alertar a los usuarios para que no fomenten el cobro irregular.

“Es increíble que la mayoría de las unidades del transporte público, operadores y usuarios estén pagando en efectivo, el llamado sería a que el dinero no se lo den al operador, lo depositen en la caja”, comentó.

 

Transporte en medio del Desbalance Financiero

De acuerdo al informe ¿Cómo Vamos con el Transporte Público? Análisis de la sostenibilidad financiera del transporte público urbano de Hermosillo, el sistema opera bajo una estructura financiera que presenta un déficit persistente, donde los costos operativos superan consistentemente los ingresos totales.

Explican que el desbalance, documentado entre 2019 y 2024, ha generado una deuda acumulada de $181.53 millones de pesos (mdp). Y es que apuntan que el modelo actual se caracteriza por un crecimiento exponencial de los costos de operación, ingresos por tarifa insuficientes debido a una tarifa congelada desde 2017, y una dependencia cada vez mayor del subsidio otorgado por el Gobierno del Estado.

Al revisar el apartado de los ingresos por tarifa, se despende que las dos empresas responsables del transporte, Movilidad Integral de Hermosillo, S.A. de C.V. y Administración Corporativa de Hermosillo, S.A. de C.V., enfrentan lo que denominan como “desbalance financiero crónico”.

 

El ciudadano cada vez paga más  

Como se refirió, mientras los egresos del Fideicomiso han aumentado de manera ininterrumpida, pasando de $299.84 mdp en 2019 a $969.50 mdp en 2024. Este incremento se debe a dos factores principales ligados al modelo de pago por kilómetro:

Aumento de Kilómetros Facturados: Los kilómetros recorridos y facturados por las operadoras pasaron de 10.23 millones en 2019 a 28.16 millones en 2024.

Incremento del Costo por Kilómetro: El costo promedio por kilómetro facturado aumentó un 54.5% durante el periodo, pasando de $24.4 en 2019 a $37.7 en 2024.

Sumado a un factor medular: Los ingresos por el pago de pasajes han demostrado ser insuficientes para cubrir una porción significativa de los costos.

En este sentido, para compensar la brecha entre costos e ingresos por tarifa, el Gobierno del Estado ha incrementado masivamente el subsidio.

El monto del subsidio creció de $92.87 mdp en 2019 a $723.36 mdp en 2024, convirtiéndose en la principal fuente de financiamiento del sistema (77% de los ingresos en 2024).

Para ilustrarlo, por cada peso recaudado. En 2019, por cada $1.00 de tarifa, el gobierno aportaba 0.58. Para 2024, esta cifra se disparó a 3.31.

Es así que actualmente el gasto público para sostener el servicio, distribuido entre toda la población de Hermosillo (sean usuarios o no), aumentó de $99.54 por habitante en 2019 a $729.84 en 2024, un incremento del 633%.