Desaparecen a un sonorense al día

Un informe del Comité Ciudadano de Seguridad Pública establece que en los últimos seis años las denuncias ciudadanas por este delito han aumentado, mientras que las cifras oficiales indican una tendencia a la baja
Por Gerardo Moreno Valenzuela
Durante los últimos seis años se tiene que en promedio que ha desaparecido al menos una persona al día en Sonora, algo muy preocupante pero más porque la cantidad de denuncias han disminuido significativamente los últimos años y eso puede generar que el problema no sea atendido como se debe.
El Comité Ciudadano de Seguridad Pública, en su informe mensual dedicado a las personas desaparecidas, precisó que hay un grave problema que no se puede dimensionar, porque las denuncias disminuyen, mientras los reportes en páginas de colectivos de búsqueda aumentan.
Según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) de la Comisión Nacional de Búsqueda en Sonora hay un registro histórico de seis mil 654 carpetas de investigación por personas desaparecidas, desde que de marzo de 1964.
De las personas desaparecidas un total de cuatro mil 201 continúan sin ser encontradas, el 63.9%. De las que sí fueron localizadas, el 6.6% estaban sin vida, que son alrededor de 200 personas.
Hermosillo tiene el mayor registro de personas desaparecidas y no localizadas con un total de mil 612, el 24.5%; le sigue Cajeme con 933, el 12%; luego está Agua Prieta con 477, un 7.3%; y San Luis Río Colorado con 337, el 5.1%.
En los últimos siete años se concentran el 62% de las carpetas de investigación abiertas por personas desaparecidas y personas no localizadas, con un total de cuatro mil 58 registradas oficialmente. Sin embargo, lo preocupante es que las denuncias han bajado exponencialmente durante los últimos años.
La incidencia en los reportes se dio de la siguiente manera:
En el 2017 se abrieron mil 78 carpetas de investigación.
El 2016 bajó a mil 46
Para el 2019 cayó a la mitad con solo 593.
En 2020 subió ligeramente con 663 denuncias.
El 2021 fue el peor año con solo 126 reportes.
Y en lo va del 2022 van solo 59 carpetas de investigación (al cierre del nueve de julio).
Contrastan cifras con la realidad
De acuerdo a los análisis del Comité Ciudadano de Seguridad Pública, el problema es que sí hay casos de personas desaparecidas en Sonora, pero no terminan en denuncia ante las autoridades, para que estas a su vez abran una carpeta de investigación. Una muestra de ellos son los reportes diarios que se reciben en el número de emergencias 911, como a continuación se detalla.
Del primero de enero del 2016 al 13 de junio del 2022, se registraron 33 mil 29 llamadas para reportar a personas no localizadas, es decir 14 reportes diarios.
En 2017 hubo cinco mil 882 reportes al 911 de personas desaparecidas.
En 2018 cinco mil 49 llamadas.
En 2019 recibieron cuatro mil 764 reportes.
En 2020 cerró con cuatro mil 343.
El año pasado se registraron cuatro mil 902.
Y en lo que va de este año son dos mil 498.
En contra parte, las actividades de los colectivos de búsqueda han crecido exponencialmente los últimos dos años y han ganado el reconocimiento y admiración de la sociedad.
En estos momentos existen 14 colectivos de búsqueda oficialmente constituidos y que están operando: Madres Buscadoras de Sonora, Rastreadoras de Ciudad Obregón, Buscadoras por la Paz, Guerreras Buscadoras, Buscadoras de la Frontera, Alerta Amber Sonora Fe y Esperanza, Desaparecidos en Sonora.
También Buscadoras de Hermosillo por una esperanza, Desaparecidos en Puerto Peñasco, Desaparecidos en la frontera, Buscando en San Luis, Personas Desaparecidas en Caborca, desaparecidos de Agua Prieta y Desaparecidos en Guaymas.
En 2020, todas las cuentas en redes sociales de estos grupos tenían apenas 240 mil 401 seguidores y en 2020 ya cuentan con un millón 497 mil 383 seguidores, es decir, un crecimiento del 523% en tan sólo dos años. Y en todas ellas a diario se tiene entre uno y seis reportes de personas desaparecidas en Sonora.
La única acción rescatable
Los Comités Ciudadanos de Seguridad Publica reconocieron que el único programa que sí funciona es la creación de la aplicación “ID Sonora”, por parte de la Fiscalía General de Justicia del Estado.
Este proyecto se lanzó apenas en mayo de este 2022 y surgió luego de un acercamiento con los colectivos de búsqueda de la entidad, quienes mostraron su preocupación para acceder a las fichas de búsqueda disponibles.
En esta “App” para celulares tienen filtros para poder localizar mejor la información, ahí se puede ver el folio de registro, características generales y hasta fotografías de los hallazgos, que van desde prendas, relojes, cadenas, señas físicas o marcas particulares como tatuajes, cicatrices o algunos otros aspectos.
“Sin duda una buena práctica para colaborar en la búsqueda, localización e identificación de personas desaparecidas que concentra fichas de búsqueda a partir de hallazgos de la institución para ponerlas a disposición de los grupos colectivos que investigan por su propia cuenta la desaparición de sus familiares”.
Posicionamiento
Ante esta situación, los Comités Ciudadanos de Seguridad Pública de Sonora y Hermosillo aseguraron que tienen una sincera solidaridad para para todas las familias que viven con la angustia, el dolor y se ven afectadas por la desaparición o no localización de un ser querido. Pero en contra parte es necesario realizar un trabajo más intenso desde las autoridades para responder al nivel del problema.
Por esto, realizan cuatro recomendaciones para mejorar la situación en Sonora:
1.- Como ciudadanos debemos solicitar la búsqueda correspondiente ante el Ministerio Público; pues es la única herramienta para movilizar a las instituciones y que se inicie una investigación.
2.- Los mecanismos de búsqueda deben aplicarse conforme a las circunstancias propias de cada caso.
3.- Garantizar los derechos y la protección de las familias de las víctimas, así como su participación efectiva en la definición de los instrumentos de política pública para atender el problema.
4.- Se deben destinar recursos suficientes que respondan a la realidad, establecer mecanismos de coordinación entre instituciones y familiares de las víctimas.