
Ser fuerte, es tener el alma en las manos y el cielo en el corazón, ser fuerte es la lealtad al deber, el cual la impulsa a cumplir sus compromisos
Por Arminda Moreno Valenzuela
Es de gran admiración ver a las personas luchar por sus ideales, y lo es aún más cuando se trata de una dama, las mujeres con su gran capacidad de amar, saben dar lo mejor de sí para las causas sociales y estas causas no deberían perder rumbo.
Actuar valientemente, ser fuerte y valerosa, son aspiraciones de la mujer en la actualidad y sin lugar a dudas son los seres más fuertes de la humanidad, pues ¿qué es la fuerza? es el valor en las pruebas, la tranquilidad ante el peligro y también la paciencia en el dolor. Ser fuerte, es tener el alma en las manos y el cielo en el corazón, ser fuerte es la lealtad al deber, el cual la impulsa a cumplir sus compromisos.
Las mujeres son inmensamente fuertes en su espíritu, logran lo que se proponen y saben cumplir sus deberes con paciencia, alegría, amor y ternura.
Vemos que las mujeres participan en muchos roles, en muchas causas, y cuando una mujer se lo propone logra grandes metas en su actuar con sencillez, con generosidad, sin embargo, las mujeres también corren peligro en la adquisición de sus virtudes, y es la inclinación a algunos vicios que derrumban el buen actuar.
Son las principales formadoras de la sociedad, la esperanza del futuro, pues son ellas quienes imprimen el carácter en cada generación, por ello el cultivar valores las hace grande en el ejercicio de su liderazgo maternal y social, virtudes que les permite ser un verdadero ejemplo para la sociedad.
Es innegable que las mujeres no han tenido logros fáciles, y se han sometido a una lucha por la igualdad de oportunidades, por el reconocimiento de sus derechos, sin embargo, aún hay brechas que cerrar, y mucho por que luchar, pues los índices de violencia, hostigamiento y maltrato a las mujeres aún están en la orden del día.
Hoy por hoy se ha avanzado mucho en estas causas y esto no debe ser motivo para bajar la guardia, pero tampoco para cambiar el rumbo de la lucha, y reconocer que la sociedad necesita tanto de hombres como mujeres íntegras para lograr el bienestar y crecimiento social fundados en el bien común.
Reconocer que el equilibrio en una sociedad se da en la medida que las conductas sociales se ordenan al bien común, es decir mediante acciones eficaces que nos hacen vivir en armonía con el logro de la felicidad y en tanto impere el respeto y se reconozcan los valores y virtudes que tenemos todas y todos.
Admitir que es en la familia el principal núcleo para formar virtudes en las personas y que las Mujeres y los hombres juegan un papel muy importante, que las mujeres con su gran corazón, bondad y generosidad saben guiar y que en su naturaleza esta la cualidad de procrear.
El 8 de marzo es el día que nos recuerda lo importante que son las mujeres durante todos los momentos de nuestra vida y también es un día que vale la pena extender reconocimientos a todas aquellas grandes mujeres que con su perseverancia, constancia y sacrificios abrieron camino para que este día se reconozca lo grande e importante que son para el equilibrio social.
Nuestras felicitaciones y reconocimiento a todas ellas, las valientes y fuertes que han sabido encausar sus ideales en nobles causas sociales, a todas las que con su guía y buenos ejemplos no desisten de su principal razón de ser, a pesar de los distintos roles que juegan y uno de ellos el principal de ser buenas madres.
¡Gracias Mujeres y feliz día!
*Arminda Moreno, Lic. en Administración; Especialidad en áreas de ética y valores; presidenta de Capacité AC.