DE PRIMERA MANOPrincipales

¿El ocaso de El Imparcial?… Se antoja imposible.

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

 

LOS RUMORES comenzaron cuando se hizo trascender el cierre de uno de los periódicos del Grupo Healy en Baja California: Que hasta la rotativa de “La Crónica” se está desmantelando, se despidió al personal y todo se traslada a “Frontera”, su diario en Tijuana.

Inconcebible pensar que una de las empresas sonorenses más exitosas como es el diario de mayor circulación en Hermosillo por más de 70 años –El Imparcial– pudiera colapsar.

¿Será “grilla”? Lo real es que algo sucede al interior del periódico que maneja Juan Fernando Healy Loera como editor, descendiente de don José Alberto Healy Noriega, el verdadero creador de la grandeza del periódico de la calle Mina en la capital de Sonora y fallecido a finales del siglo XX.

A excepción de José Santiago –el hermano mayor quien hace poco más de 20 años se separó de su familia y del grupo para irse a radicar a San Diego, California– la sociedad la integra el resto de la familia donde la voz cantante es la de doña Silvia Loera viuda de Healy.

Una realidad es que la era digital ha pegado y muy duro a todos los periódicos no solo de Sonora y México, sino de todo el mundo y su supervivencia es gracias a que han tenido la capacidad de reinventarse, haciendo incluso a un lado la edición impresa, porque al final de cuentas el periodismo continúa ejerciéndose con las tecnologías de nuestro tiempo.

Lo que ahora circula en redes sociales es un artículo de José Delgado, quien sustenta sus datos en un medio llamado “Periodismo Negro” y entre otras cosas, dice:

“Las malas noticias para los empleados empezaron a correr desde el viernes pasado en El Imparcial, dejando en la calle al 30 por ciento de su personal. El martes fue en “Frontera”, en Tijuana, quitando hasta a los jefes, dejando a un editor, luego el miércoles con “La Crónica”. Y sigue:

“La Crónica pagó más caro el recorte de personal, corrieron al jefe de producción, circulación, se quedaron sin editores (corrieron al colega Carlos Lima, quien apenas le faltaban cuatro meses para jubilarse), la reportera Karla Baylón dejó la redacción en Mexicali, están desmontando la rotativa, ahora todo se traslada a Tijuana”.

Delgado ofrece varios datos: “En Baja California el encargado editorial será Juan Carlos Ortiz, dejan un reportero de deportes en Mexicali, tres para información general y como contacto a Saúl Martínez, centralizando las decisiones en Hermosillo bajo la dirección de Lourdes Lugo y Ricardo Salido, éste último encargado de ventas en Baja California”.

Aquí lo curioso sería que los directivos de El Imparcial no aclararan este tipo de versiones. Obligados están porque se deben a sus lectores y más allá de eso, a todo Sonora y los sonorenses, quienes han avanzado en gran parte gracias a la presencia de las páginas de El Imparcial, que por muchos años fue una tribuna crítica del régimen en turno.

Hay versiones y hay rumores. Que desde el sexenio del gobernador Guillermo Padrés se tomó la decisión de preferir el dinero y hacer a un lado al periodismo y eso permitió dejar de ser confiable.

También se ha dicho que las divisiones entre la familia han permitido la llegada de problemas económicos y todavía más, que invirtieron muchos millones de pesos en una caja de ahorro de uno de sus familiares políticos, al que no le fue muy bien y produjo un gran quebranto al patrimonio del Grupo Healy.

Que las cosas están tan mal, dicen los publicistas, que ya han transcurrido dos meses sin recibir sus sagradas comisiones, porque “apenas y alcanza para los gastos más elementales”.

Pero son solo versiones y rumores. Los Healy están obligados a ofrecer una explicación con la verdad por delante y lo más seguro es que encuentren un eco solidario en la gente.

Quizá y también deban regresar al periodismo crítico y de esa manera honrar el pensamiento de don José Alberto Healy, quien en una entrevista para PRIMERA PLANA me dijo que “El Imparcial caerá, como cae un imperio, el día que se olviden de sus lectores y antepongan otro tipo de intereses”.

 

SE HAN presentado cortes constantes de energía eléctrica en varios lugares de Hermosillo… No es ninguna novedad porque la Comisión Federal de Electricidad no cuenta con la suficiente capacidad en Sonora para soportar la extraordinaria demanda por las altas temperaturas… No es ningún invento… En años anteriores sus funcionarios lo han admitido… Y no deberá extrañar que ante la llegada de la lluvia y las rachas de viento, tan comunes en el verano hermosillense, los cortes de luz se propaguen en varios sectores de la capital sonorense… No hay nada nuevo… Todo sigue igual, aunque algo más caro.