El reto para Pedro González Avilés: Recuperar credibilidad en la CEDH

Pedro González Avilés fue electo de manera unánime como nuevo presidente de la CEDH; recibirá un organismo con imagen desgastada, poca efectividad, y con una estela de excesos
Por Gerardo Moreno
El nuevo presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos se enfrenta a una institución desgastada e inoperante, que durante los últimos ocho años recibió duras críticas y es vista como un órgano poco efectivo para los ciudadanos.
Entre la herencia que recibe el nuevo ombudsman Sonora está una administración llena de excesos, privilegios y una actuación gris de parte de su antecesor Raúl Ramírez Ramírez, quien entró en febrero del año 2000 y terminó sus dos periodos este dos de febrero del 2018.
Sueldazos, privilegios e incremento de nómina
El caso más emblemático fue el auto-aumento salarial de Ramírez Ramírez. Comenzó recibiendo un salario neto de alrededor de 60 mil pesos mensuales y terminó recibiendo más de 93 mil pesos durante todo el 2017 (del 2018 no está disponible), es decir un crecimiento del 40%, que incluso es superior al de la gobernadora que es de casi 79 mil pesos al mes.
Sin embargo, lo más escandaloso es que al Salario Neto se le suman bonos de riesgo laboral, estímulos, primas vacaciones, súper aguinaldos y otros apoyos especiales, que hacen que Raúl Ramírez reporte salarios superiores a los 100 mil pesos mensuales. Tan solo este 2017 recibió 155 mil pesos de aguinaldo según el portal de transparencia.
En esta misma situación se encuentran prácticamente todos los directivos, administrativos y coordinadores de áreas de la Comisión, quienes tiene salarios que rondan los 50 mil pesos mensuales, con sus respectivos bonos y estímulos especiales como apoyos para energía, para habitación, combustible y riesgo laboral.
Así las cosas, desde que entró Raúl Ramírez en febrero del 2010 se incrementó la nómina exponencialmente. Primero decidió despedir a alrededor de 40 trabajadores, bajo argumento de reducir gastos, sin embargo, recontrató a personal.
Ahora cuenta con una plantilla laboral de 102 empleados, en los cuales tan solo en nómina y prestaciones personales destina el 84% del presupuesto total de la Comisión.
Actuación gris
Por otro lado, cuándo hubo casos fuertes donde se requería intervención de la Comisión Estatal de Derechos Humanos fuera enérgica en su llamado a las autoridades y diera muestras que su verdadera intención era proteger a los ciudadanos, simplemente decidió no actuar o incluso servir a las autoridades en turno.
El caso más emblemático es el de Gisela Peraza Villa, la ex ama de llaves de Guillermo Padrés que fue acusada de robar en la Casa de Gobierno y que incluso fue torturada por oficiales estatales, donde la CEDH determinó que hubo tal caso y tuvo que ser la Comisión Nacional quien atendiera el caso.
Por esta situación el abogado de Gisela, Antonio Ortega, solicitó un juicio político en su contra, el cual nunca fue atendido en el Congreso del Estado e incluso tiene denuncias penales en su contra.
En ese mismo tenor, está el caso de María de Jesús Coronado Llamas, alias “La China”, quien falleció en su celda en Guaymas, y donde la CEDH aseguró que había sido suicidio, pero la CNDH dictaminó lo contrario y recomendó hacer una investigación más a fondo, evidenciando el pobre actuar de la institución local.
También estuvo el caso de trata de menores que se realizaba en la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia del DIF Estatal, durante la pasada administración. Donde se descubrió varios casos donde se dieron adopciones ilegales, a lo cual Raúl Ramírez Ramírez decidió guardar silencio y dejó, una vez más, que fuera la Comisión Nacional quien actuara.
En diciembre, la CNDH emitió una recomendación al Gobierno de Sonora sobre este caso ya que no son solo los 10 expedientes que se han confirmado por las autoridades, sino 22. Además que el Sistema Nacional de Seguridad Pública aseguró que hay alrededor de 408 víctimas de posible trata de menores en la entidad.
Nula efectividad
De la misma forma, hay cientos de denuncias y quejas presentadas por diferentes grupos sociales, asociaciones civiles y ciudadanos en lo personal, que nunca tuvieron un resultado favorable en la CEDH.
Actualmente la Comisión tiene las oficinas centrales de Hermosillo y otras 12 oficinas regionales. Donde, Según el último informe anual disponible, de febrero del 2015 a febrero del 2016 se presentaron en total mil 456 quejas, donde la principal autoridad demandada fue la Procuraduría General de Justicia del Estado (hoy Fiscalía) y las Policías municipales.
Sin embargo, según su información pública, ese año solo se emitieron 28 recomendaciones y 12 acuerdos, es decir, una efectividad de solo el 1.4%.
Durante toda la administración de Raúl Ramírez se emitieron 213 recomendaciones, un promedio de 26.6 por año, más seis recomendaciones generales y 43 acuerdos.
Por eso, la CEDH goza de una mala imagen generalizada por prácticamente toda la sociedad Sonorense. Y de ese tamaño es el reto del nuevo presidente que fue designado este jueves primero por el Congreso del Estado.
Será Pedro González nuevo titular de CEDH
El nuevo presidente de la CEDH tendrá al menos cuatro años para ver si podrá cumplir con el plan de trabajo y proyectos que presentó ante el Congreso y la sociedad, para recuperar el valor ciudadano de esta institución.

Pedro Gabriel González Avilés fue electo de manera unánime por los diputados de la LXI, luego de un proceso de selección donde la víspera, la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Poder Legislativo, había determinado un listado de seis candidatos que cumplían el perfil.
González Avilés, es licenciado en Derecho por la Universidad de Sonora, está registrado como abogado defensor de oficio desde 1975 y en 1976 fue oficial tutelar del Centro de Readaptación Social Hermosillo. Luego secretario de acuerdos y proyectista en Nogales y luego Juez itinerante en Navojoa y Caborca.
Para 1980 fue nombrado Procurador de la Defensa del Menor en el municipio de Nogales, ese mismo año brincó a director del Centro de Readaptación Social de Nogales y el siguiente año al de Hermosillo.
En 1982 fue Procurador de la Juventud de Sonora y al siguiente año director del Centro de Readaptación Social para Menores Infractores del Norte del estado, y también asesor del entonces gobernador del Estado para la implementación del Sistema Estatal de Prevención y Readaptación Social de Menores y en 1984 ocupó el cargo de director de dicho sistema. Y en el 85 fue presidente fundador del Consejo Tutelar de Menores (Cotume).
En el 87 brincó al terreno de justicia electoral, al ser nombrado Magistrado propietario del Tribunal de lo Contencioso Electoral. En 1993 fue nombrado magistrado del Tribunal Estatal Electoral (TEE) y fue su presidente en dos ocasiones (del 2000 al 2001 y del 2002 al 2003).
Luego del 2004 al 2015 fue director general de contraloría del Supremo Tribunal de Justicia. Tiempo que trató de ser presidente de la CEDH en 2010, Consejero Electoral en 2011 y 2014, donde también era asesor jurídico externo.
Y su último cargo fue como Coordinador del Sistema Estatal Penitenciario desde el 14 de septiembre del 2015, prácticamente desde que comenzó la actual administración.