En tres años Sonora se ha transformado

Los cambios en Sonora se ven reflejados claramente en las condiciones de las carreteras estatales, el rescate al sistema educativo y de salud, y el crecimiento económico.
Por: Feliciano J. Espriella
El próximo 13 de septiembre la gobernadora Claudia Pavlovich cumplirá tres años al frente de los destinos de Sonora, un estado que recibió en ruinas y a la fecha luce totalmente transformado.
Hace un par de semanas recorrí la carretera de Navojoa a Huatabampo la cual se encuentra en magníficas condiciones. Muy amplia en excelentes condiciones físicas y suficientes señalamientos, la verdad no tiene nada que pedirle a las carreteras que interconectan poblaciones pequeñas de Estados Unidos o Europa.
A fines del año pasado, visitamos San Pedro de la Cueva en dónde pasamos el Año Nuevo. La carretera también se encuentra en muy buenas condiciones en su totalidad. Recuerdo que en el último año de la administración padrecista también viajamos alguna vez a dicha población y la carretera de principio a fin se encontraba en estado más que deplorable. En algunos tramos los automovilistas preferían bajarse a la terracería que continuar por el sendero interminable de baches.
Me parece que la gran mayoría de las carreteras a cargo del Gobierno del Estado se encontraban casi hechas pedazos hace tres años. Hasta donde he sabido, hoy todas han sido remozadas, lo cual beneficia no sólo a la población rural sino a las economías regionales.
En cuanto a los temas más sensibles para la población, educación y salud, los avances están a la vista de todos. Una gran cantidad de las escuelas, clínicas y hospitales al iniciar su sexenio Claudia Pavlovich, se encontraban en condiciones deplorables, me parece que todo ha sido a la fecha superado. Y en cuanto a los servicios educativos y de salud, que habían caído a niveles de oprobio en el contexto nacional, han cambiado radicalmente en beneficio de los educandos y público en general.
Otro de los temas en los que tenemos que reconocerle a la actual administración estatal logros impresionantes, es el económico. En estos tres años de gobierno el crecimiento del Producto Interno Bruto Estatal (PIBE) ha sido superior al de la media nacional y la generación de nuevas fuentes de empleo ha sido simple y sencillamente histórica. En estos tres años se han creado más fuentes de trabajo que en los dos sexenios anteriores.
Lamentablemente hay un prietito en el arroz: la inseguridad pública. En este rubro, al igual que en prácticamente el resto del país, la inseguridad ha rebasado muy ampliamente la capacidad de respuesta de los encargados de controlarla.
Evidentemente a Adolfo García Morales le quedó muy grande el reto. A la fecha parece haberse envuelto en un círculo vicioso en el que mientras más intenta justificar su incompetencia ante la encomienda que se le confió, más se deteriora el tema de la inseguridad. La delincuencia en Sonora ya parece estar totalmente fuera de control.
¿Entonces qué pasó? Se baja el cero y no toca
En este escenario en el que los grandes logros alcanzados por la actual administración estatal saltan a la vista en toda nuestra vasta geografía, a lo que hay que sumarle el acto grado de aceptación de Claudia Pavlovich que la ubica en la segunda posición entre los gobernadores de los estados mejor evaluados, uno no alcanza a entender qué sucedió el pasado primero de julio en el que la votación popular se volcó hacia un partido diferente al que gobierna el estado.
Es verdad que a nivel nacional los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional se encontraban sumamente desprestigiados y devaluados, lo que provocó una enorme respuesta de rechazo. También es verdad que el llamado Efecto AMLO fue un importante factor en el ánimo de la gente a la hora de emitir su voto, pero hubo otras entidades cuya situación no era tan favorable al partido en el poder que no tuvieron el nivel de rechazo que se dio aquí.
Los días previos a la elección se sentía en el ambiente que Morena podría lograr algunas importantes posiciones, pero me parece que nadie, ni ellos mismos, alcanzaban a imaginar que los triunfos fueran del nivel que alcanzaron.
Ha habido teorías y seguramente seguirán surgiendo más en el futuro inmediato, pero todas no pasan de ser meras especulaciones. La verdad es que nadie alcanza a comprender a ciencia cierto que llevó a la población sonorense a manifestarse masivamente a favor de un partido cuya presencia era hasta entonces insignificante. Quién sabe. Seguramente que esto se quedará en la categoría de los grandes misterios de nuestra entidad. Veremos qué pasa con los nuevos gobernantes y legisladores ya en funciones.
De cómo se desempeñen dependerá que dentro de tres años estén en posibilidades de refrendar los hoy inexplicables triunfos que alcanzaron.
Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.