Estadio «Héctor Espino»: Un coloso que cae a pedazos

Por Miguel Gálvez
De ser sede de 12 de los 16 campeonatos del Equipo Naranjeros, como hospedarlos por 41 años, e inigualables competencias y enfrentamientos de Grandes Ligas, el legendario Estadio “Héctor Espino” pasó a ser solo un recuerdo de lo que alguna vez fue.

El pasado mes de abril se efectuó la compra del coliseo de beisbol hermosillense, por una suma de 511 millones 690 mil pesos por parte del Gobierno Federal para rehabilitarlo y hacer uso de este para actividades deportivas y recreativas.

Pero no solo fue casa de los Naranjeros, si no también, hogar por un tiempo de los Cimarrones de Sonora, mientras se adaptaba el estadio “Héroe de Nacozari”, tras los lineamientos de un estadio de primera división.

Actualmente, el mítico estadio que vio el reinado de Los Naranjeros en la liga del pacífico, se encuentra un estado de deterioro, en donde el inmueble lucha por mantenerse en pie, lleno de escombro, basura y árboles caídos, restos de lo que alguna vez fue.

Un estadio que se ha mantenido por 48 años esperando a no quedar en el olvido de los hermosillenses.