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Etnias del noroeste de Sonora fraccionadas por divisiones geográficas

Cucapá y Tohono O’odham, etnias residentes del noroeste de Sonora son pueblos fraccionados por las divisiones geográficas y políticas de la historia entre México y Estados Unidos.
Ambas comunidades en forma reciente se han incorporado a la vida nacional, a través de acciones como las realizadas por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) y otras dependencias federales.
El sociólogo de la Universidad de Sonora, Tonatiuh Castro Silva, escribió en su libro «Cucapá», que los grupos étnicos de la región se vieron afectados por la guerra de los años 1846 a 1848 entre ambos países.
Tras el establecimiento de la nueva frontera mexico-estadunidense, «se encuentra la violencia cultural desatada a partir de este hecho geopolítico. La división provocó una diferenciación económica, política y cultural al interior de una misma etnia», puntualizó.
Como resultado del conflicto bélico, México cedió más de la mitad de su territorio y las autoridades nacionales recibieron 15 millones de dólares, de acuerdo con el Tratado de Guadalupe-Hidalgo, recordó.
Debido a este convenio, así como al Tratado de La Mesilla de 1853, tanto los grupos yumanos como los pimanos quedaron divididos en dos partes, por lo que adquirieron distintas ciudadanías a pesar de su pertenencia a un mismo grupo, comentó.
En la actualidad, los cucapás descendientes de quienes quedaron en territorio sonorense, residen en el ejido Pozas de Arvizu, el cual les fue dotado en 1942 por el gobierno federal, y que se ubica unos 20 kilómetros al sur de esta frontera.
Según la gobernadora tradicional, Aronia Wilson Tambo, en el poblado viven unos 60 indígenas, cifra que es corroborada en investigaciones de Castro Silva, quien tiene una maestría en Ciencias Sociales por El Colegio de Sonora.
Castro Silva citó que poco antes del año 2000 había 500 hablantes de cucapá en la reserva, ubicada en las inmediaciones de Somerton, Arizona, y otros 218 en el ejido El Mayor, vecino municipio de Mexicali, Baja California.
En cuanto a apoyos del gobierno, refirió que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Organismo Operador Municipal de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Oomapas) en forma periódica les reparan el pozo de agua que alimenta la red del poblado.
Asimismo, existe una escuela del nivel primaria en el ejido Pozas de Arvizu, todas las familias reciben apoyos del programa Prospera, además de contar con los apoyos generales que se otorgan a la población local, como el subsidio a la tarifa 1F de verano del servicio eléctrico.
También, el ex regidor étnico y quien busca de nuevo el cargo, Alfonso Tambo Ceceña, declaró que en marzo de 2012 la tribu trabajó con personal del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) en la recopilación del alfabeto de su lengua, el kuapá, para salvarla de la extinción.
Notimex