Fraude y opacidad: luminarias millonarias en parque lineal del Ecológico

Vecinos del sur de Hermosillo ven con incertidumbre cómo están perdiendo un espacio de esparcimiento familiar a manos de la delincuencia y la indiferencia de la autoridad; el origen: un presunto fraude
Por Gabriel Rigo Gutiérrez
No pasaron ni dos años para que las millonarias lámparas sustentables del parque lineal Xólotl dejaran de funcionar. Ahora nadie quiere responder por el sistema de alumbrado público, ni por los robos.
Cuando el sol amenaza con bajar y la temperatura cede poco a poco, cientos de vecinos de las colonias Cuauhtémoc y Altares, comienzan a tomar este espacio que hace dos años fue rehabilitado. Una buena iniciativa con un fondo de opacidad.
Don Javier Pérez es uno de esos vecinos que al principio acudía con su familia. Con la tarde, llegaban niños en bicicletas, patinetas, y mamás con bebés en carreolas. Ahora todos la piensan dos veces. Sin luz, los asaltos son más frecuentes.

La queja general: no hay iluminación.
En febrero de 2015, el entonces diputado federal, Damián Zepeda —hoy secretario del CEN del PAN—, presumía la “gestión del recurso” para la obra que aplicaría vía Consejo Estatal de Concertación para la Obra Pública (CECOP).
A poco más de dos años, de las 50 lámparas instaladas a lo largo del kilómetro del parque, solo encienden dos.
Inflaron costo de luminarias
A través de Transparencia, “Primera Plana” solicitó a CECOP, cuál había sido el costo de la remodelación de este espacio, qué empresa fue responsable, y cuánto pagó el gobierno por las lámparas.
En la respuesta a la solicitud de información —No. 00989417—, la dependencia estatal detalla que en noviembre de 2014, “Haw Desarrollos S.A. de C.V.” ganó la licitación de la obra y para los trabajos le entregaron 17,627,666 pesos (entonces CECOP estaba encabezada por Francisco Arnaldo Monge Araiza, hoy bajo prisión).
La remodelación consideraba desde la construcción de un kilómetro de calle con banqueta, canchas de futbol, y alrededor de 50 lámparas con un sistema de energía solar.
Sólo en el concepto de luminarias, el Gobierno del Estado invirtió 4,335,752 pesos. Es decir, casi 86 mil pesos por cada una de las 50 lámparas que fue colocada a lo largo del kilómetro.

Para comprobar el precio de este tipo de productos, “Primera Plana” solicitó una cotización a una empresa dedicada a servicios de iluminación. Por 50 luminarias, el costo total es de 703,501.72 pesos. Cada pieza —entre sistema y poste—, tiene un precio unitario de 12,129.34 pesos.
En la ficha técnica del producto, la empresa establecida en Puebla, garantiza que la batería del sistema solar tiene una vida útil de tres años.
En este sentido, la CECOP adquirió unas lámparas hasta siete veces más caras del precio en el mercado y de baja calidad.
Antecedentes fraudulentos
Pero no todo termina ahí, la empresa “Haw Desarrollos”, cuyo representante legal es el señor Iván Woolfolk, tiene un antecedente de incumplimiento.
Así lo revela el informe de la Cuenta Pública del 2014, que presentó la Comisión de Vigilancia del Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización (ISAF) ante el Congreso en noviembre de 2015.
En ese reporte señalaban que:
“En relación con la obra pública denominada “Rehabilitación de 18 parques” en la localidad de Hermosillo, contratada con la empresa HAW Desarrollos S.A. de C.V., por un importe contratado más convenio de 30,952,557, se determinó lo siguiente: A) Expediente técnico incompleto, debido a que carece de reportes de control de calidad. B) Además, en la misma verificación física, se determinaron conceptos no realizados por 397,389, en relación con estimaciones número 1,2 y 3…”.
En suma, a pesar de las irregularidades de la empresa, la misma CECOP se encargó de asignarle más obras.
“Los Lobos” en la oscuridad

Son las cinco de la tarde y una veintena de niños corren en zigzag por el perímetro de la cancha de pasto sintético que está en el corazón del parque lineal. El silbatazo del entrenador Alejandro hace que frenen en seco los infantes: “¡Hagan una fila, a la cuenta de tres inician el recorrido con el balón; vamos rápido, antes de que se meta el sol!”, es la indicación del profesor.
Son niños de las colonias Adolfo de la Huerta, Cuauhtémoc y Valle de Márquez, que entrenan de lunes a jueves y desde hace unos meses adelantaron su entrada de cuatro a seis de la tarde. El sol todavía está alto, pero así tiene que ser para que no les gane la penumbra, aclara el entrenador:
“Esas lámparas —apunta a los postes que rodean la cancha— tienen meses sin servir; antes sí prendían pero ya se están robando el cableado o no sé qué está pasando. Por mientras, platicamos con los papás y decidimos adelantar los entrenamientos”.
Antes, recuerda, llegaban hasta 40 niños, pero ya sea por el calor o por el temor a la oscuridad, ahora llega la mitad.
En un sondeo con los usuarios del parque coincidieron en que la falta de iluminación está comenzando a mermar en la imagen del lugar.
Son tres los principales aspectos que denuncian:
Están tirando los postes de luz para robarles el cableado interno y sistema de funcionamiento solar; antes había oportunidad de caminar hasta más noche, sin miedo a ser asaltado; comienzan a robarse infraestructura, como parte del cerco lateral y puertas de la cancha de futbol.
Ayuntamiento hace oídos sordos
A través de Facebook, vecinos del parque comenzaron con una colecta de firmas para llevar una petición al Ayuntamiento de Hermosillo. Dicha inconformidad, según explicó el señor Javier Pérez, va en dos sentidos, uno, reforzar la seguridad en las inmediaciones del parque y dos, que enciendan las luces.
Por la primera, señala, ya han entablado pláticas con los responsables de la comandancia sector Nuevo Hermosillo y espera que cumplan con esa parte.
En lo referente al alumbrado, según los denunciantes, aún no han visto resultados, pues señalan que uno de los principales inconvenientes es que les argumentan que esa área fue entregada a la Comisión de Ecología y Desarrollo Sustentable (CEDES) para su mantenimiento.
Mientras tanto, los vecinos del sur de Hermosillo apuran sus pasos cuando ven pintar el cielo de escarlata, saben que no hay luz, saben que pueden ser víctimas de un asalto y sobre todo, saben que no habrá quién responda. Con la indignación y el temor, marchan más rápido.