GastronomíaPrincipales

Guaymas a la mesa

Mariscos frescos y sabores que cuentan historia

 

Por Ileana Bernal de la R.

Hablar de mariscos, es nombrar a Guaymas, puerto estratégico de Sonora ubicado en la costa del Mar de Cortés. Es un lugar donde el mar y la tierra se encuentran en cada plato. Reconocido por su tradición pesquera, su gastronomía refleja la riqueza marina y la creatividad de sus habitantes, combinando ingredientes locales con técnicas culinarias que resaltan el sabor auténtico de Sonora.

Desde tiempos prehispánicos, las comunidades indígenas del norte de Sonora, como los Seri y los Pápagos (Tohono O’odham), aprovechaban los recursos marinos y del desierto. Su alimentación se basaba en pescados, mariscos, algas, cactáceas, semillas y frutos locales. Estas técnicas de pesca y conservación fueron la base de lo que hoy se conoce como cocina costera sonorense.

Con la llegada de los colonizadores españoles en el siglo XVI, la gastronomía de la región se enriqueció con nuevos ingredientes y técnicas: el trigo, la carne de res, la cebolla, el ajo y los métodos de cocción europeos se fusionaron con los productos locales.

Así surgieron platillos que combinaban la frescura del mar con el sabor intenso de los condimentos traídos de Europa.

 

Durante el siglo XIX, Guaymas se consolidó como un puerto comercial estratégico, lo que permitió la llegada de influencias extranjeras, especialmente de la cocina mexicana del Pacífico y del norte de México.

Marineros y comerciantes trajeron recetas de Sinaloa y Baja California, así como técnicas de conservación de mariscos que hoy se aplican en ceviches, cocteles y escabeches.

En el siglo XX, la pesca comercial y artesanal se convirtió en la principal actividad económica del puerto, y con ello, la gastronomía local floreció.

Los restaurantes comenzaron a especializarse en mariscos frescos, y los mercados se convirtieron en centros de encuentro donde locales y visitantes compartían recetas tradicionales.

Platillos como el aguachile, la mojarra frita, los tacos de marlín ahumado y los cócteles de mariscos se consolidaron como símbolos de la identidad culinaria guaymense.

El secreto de la cocina guaymense está en la frescura del marisco y en el uso de ingredientes locales como:

Camarón, jaiba, pulpo y calamar

Pescados como mojarra, sierra y marlín

Limón, chiles secos y frescos

Ajo, cebolla y hierbas aromáticas

Tortillas de maíz recién hechas y pan artesanal

Platillos:

Aguachile de camarón al estilo Guaymas

Este platillo combina camarones frescos con una salsa picante de chile, limón y cilantro. Su sabor refrescante y ligeramente picante lo convierte en un clásico costero.

Receta rápida:

500 g de camarón fresco, pelado y desvenado

4 limones, su jugo

2 chiles serranos (o al gusto)

1/4 de taza de cilantro fresco

Sal al gusto

Preparación:

Licúa los chiles, jugo de limón y cilantro hasta obtener una salsa homogénea.

Marina los camarones en la salsa por 15 minutos.

Sirve frío, acompañado de cebolla morada y tostadas de maíz.

 

 

Mojarra frita estilo Guaymas

La mojarra frita es un clásico que resalta la frescura del pescado del Mar de Cortés. Se sirve con limón y tortillas, ideal para una comida frente al mar.

Receta rápida:

2 mojarras frescas, limpias

Sal y pimienta al gusto

Harina para empanizar

Aceite vegetal para freír

Preparación:

Sazona las mojarras con sal y pimienta.

Pásalas ligeramente por harina.

Fríelas en aceite caliente hasta que estén doradas y crujientes.

Sirve con limón y tortillas de maíz recién hechas.

 

Cóctel de mariscos Guaymas

Una opción refrescante y colorida que mezcla camarón, jaiba, pulpo y verduras en una salsa de tomate, jugo de limón y chiles.

Receta rápida:

200 g de camarón cocido

100 g de pulpo cocido

100 g de jaiba cocida

2 tomates, picados

1/4 de cebolla picada

1 chile serrano finamente picado

4 limones, su jugo

Sal y pimienta al gusto

 

Preparación:

Mezcla todos los mariscos con los vegetales en un tazón grande.

Agrega el jugo de limón, sal y pimienta.

Deja reposar 10 minutos y sirve frío, acompañado de galletas saladas o tostadas.