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‘Hay Mamá Rosa para rato’

Después del trago amargo por haber estado detenida cuatro días, Rosa del Carmen Verduzco, “Mamá Rosa”, recuperó el ánimo y ahora su principal reto será afrontar el cateterismo al que debe ser sometida por sus problemas cardiacos.

La mujer, que el próximo mes cumplirá 80 años, recibió ayer en su habitación del Hospital San José a decenas de quienes llama sus “hijos”, por haber estado internados en el albergue “La Gran Familia”; a amigos de la alta sociedad zamorana y hasta a Monseñor Carlos Suárez, quien fue Obispo de Zamora y ahora es auxiliar de la Arquidiócesis de Morelia.

Roberto Díaz Verduzco dijo que su tía apenas está procesando todo lo que ocurrió la semana pasada, en la que la PGR intervino el albergue y envió al penal a seis sus colaboradores, pero confió en que pueda superarlo.

“La veo muy tranquila, la veo mejorada. El hecho de que ya no tenga la guardia (de la Policía Federal) definitivamente a mejorado su estado anímico”, indicó.

“Mamá Rosa”, indicó su amiga Eréndira Castellanos, estaba confiada en que la PGR no procedería en su contra, pues se sabe inocente de los delitos que presuntamente se cometieron al interior del albergue que ella dirigía.

La PGR envió la noche del viernes a los penales federales de Tepic, Nayarit, a cinco hombres y una mujer, trabajadores del albergue, a quienes acusó de trata de personas, privación ilegal de la libertad, violación y abuso sexual.

Animada por todos sus “hijos”, quienes incluso le tocaron al pie de su cama algunas piezas musicales, Verduzco se vistió ayer con el uniforme con el que siempre se le veía cuando estaba al frente del albergue.

En su habitación se fueron acumulando las rosas rojas que cada uno de sus seguidores le fueron obsequiando durante las breves visitas, incluso algunos de sus “hijos” viajaron desde Estados Unidos.

Verduzco fue internada la madrugada del miércoles, debido a que se le agudizaron los males crónicos que padece como diabetes, aterosclerosis y problemas cardiacos. Desde entonces, hasta las 22:20 horas del viernes, tuvo una vigilancia de dos mujeres agentes dentro de su habitación así como un agente en la puerta y elementos de la Policía Federal en el exterior.

Esa guardia fue sustituida por la de sus amigos e “hijos”, quienes pernoctaron la noche del viernes afuera del hospital y vigilaron que ningún desconocido entrara a visitarla.

Díaz Verduzco indicó que probablemente será este lunes o mañana cuando su tía sea trasladada a un hospital de Guadalajara o la Ciudad de México para que le practiquen el cateterismo.

Después de eso, indicó, seguirá un proceso de recuperación antes de que se decida qué va pasar con el albergue.

“Rosa es una mujer muy inquieta, yo dudo mucho que vaya a quedarse sentada en una cama, en una silla de ruedas o en un asilo, porque para empezar no es así, ni nosotros como su familia la abandonaríamos.

“Es una mujer totalmente lúcida. Creo que ella va a seguir trabajando. Si ya no se pudiera en el albergue, yo creo que hoy empezará con otra obra. Hay Mamá Rosa para rato”, sostuvo.

Irrita a madres desinformación

Madres de familia que acudieron al albergue “La Gran Familia” para recuperar a sus hijos aseguraron ayer que existe descoordinación y desinformación por parte de las autoridades sobre la entrega de los menores.

“Sale una persona y te da una información, luego viene otra y te dice lo contrario. Y mientras nosotros llevamos aquí tres días, durmiendo en el suelo, comiendo lo que podemos y no tenemos una respuesta”, señaló Leticia Abarca.

Esta descoordinación ha provocado que las madres y sus hijos se hayan cruzado en el camino, como le ocurrió a María González, quien el martes viajó de Jalisco a Zamora para reclamar a su hijo adolescente.

Le dijeron que tenía que presentar las actas de nacimiento, regresó a su estado por los documentos, volvió ayer y se encontró con la noticia de que su hijo ya está en Guadalajara.

“Por qué no nos dicen bien lo que tenemos que hacer. Uno anda dando vueltas, gastando el dinero que no tiene y no arreglan nada. Ahora tengo que ir a Guadalajara y allá ver si el DIF me lo quiere dar”, dijo.

Personal del DIF municipal, del estatal y del área de atención a víctimas de la PGR han sido los encargados de dar información y verificar que las personas que están siendo buscadas, tanto menores como mayores de edad, estén efectivamente en el albergue o checar si ya fueron trasladados a algún estado.

De la población original de cerca de 600 internos que había en el albergue, cerca de 200 han sido enviados a Jalisco, Estado de México, Guanajuato, Distrito Federal y Coahuila.

También reclamaron la indefinición sobre los 138 adultos que había en el albergue.

REFORMA