¿Jugar el 27 ó el 30?

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín
EN REALIDAD, los actores que buscan la gubernatura de Sonora tendrán dos oportunidades de hacerlo: en el 2027 ó en 2030.
La distancia entre uno y otro año es corta si tomamos en cuenta que por vez primera, no habrá un sexenio, sino un trienio para el titular del Poder Ejecutivo estatal.
Por MORENA, la senadora Lorenia Valles dejará de serlo en el 2030, al igual que su compañero de fórmula Heriberto Aguilar.
Si no se concreta la candidatura de Javier Lamarque Cano en el 2027, al igual que Karla Córdova, no quedarán desprotegidos porque les espera una diputación federal o una diputación local, suficiente para hacer campaña al 2030.
Ambos, actuales presidentes municipales de Cajeme y Guaymas, respectivamente, están cobijados por la estructura partidista que han podido sostener a partir de que iniciaron su administración, hace cuatro años.
En realidad, no tendría aún respuesta al porqué el gobernador Alfonso Durazo Montaño decidió enviar una iniciativa al Congreso del Estado para acortar el sexenio del año 2027 al 2030.
Una de las justificaciones establece que un propósito fue el “empatar” el arranque sexenal del periodo de seis años con que inicia el nuevo presidente de la república y así el mandatario sonorense sería apoyado por un mandatario nacional en todo su periodo, para desaparecer lo que la historia nos ha mostrado hasta ahora: Los gobernadores han contado con el apoyo de los presidentes los primeros tres años, en tanto la segunda parte se ha caracterizado por los desencuentros.
En ese aspecto Durazo tiene mucha razón. Sin embargo, como las victorias y las derrotas no son eternas, podría darse el caso de que las y los sonorenses eligieran a un gobernador o gobernadora no afín al presidente o presidenta entrante y ahí se estaría condenando al pueblo al sufrimiento.
Otro argumento menos válido es el financiamiento de las campañas. En apariencia, llevar a cabo simultáneamente la campaña presidencial con la estatal no requeriría de recursos extraordinarios como en caso contrario, sí ha sucedido al no coincidir las elecciones.
La tendencia es a reducir las prerrogativas a los partidos políticos y ello se reflejará también en los montos destinados para sus campañas.
Más allá de estas razones, digamos, técnicas, podría haber una justificación política. Y es que es tal el poderío de MORENA, que no existe la menor de las dudas de su convencimiento de que dominarán el 27 y el 30 cuando menos. Entonces, los cuadros que hoy se forman como una nueva clase política en el Estado, madurarían para el 2030, como podemos observarlo en tres “mosqueteros” de Durazo: Paulina Ocaña, Froylán Gámez y Omar del Valle Colosio.
Pero en política nada está escrito. El PRI permaneció por setenta años en el poder y esta nueva versión priísta que es la 4-T —en realidad— podría ser vencida en un tiempo mucho menor, gracias a la voracidad demostrada tanto en la concentración del poder como en los escándalos por corrupción a los niveles más altos.
En el caso de la oposición, es de reconocerse la espiral en crecimiento extraordinario del presidente municipal de Hermosillo, Antonio Astiazarán, quien está dejando de lado aquel argumento de que solo es conocido en Guaymas y en la capital del Estado. Su crecimiento será exponencial ante la actividad sostenida y como candidato a la gubernatura en el 2027 podría ganar o podría perder por una mínima diferencia, pero dejaría el terreno listo para hacer campaña rumbo al sexenio que iniciará en el año 2030.
Para entonces, la probabilidad de que MORENA vaya en picada no se podrá ocultar.
Por ello, como lo señalamos en un principio, los aspirantes de hoy a la gubernatura en el 2027, tendrán dos oportunidades de jugar, por la gran cercanía del año 2030.
A LUIS Donaldo Colosio Riojas no le disgustó la idea de ser gobernador de la tierra donde nació, aunque actuó de manera honesta al reconocer que nunca ha vivido en Sonora… Y es cierto… Toda su vida ha transcurrido en Monterrey, ciudad neolonesa donde se ha hecho, incluida su vida de político hasta convertirse en presidente municipal y senador de la república… Una posibilidad del hijo de Luis Donaldo Colosio Murrieta para ser candidato de Movimiento Ciudadano al Gobierno del Estado, sería impensable en términos de que aquí existen los talentos suficientes para relevar a Alfonso Durazo, sin necesidad de importar paisanos… Y esto lo sabe muy bien el joven heredero de un apellido con el que pudieran proyectarse otros parientes que sí se han hecho en Sonora.