La Iglesia critica el rescate de pasivos laborales de Pemex
La Arquidiócesis de México, a través del Semanario Desde la Fe, dijo que la Reforma Energética, propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto y que discute el Congreso, está «eclipsada por el daño financiero de una empresa [Pemex] que ha sido botín de pocos y lastre para los contribuyentes», informó Sin Embargo.
En la editorial de este domingo ¿Salvar a Pemex?, la publicación advierte sobre el hecho de que la Federación asuma parte de este financiamiento como «algo sano, no justifica, de forma alguna, la opacidad, la falta de rendición de cuentas y, más grave, la corrupción porque un gremio [el petrolero], nacido de la lucha, abusó de sus derechos hasta comprometer el futuro de los trabajadores.»
El producto de la riqueza del subsuelo, simplemente, desapareció La Iglesia Católica refirió que los números negativos aparecen cuando, «en lugar de invertir, se gastó en prestaciones increíbles o cuando el producto de la riqueza del subsuelo, simplemente, desapareció».
Dice que el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), que encabeza desde hace 20 años el priista Carlos Romero Deschamps, es un gremio lleno de opacidad y corrupto.
Deschamps se ha visto implicado en casos de desvío, entre ellos el famoso «Pemexgate».
En el 2000 desvió 100 millones de pesos a favor de la campaña presidencial priista. Además el petrolero protagonizó al menos media docena de desfalcos que sumaron otra cantidad similar: unos 100 millones de dólares de entonces.
El viernes 2 de agosto, la Cámara de Diputados aprobó en lo general y en lo particular con 326 votos a favor y 113 en contra el último dictamen que avala el «Pemexproa», donde convierte el pasivo laboral de Petróleos Mexicanos (Pemex) en deuda pública por 1.1 billones de pesos y el de la CFE por 0.5 billones de pesos.
Diputados priistas y panistas alcanzaron un acuerdo para establecer en el artículo tercero transitorio de la Ley de Presupuesto que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) deberá auditar los fondos de pensiones y jubilaciones para determinar por qué se alcanzó esa cifra.
La carga es consecuencia de las irregularidades, señalan En la reforma se cambia el término del conocido popularmente como «Pemexproa» que es el pasivo laboral de Pemex por el de «pasivo de pensiones y jubilaciones», en el artículo cuarto transitorio de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.
Al respecto, la Arquidiócesis dice que la carga «que se pretende absorber es consecuencia de las irregularidades en los sectores de Pemex y reportados por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en 2012 como fueron, por ejemplo, pagos improcedentes de contratos, pérdidas millonarias en la producción, arrendamientos sin cobrar, licitaciones directas improcedentes, la suspensión en el desarrollo de Sistemas de Recursos Humanos y de Nómina que implicaron el pago de 444.7 millones de pesos o bien la suspensión de la Sistematización del Proceso de Finanzas sin ‘que se hayan aprovechado los trabajos realizados’ por los cuales se pagaron 176.2 millones de pesos».
Por ello planteó plantea que Pemex debe ser saneado para hacer posible el propósito de fundar una «empresa productiva y competitiva de cara a la apertura del sector».
Además advirtió que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) iría por ese mismo camino: «el escándalo es que los contribuyentes barran la basura para justificar la excelencia de la empresa… Y por esa misma ruta camina la CFE».
«Así lo reconoce el dictamen sobre la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria de las Comisiones Unidas de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, cuando describe los privilegios que inflaron las deudas de la paraestatal: pensiones ‘más generosas’ que las del IMSS y el ISSSTE, mayores obligaciones devengadas de pasivos laborales, lastres en sus finanzas», explica el texto.
El texto recuerda que Pemex nació de una lucha en 1936 y que los agremiados del sindicato presentaron un «histórico contrato colectivo» a las empresas transnacionales y da cuenta del nacimiento de la paraestatal con la expropiación del sector con el entonces presidente Lázaro Cárdenas.
«Desde entonces, Pemex ha sufrido transformaciones, aglutinando a miles de trabajadores y concentrando el monopolio de la explotación de los hidrocarburos para generar millones de dólares que deberían invertirse en las necesidades del Estado mexicano», refiere.
SIN EMBARGO