“Las Golondrinas”, busca mantener vivo el legado del comedor

Elena mantiene desde enero vivo el legado que dejó su suegra María Eugenia López de alimentar a los niños de Las Cuevitas y colonias cercanas a diario
Por Gerardo Moreno Valenzuela
Ver la necesidad de hambre que tenían los niños de la colonia “Humberto Gutiérrez”, llevaron a la señora María Eugenia López Reyes a crear el comedor comunitario “Las Golondrinas”, una labor que mantuvo hasta el dos de enero de este 2021, cuando falleció, pero su legado continúa en manos de su nuera Elena Belén Apodaca.
Todo comenzó hace más de cinco años, cuando una niña vecina de la señora María Eugenia —“doña Maru” como la conocían—, le platicó que tenía días sin comer nada y que tenía que trabajar ella para comprar algo. Fue ahí que decidió comenzar a darles desayunos gratis.
La colonia Humberto Gutiérrez es la última comunidad habitada en el norponiente de la ciudad de Hermosillo, empezó como invasión conocida como Las Cuevitas. Para llegar tienes que ir al oeste por el bulevar Lázaro Cárdenas, por una calle de terracería.
Al inicio la señora Maru entregaba los desayunos en su propia casa, pero gracias al apoyo de una maestra de la Universidad de Sonora que realizaba trabajo social en esa colonia que decidieron hacerlo más grande.
“Una niña, de aquí de la colonia, decía que tenía que trabajar para poder comer en su casa. Y una vez una maestra que trabajaba en la Unison y que ahorita ya está jubilada, llegó la maestra y le platicó mi suegra el problema de esa niña. Entonces la maestra, con ayuda de otras personas, decidieron empezar este comedor”, platicó Elena Belén.
Luego de un tiempo la casa de la Señora Maru ya no era suficiente para atender a tantos niños que llegaban con hambre y con ayuda del padre de la colonia, se mudaron al centro de catecismo y ahí han estado desde entonces.
Elena Belén decidió ayudar a su suegra en esta labor que tan amablemente y de manera desinteresaba hacía todos los días, buscando apoyar a los niños más vulnerables de la colonia.
Por una enfermedad, la señora Maru falleció el pasado dos de enero, pero para mantener su legado vivo y continuar con algo que ella amaba hacer, que es ayudar a los niños, decidió continuar con el comedor.
“Yo quise, en agradecimiento a ella, quedarme con el comedor. Seguir lo que ella empezó, que no se quedara estancado, seguir con lo que a ella le gustaba hacer y amaba hacer que era venir a darle desayuno a cerca de 100 niños”.
De esta forma, a diario llega con una vecina de la colonia y comienzan a preparar desayunos para todos los niños y se los entregan de manera gratuita.
“Seguir con el legado de la señora Maru me da una alegría y tranquilidad porque es algo que ella amaba hacer y algo que vamos a seguir haciendo por ella, es lo que representa”.
Normalmente atendían a alrededor de 60 niños, pero desde el año pasado crecieron a más de 100, la mayoría porque a causa de la pandemia muchos familias se quedaron sin trabajo.
Ahora atienden a los menores de las cuatro colonias de alrededor de las Cuevitas, donde para algunas ese desayuno representa la única comida que reciben al día.
“Para mi representa una tranquilidad enorme, porque a veces es lo único que se llevan a la panza esos niños, a veces el puro desayuno es lo que se llevan a la panza muchas veces”.
De lunes a sábado comienzan a preparar los alimentos a las 7:00 de la mañana después reciben por grupos de niños para que desayunen, para que no se aglomeren por la pandemia del Covid, a las 8:00 de la mañana, luego a las 8:20 y el ultimo 8:40, para después limpiar cerrar y volver al siguiente día.

Para poder mantener vivo el comedor, piden apoyo de los ciudadanos, quienes con sus donativos mantienen a estos niños al menos con una comida segura a diario.
“Aquí lo que más se requiere es lo básico, huevos, leche, y para acompañar el huevito ya sea tortillas de maíz, carnes frías, aceite, es lo que usamos más”.
También pueden entregar donativos a la Señora Irasema León, quien siempre apoyado al comedor Las Golondrinas. Ella mantiene un centro de acopio permanente en la Farmacia León, de la colonia Las Quintas, ubicada por el Paseo Las Quintas, entre Quinta Bella y Quinta Blanca.
“Que nos apoyen mucho porque si es mucha la necesidad, que tenemos en la comunidad, en cuestión de alimentos para los niños, y ellos van a estar muy agradecidos”. La intención es poder mudarse a un lugar propio donde puedan preparar los desayunos de los niños de manera permanente, pero lo pronto la ayuda es para seguir dando desayunos a los 100 niños a diario.