Conoce dónde fueron sepultados los políticos sonorenses más destacados del Siglo XX

¿Dónde están los personajes sonorenses de nuestra historia, los que la labraron y la transformaron?
Por Bulmaro Pacheco
Ramón Corral Verdugo, exgobernador de Sonora, secretario de Gobernación, vicepresidente de la República con Porfirio Díaz (1904-1911) y jefe de Gobierno de la Ciudad de México, nació en Álamos en 1854. Quizá el político sonorense del siglo XIX más notable. Murió (1912) en París, Francia, víctima de cáncer en la garganta y fue sepultado en el cementerio de “Pere Lachaise”, donde también descansan personajes como Chopin, Balzac, Jim Morrison y Augusto Comte, entre otros.
Los aires que soplaban entonces no favorecían la repatriación de sus restos. ¿Por qué? Por la polémica que se desataba en torno a cualquiera de los personajes del gobierno porfirista. Igual que los de su exjefe, que murió tres años después también en París y fue sepultado allá también, pero en el cementerio de Montparnasse donde se encuentran también Sartre, Baudelaire, Beckett, y Proudhon, entre otros.
Victoriano Huerta Márquez (1854) después de renunciar a la Presidencia de la República y salir en la oscuridad de la noche en tren de Ciudad de México a Veracruz en 1914 y partir de ahí a Europa vía La Habana, regresó a los Estados Unidos poco después para conspirar contra México, ubicándose estratégicamente en El Paso, Texas, donde murió de cirrosis e ictericia (sus biógrafos relatan el consumo de una botella diaria de Cognac Hennesy durante su presidencia), una noche del 13 de enero de 1916.
Sus restos fueron depositados primero en el Panteón Concordia, de El Paso, Texas, y después pasados al Evergreen de la misma ciudad, donde permanecen y son objeto de atractivo turístico.
Félix Zuloaga, de Álamos, expresidente de México, murió en Ciudad de México (1898) después de regresar del exilio en La Habana, Cuba, y administrar un puesto de tabaco en el centro de la ciudad. Sus restos fueron depositados en el Panteón de la Villa de Guadalupe. Tiempo después, a iniciativa de su familia fueron exhumados en 1971, para trasladarlos a un nicho de la basílica de Guadalupe. Allá permanecen.
Adolfo de la Huerta, nativo de Guaymas, diputado local, gobernador del Estado, presidente de la República de mayo a diciembre de 1920 y secretario de Hacienda en el gobierno de Álvaro Obregón. Se rebeló contra éste por la decisión de orientar la balanza hacia Plutarco Elías Calles como su sucesor encabezando la llamada rebelión delahuertista que movió a una parte considerable del ejército mexicano contra el gobierno.
Permaneció en el exilio entre 1924 y 1935, regresando a México para trabajar en la administración pública federal. Murió en 1955 y sus restos fueron depositados en al Panteón Francés de San Joaquín, en Ciudad de México. En la misma tumba yace también su esposa Clara Oriol, fallecida en 1965.
José María Maytorena de Guaymas, gobernador de Sonora de 1911 a 1915, maderista de origen, terminó peleado con el ala carrancista de la Revolución, y con Obregón y Calles en Sonora.
Salió al exilio en Los Ángeles, California, a finales de 1915 y regresó al país en el gobierno del General Lázaro Cárdenas en 1935. Luchó hasta el final por la vía jurídica y política por la devolución de sus bienes incautados por los gobiernos revolucionarios. Murió en enero de 1948 y sus restos fueron depositados en el Panteón Español de Ciudad de México.
Abelardo L. Rodríguez, exgobernador del territorio de Baja California (1923), expresidente de México (1932-1934) y gobernador de Sonora entre 1943 y 1947, aspiró al gobierno del nuevo estado de Baja California creado en 1952, según lo establece en sus memorias Milton Castellanos Everardo ex gobernador de aquél estado.
Rodríguez, que apoyó económicamente a Obregón y Calles, y le rechazara cargos públicos al presidente Lázaro Cárdenas, desarrolló importantes proyectos empresariales en Baja California que con los años fructificaron. Igual la “Fundación Esposos Rodríguez”, que a tantos estudiantes ha apoyado en Sonora. Murió en 1967 y sus restos reposan en “El Zauzal”, en Ensenada Baja California.
Rodolfo Elías Calles Chacón hijo del general Plutarco Elías Calles, nació en Guaymas en 1900. Fue gobernador de Sonora para el período 1931-1935 y ocupó la cartera de Comunicaciones en el gobierno del presidente Cárdenas. Renunció en solidaridad con su padre y se dedicó a la agricultura y otros negocios, principalmente en Sonora.
Fundó el Banco de Sonora e impulsó la formación de las uniones de crédito en el Yaqui. También la construcción de la presa del Oviáchic, posteriormente Álvaro Obregón.
Volvió a la política como presidente municipal de Cajeme para el período 1952-1955, que dejó en 1954 en manos de Faustino Félix Serna. En 1963 le fue ofrecida la senaduría por Sonora para el período 1964-1970, misma que rechazó por no estar de acuerdo de ir en la fórmula con Juan de Dios Bojórquez.
Murió en 1965 —un día antes de cumplir los 65—, en Houston, Texas, y sus restos fueron depositados —por disposición del propio Calles—, en el Panteón Yáñez, de Hermosillo… donde permanecen. Su padre, Plutarco —ex presidente de México y gobernador de Sonora—, murió en 1945 y fue sepultado primero en el panteón de Dolores y después trasladado al monumento a la Revolución.
Alejandro Carrillo Marcor nació en Hermosillo en 1908. Fue diputado federal, embajador, asesor del presidente Lázaro Cárdenas, senador por Sonora de 1970 a 1975 y gobernador sustituto en lugar de Carlos Armando Biébrich de 1975 a 1979.
Al terminar su gobierno se regresó a la Ciudad de México, donde alternó la práctica del Derecho con la cátedra en la Escuela Superior de Guerra. Murió en 1998 a los 90 años. Por decisión propia, sus cenizas fueron esparcidas en el Valle del Yaqui, concretamente en Quetchehueca.
Rodolfo Félix Valdés ha sido de los pocos sonorenses en ocupar una secretaría de Estado en el gobierno federal en la época post revolucionaria. Fue secretario de Comunicaciones y Transportes en el gobierno de Miguel De La Madrid (1982-1988). Fue elegido gobernador de Sonora para el período 1985-1991.
Al terminar su gobierno se fue a radicar a Ciudad de México, donde se desempeñó como asesor en un despacho para la construcción de obras públicas. Murió el 21 de mayo de 2012, un día antes de cumplir 90 años. Sus restos permanecen en una cripta de la iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza, ubicada en el Parque del Pedregal, en Ciudad de México.
Fausto Topete Almada nació en Álamos en 1890. Con su familia se va a radicar a Huatabampo donde conoce a Álvaro Obregón Salido, a quien acompañaría en toda la ruta revolucionaria. Firmó el Plan de Agua Prieta y subió por escalafón hasta llegar a general de brigada en 1924 por sus servicios en contra de la rebelión delahuertista. Es electo gobernador de Sonora para el período 1927-1931, pero es desaforado en 1929, cuando el Senado desaparece los poderes en Sonora por la rebelión contra el gobierno del centro (La revolución renovadora), que en realidad fue una reacción del obregonismo contra el expresidente Plutarco Elías Calles, en el gobierno de Emilio Porte Gil.
Topete se exilia en Los Ángeles California donde sobrevive en diferentes trabajos, entre ellos el de despachador de gasolina. Regresa a México en el gobierno de Lázaro Cárdenas y se establece en Mexicali. Colabora en 1939 en la campaña de Manuel Ávila Camacho y en la de gobernador de Abelardo L. Rodríguez. Se postula al senado por Sonora en la campaña de Ezequiel Padilla, para presidente de México. Muere en Mexicali en diciembre de 1952 y sus restos permanecen allá.
Ramón Ramos Almada nacido en Chínipas, Chihuahua en 1894, fue electo gobernador de Sonora para el período 1935-1939. Del grupo de seguidores de Plutarco Elías Calles fue víctima de la desaparición de poderes decretada por el Senado en el gobierno de Lázaro Cárdenas —apenas a cuatro meses del inicio de su mandato—, cuando éste destituyó a cinco gobernadores de filiación callista. Dice Manuel S. Corbalá que: “Después de estos acontecimientos Ramos se estableció en Ciudad Obregón, donde abrió un negocio de imprenta y papelería, pero no soportaba el verse fuera de la política y por eso aceptó se le designara Jefe del Distrito de Riego de Delicias, en el estado de Chihuahua, puesto en el que sobrevino su muerte el 2 de marzo de 1937. Ramos fue sepultado en Navojoa y años después exhumado para colocar sus cenizas en un nicho de la iglesia de Cristo Rey en Huatabampo.
Cesáreo Soriano es reconocido como el gobernador que firmó y promulgó la Constitución de Sonora en 1917. Nació en Oaxaca en 1881 y llegó a Sonora como trabajador del Ferrocarril que trasladaba minerales de Nacozari a Douglas, Arizona, para su procesamiento. Amigo de Plutarco Elías Calles desde que éste se desempeñara como comerciante en Fronteras y comisario en Agua Prieta, su carrera política estuvo siempre vinculada al guaymense al que sustituyó como gobernador interino entre el 30 de junio de 1917 y el 17 de julio de 1918.
Fue acusado de recibir dinero de los promotores del vicio en Navojoa y Huatabampo y sometido a juicio de responsabilidad; “acusado de tolerar el establecimiento clandestino de juegos de azar, el Congreso del Estado, erigido en gran jurado lo encontró culpable del delito de cohecho el 22 de octubre de 1918”. Se le retiró el fuero y fue consignado a las autoridades del orden común”. Se retiró de la política y se fue de Sonora. Murió en San Diego, California, en 1972. Allá permanecen sus restos.
Los muertos, nuestros muertos, los que hicieron la historia, que la labraron y la transformaron. Unos aquí, otros allá. Los que permanecen en el recuerdo y en la memoria colectiva, otros no tanto. Y para los que se preguntan; ¿dónde quedaron? Muchos no están con nosotros en su tierra, pero permanecen en la memoria… Y en el juicio de la historia. Ahí están.