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Los ojos, órganos de comunicación, cuidemos su salud

Por Marina Brauer

Descripción del ojo: El ojo se asemeja a una cebolla de tres bulbos. Descubrimos en primer lugar una membrana protectora, la esclerótica, luego una capa vascularizada con vasos internos, las coroides, y por último, la retina, que cubre el interior del globo ocular.

La forma del ojo es como un pequeño balón de rugbi blanquecino y de unos 25 milímetros de tamaño. Su diámetro vertical es un poco inferior: 23 milímetros.

Estas cifras son el resultado de realizar la media aritmética. El ojo del miope es más grande, el del ojo hipermétrope, más pequeño. La córnea tiene una curvatura mayor que el resto de la esclerótica. La retina no forma una esfera completa, sino un hemisferio. Se le podría comparar con una antena parabólica destinada a captar emisiones televisadas transmitidas vía satélite, orientada hacia adelante. La sangre circula por los vasos coroides para aportar el oxígeno y el azúcar necesarios para la retina. El iris que da su color al ojo, también forma parte de las coroides. Es un diafragma que se abre y cierra; en el centro, la pupila deja pasar los rayos de luz.

El cristalino es una lentilla de graduación variable. Normalmente transparente y está fijado a la parte posterior del iris por las fibras de la zónula. Este sistema de fijación del cristalino puede tirar de él y deformarlo, ya que es elástico. De manera que la graduación de la lentilla del cristalino puede variar. La esclerótica se encarga de proteger la retina y las coroides. Envuelve completamente el ojo, incluso  continúa hacia atrás alrededor del nervio óptico como el aislante de un hilo eléctrico. Por delante la esclerótica se hace transparente y forma la córnea. Además la esclerótica está recubierta por la conjuntiva, que da su color blanco del ojo. Esta conjuntiva es como una falda que cubre el ojo pero cuya parte inferior se repliega para tapizar la parte posterior de los párpados.

El ojo no es rígido. Está lleno de líquidos que lo mantienen bajo tensión; el humor acuoso y el humor vítreo.

Órganos de comunicación

Los ojos lejos de ser unos simples receptores de la luz, son los principales emisores de señales y receptores de información con que cuenta el ser humano, y juegan un papel primordial en las relaciones que éste establece con su entorno; podría afirmarse que la forma en que se mira a alguien suele decidir cómo serán las relaciones futuras entre ambos.

Mirar los ojos es un acto de comunicación superior a cualquier palabra, como demuestran el hecho de que, en esta civilización en la que cada vez existe menos comunicación personal, mirar a los ojos resulta embarazoso, o cuando menos inquietante y se hace en pocas ocasiones. Generalmente se dirigen breves miradas o, en cualquier caso se mira a cualquier otra parte del interlocutor pero rara vez se mantienen una conversación mirándose directamente a los ojos.

Y sin embargo una discusión podría ser mucho más amigable con sólo comprenderse a través de la mirada. Suele ocurrir lo contrario. Cuando comienza una conversación, lo primero que se hace es romper el contacto visual: el que habla mira hacia otro lado. En general se mira más cuando se escucha que cuando habla, pero en cualquier caso la mirada delatará a ambos interlocutores: mirando a los ojos de quién habla se conoce su sinceridad, y según el interés que demuestre su mirada se sabe si el interlocutor escucha o solo oye.

Degeneración macular senil (DMS)

La degeneración macular es una de las causas más frecuentes de ceguera en los ancianos. Esta degeneración provoca una deformación de las imágenes y un descenso de la agudeza visual.

Cataratas

La catarata es una opacidad del cristalino que puede llegar producir ceguera como consecuencia que las fibras del cristalino se espesan, hay una continua pérdida del contenido acuoso. Este proceso de esclerosamiento natural del cristalino puede agravarse hasta el punto de convertirse en una catarata las causas son las siguientes: que existan cataratas congénitas, debidas a enfermedades hereditarias o alguna enfermedad padecida durante el embarazo, como la rubeola. Que se produzcan algunas enfermedades especialmente la diabetes. El abuso de continuo de alimentos grasos y con muchos desechos que favorecen la intoxicación y dificulta la oxigenación de las células. Estas dos enfermedades no sólo se deben a la edad sino también a un aporte insuficiente de nutrientes y oxígeno al sistema capilar de los ojos.

Una buena nutrición es, pues esencial para mantener la vista en buen estado con el paso de los años. Es necesario en primer lugar ayudar al organismo a eliminar al máximo las toxinas, practicando algunos días de ayuno, o al menos una dieta alcalinizante compuesta principalmente de frutas y hortalizas verdes, y prescindir por completo del tabaco y del alcohol, porque dificultan la oxigenación celular.

Vitaminas para sus ojos

La vitamina A: su déficit provoca párpados hinchados. La córnea se seca y se vuelve opaca puede sufrir incluso de úlceras. La vitamina A se encuentra principalmente en las espinacas, los ejotes, los berros, las zanahorias, la soya, coliflor, tomates, chícharos, lechuga, escarola, el aceite de hígado de bacalao, el salmón y los arándanos.

Vitamina B2: se encuentra en la soya, los chícharos, berenjenas, la ternera, los frutos secos, nueces, avellanas, ciruelas y los quesos.

Vitamina C: se encuentra en la col cruda, el hinojo, las frambuesas, moras, grosella. Los cítricos (naranja, mandarina, limón, toronja, kiwi, guayaba). Esta vitamina refuerza los músculos de los ojos, favorece el desarrollo del cristalino y asociado a la vitamina A, participa en el tratamiento de la conjuntivitis. Se recomienda el consumo del Azafrán para las personas que sufren degeneración macular, son estigmas secos de las flores imparte un vibrante color amarillo muy usual en la paella.