Lúgubre panorama para el PAN Sonora
Por Feliciano J. Espriella/
El voto del Presupuesto de cuatro miembros de la bancada del PAN en el Congreso, más allá de quiénes hayan movido los hilos, ha puesto en evidencia la falta de unidad por la que pasa el partido en estos momentos
Hace seis años muchos sonorenses, entre quienes me incluyo, pensábamos que el Partido Acción Nacional había llegado para quedarse durante varios lustros. Hoy nos da la impresión de que tardará un largo tiempo en volver a las posiciones que ya había alcanzado.
La impresión casi generalizada es de que en la crisis por la que atraviesa todavía no “toca fondo”. Intereses personales, diferencias irreconciliables y pugnas internas podrían hacerlo descender aún más.
La ventaja de tocar fondo es que el único camino que queda es hacia arriba, pero el PAN en Sonora no parece que haya terminado de caer y si además le agregamos el hecho de que a nivel nacional tampoco pasa el partido por un buen momento, el panorama luce más lúgubre todavía.
No se ve luz al final del túnel.
No se les ven figuras que pudieran enderezar el rumbo
Un buen amigo que no milita en el PAN pero que mantiene relaciones muy cercanas con importantes figuras del panismo y conoce mucho de la operación interna del partido, me comentó: “el escenario es catastrófico, no veo ninguna figura que articule, que aglutine, que sume”.

Otro amigo, este sí panista de corazón, dice: “Creo que el descarrilamiento ya se dio, porque finalmente no hay ninguna figura sólida del PAN, más allá del Grupo Parlamentario que, tenga poder”. Y si como corolario a esta apreciación le agregamos la evidente división interna de los diputados panistas, el poder del grupo parlamentario ha mermado fuertemente en la última semana.
Sobre este mismo tema, David Figueroa, con quien tuve el gusto de platicar y cambiar impresiones esta semana, vislumbra también un panorama muy poco halagüeño.
Refiriéndose a los últimos acontecimientos en el Congreso local, me comentó: “Ese es un claro reflejo de esa debilidad institucional por la que cruza hoy en día el PAN. Refleja la falta de conducción, la falta de un liderazgo que logre enrutar visiones, que logre consolidar posiciones. Tenemos posiciones muy divergentes actualmente”.
¿Traición, rebeldía, concertacesión o libre albedrío?
El voto de cuatro miembros de la bancada del PAN en el Congreso, más allá de quiénes hayan movido los hilos, ha puesto en evidencia la falta de unidad por la que pasa el partido en estos momentos.
No se puede negar que el hecho huele a fuerte influencia de Roberto Romero y Alejandro López Caballero, quienes pudieran estar buscando impunidad en el caso del primero y revanchismo en el caso del ex alcalde, aunque este último también podría tener necesidad de “negociar”, pues según opinan algunos panistas, Alejandro también tiene sus fantasmas en el closet de cuando fue secretario de finanzas y lo que haya hecho o dejado de hacer como alcalde.
Sin embargo lo grave de este acontecimiento no se circunscribe a las repercusiones locales. Fue un acto de desacato al discurso y la política que viene manejando el PAN a nivel nacional, en el sentido de oponerse al incremento de deuda en todas las instancias de gobierno.

¿Qué ira a hacer el partido al respecto? Hasta la fecha ha habido sólo tibias declaraciones sobre lo que se va a hacer con los rebeldes. Está el PAN en una encrucijada en la que nada más se vislumbran desenlaces negativos.
Carolina Lara, Manuel Villegas, Lisette López y Sandra Hernández no sólo golpearon al vapuleado PAN Estatal, pusieron también en evidencia a su dirigencia nacional. Y eso muy pocos partidos políticos en el mundo lo soslayarían.
Respuestas ambiguas y tibias
Como quiera que se le vea, votar en sentido inverso de las instrucciones y conveniencia del grupo parlamentario, así como del propio partido, representa una de las rebeldías en contra de un partido político más grave que se haya visto en el estado.
Hubo respuestas muy tibias tanto a nivel estatal como nacional. Al pasado miércoles la dirigencia estatal todavía no definía qué iba a hacer con quienes se apartaron de la línea que habían trazado. Y la dirigencia nacional tampoco dio mucho de qué hablar.
Damián Zepeda, el bastión del panismo sonorense mejor posicionado en el ámbito nacional, sólo publicó en su cuenta de Facebook lo que parece una indirecta a los disidentes: “El PAN actuó con responsabilidad, aprobó el Presupuesto, aprobó la reestructura de la deuda existente para conseguir mejores condiciones, pero votó en contra de más deuda. Al menos quienes actuaron con congruencia. Felicito a los diputados que actuaron con principios”.
Sobre estas acciones David Figueroa se inclina a favor de la línea dura. “Se tienen que tomar decisiones fuertes —enfatiza—, la tibieza no va a ser buena. En momentos de crisis no puedes mantenerte al margen, tienes que tomar bando. O estás en el bando que toma decisiones o estás en el bando de la comodidad, que dejas ver cómo la institución de la que eres parte, se va al caño y yo creo que aquí hay que tomar decisiones. En tiempos de crisis el espacio de la neutralidad es el peor espacio que puedas tomar.
“Es como la guerra, le entras o te rindes, no hay más. El PAN aquí tiene que tomar decisiones si quiere trascender”.
¿Hacia dónde camina el PAN?
El partido evidentemente ha empezado a tomar algunas decisiones, la primera fue el cambio de las dirigencias municipal y estatal, siguiendo según afirman ellos, la estrategia de incorporar figuras nuevas.
Viene luego una depuración como segunda etapa, en la que se está analizando los expedientes de unas 30 importantes figuras en el estado y a quienes incluso puedan llegar a expulsar. Se tiene, han dicho, toda la intención de echar del partido a todo aquel militante que se le compruebe haya cometido algún delito en su actuación como funcionario público.
Desde la óptica de David Figueroa, el reto es mayúsculo para el PAN. “Viene un 2016 donde esperamos mucho que se convoque a una elección de dirigente estatal —me comentó—, pero previamente debe hacerse un saneamiento del padrón. Tenemos un padrón sumamente abultado de 24 mil militantes cuando en realidad siempre hemos sido alrededor de ocho mil.
“Creo que lo que sucedió en el Congreso es algo que se comentaba, se suponía pero no era tan evidente como hoy ya lo es. Ya se puso sobre la mesa. Esto nos tiene que llevar a replantearnos en el PAN discernir con quiénes contamos, con quiénes sí y con quiénes no. Y sin ir en una actitud revanchista ni mucho menos, sino simplemente ver quién es el que quiere contribuir o jalar hacia la visión de Acción Nacional y con eso construir.
“Necesitamos ser humildes y aceptar la realidad. Si de trece diputados quedan menos, o con equis alcaldes, bueno, pues con esos hay que construir”.
¿De vuelta a las causas de la sociedad?
La aplastante derrota que sufrió el PAN el pasado 01 de junio es una clara evidencia de que la sociedad les volvió la espalda. Una sociedad que se sintió agraviada al percatarse de que quienes llegaron al poder provenientes del partido que durante décadas le prometió trabajar a su favor y buscar su bienestar, resultó no sólo ser más de lo mismo, sino una versión corregida y aumentada.
“El PAN tiene que aceptar su realidad —señala Figueroa Ortega—. No simular. Por dolorosa que sea la realidad, hay que aceptarla, ir a darle la cara al ciudadano y convertirnos en un instrumento que le sea útil.
“Si se hacen las cosas correctamente, el PAN puede serle útil a la sociedad como un mecanismo de contrapeso ¿Que puede ser contrapeso sólo testimonial? Sí, si no tiene la fuerza numérica en el Congreso, puede ser ahora sí una oposición testimonial, pero de frente.
“Antes que tenía el poder de negociación porque tenía la fuerza pero tal vez no hubiera sido ten interesante ser una oposición así. Por eso reitero mucho que esta crisis en el PAN termina no sólo con lastimar al partido sino a la sociedad en su conjunto, porque debía de hacer mucho más debate, ventilar más los temas.
“Un debate público de todos los temas, el del agua, el de la deuda e incluso el del mismo presupuesto. No con un ánimo de destruir ni mucho menos, sino con un ánimo de saber y tomar una decisión con responsabilidad y hacia el frente. En este caso no lo hubo y esos son retrocesos”.
De cara al 2018
Me parece que nadie duda que si en el entorno actual se realizaran elecciones, seguramente el PAN tendría aún peores elecciones, ¿podrá entonces recuperarse y estar en mejor forma para el proceso electoral de 2018? Se avizora sumamente improbable. Figueroa opina en el mismo sentido:
“Casi siempre pasa que el partido que tiene el poder, al menos en gubernaturas o presidencia de la república, en el siguiente proceso electoral tiene un resultado más malo todavía ¿Por qué? Por qué no terminan de acomodarse todavía y se ocupa enfrentarse a una realidad que te choque y esa realidad es el electorado. Que te ponga en tu lugar y entonces sí ya todo mundo diga, ¿ya qué más estamos esperando para ponernos de acuerdo?”
Creo que es lo que nos preguntamos muchos sonorenses ¿Qué están esperando para empezar a ponerse de acuerdo?