General

Maximato de López Obrador

Con mayoría calificada en el Congreso, el Presidente podrá operar las reformas constitucionales que incluyen adueñarse del Poder Judicial, de los órganos electorales, de los fondos de pensiones y empoderar todavía mas al ejército  

VÓRTICE Dr. Jorge Ballesteros                                                                                                                                                     

Enloquecido de poder y viendo que ya le quedan solo unos meses como presidente, el tartufo de palacio se niega a irse a la chingada (así se llama su rancho) como prometió y es que el poder marea a la gente normal y a los débiles mentales literalmente los enloquece.

Quiere ser el Plutarco Elías Calles de Macuspana y ciertamente se parecen en lo vil y perverso, pero aquel era creador de instituciones y este es destructor de las mismas.

Con actos de alquimia  electoral logro encumbrar a su corcholata y títere Claudia Sheinbaum a la presidencia de la república, a quien deberá de entregar en breve la banda presidencial, pero no el poder, ya que mañosamente llenó las cámaras de sus incondicionales de morena, del Verde Ecologista, del PT y demás partiditos remoras, con la complicidad del MC de su compadre Dante Delgado.

La nueva presidente Claudia Sheinbaum estará acotada y acojonada por López Obrador y tendrá que obedecer todas las indicaciones que le dé o se expondrá a la ingobernabilidad ya que la mayoría morenista en el Congreso de la Unión le amarrara las manos.

También la obligaran a meter a su gobierno a los parásitos de los hijos de AMLO que quiere prepararlos como sus sucesores y así seguir gobernando a través de ellos, ya en que su delirio, este anciano de 70 años, enfermo de gota, hipotiroidismo, angina inestable y deterioro cognoscitivo cerebral, se cree inmortal

El presidente Andrés Manuel López Obrador, una y otra vez prometió que concluido su mandato en octubre de 2024 se retiraría a su finca de Palenque y no participaría más en política, cambió de opinión. O quizá nunca pensó en ceder el poder al concluir su mandato. Y hoy, confeso, quiere perpetuarse en la Presidencia

López Obrador intenta, desde ahora, secuestrar la voluntad de la virtual presidenta electa. Lo quiere hacer imponiéndole una agenda a contracorriente, buscando un espacio dentro de su gobierno para continuar ejerciendo el poder a trasmano durante los próximos seis años.

Y lo que es todavía peor, habilitar a sus hijos para que vayan ocupando espacios políticos que los entronicen en la Presidencia en 2030 o antes, si desde el nuevo y dominante Congreso con Mayoría Calificada que López Obrador controlará, puede operar la revocación de mandato en 2027 para expulsar a Claudia Sheinbaum de la Presidencia.

La estrategia del todavía presidente es clara, diáfana, transparente como el agua. Con el agravante de que estas aguas tienen un penetrante tufo a dictadura disfrazada.

El primer paso obligado para el actual presidente es garantizar con sus aliados -incluso con la complicidad de Movimiento Ciudadano- la Mayoría Calificada en el Congreso.

De alcanzar esa Mayoría Calificada, que estaría en poder de Morena, de sus legisladores y de sus aliados del Partido Verde y del PT, se le otorgaría a López Obrador un extraordinario poder cuando en octubre próximo deje de su cargo.

Con ello, López Obrador podrá operar, en los días que le faltan para mudarse de Palacio Nacional, las reformas constitucionales que incluyen adueñarse del Poder Judicial, de los órganos electorales, de los fondos de pensiones y empoderar todavía más al Ejército a su servicio, al entregarle oficialmente la Guardia Nacional.

Desde su “retiro” en Palenque, al toque de una llamada telefónica, podrá controlar el gobierno de Claudia Sheinbaum con sólo frenar, en el nuevo Congreso dominado por Morena y operando con sus coordinadores, el apoyo o el bloqueo de las iniciativas que promueva la nueva presidenta. Así de sencillo.

Es tan evidente la ambición de poder de López Obrador que, incluso, ya le pidió a Claudia Sheinbaum una posición activa dentro de su gobierno. Dijo que, si lo invita a colaborar con ella, lo haría con gusto.

Pero Claudia no es AMLO, si durante el sexenio de este, agacho la cabeza y se mostraba como una mosquita muerta que seguía al pie de la  letra las ocurrencias de este tonto, los gritos insultos, llamados de atención, criticas en público, etc. agachando la cabeza y aguantando, para evitar que la quitara como su corcholata y agarrara a Ebrard o algún otro.

Sin embargo, ahora que Claudia tiene el poder debe de ser otra, y sacudirse a Obrador entregándolo por ejemplo a los Estados Unidos, donde debería de ser juzgado por sus ligas con el crimen organizado y por el contrabando de fentanilo a ese país donde más de 100 mil norteamericanos fallecen al año por consumo de ese opioide.

Claudia es más peligrosa que López Obrador, obviamente es más inteligente, más fanática izquierdista, y no fue puesta ahí por AMLO como se piensa o por el Foro de Sao Pablo, ni por supuesto, por el pueblo de México, al que le robaron esta elección, sino directamente por el poder mundial formado por las familias que controlan todo, como los Rothschild, Rockefeller, los Oppenheimer, los Morgan, los du Pont, los Murdoch, los Walton, Larry Flynt de Black Rock, etc.