Necesario rendir homenaje a nuestros héroes para no olvidar

Por Gabriel Rigo Gutiérrez E.
La historia tiene miles de héroes, unos más reconocidos que otros, pero todos, coincidentemente indispensables a la hora de definir un destino de gloria. Para el historiador y reconocido notario hermosillense, Juan Antonio Ruibal Corella, la guerra de Independencia de México pasó de noche para los sonorenses. Aunque no por esa circunstancia se debe dejar de reconocer, al contrario es indispensable para sacudir el espíritu del mexicano.
Entrevistado por “Primera Plana” desde su Notaría en la Colonia Centenario, el Lic. Ruibal Corella aclara un poco su garganta, ajusta los lentes, y comienza a dar un fascinante recorrido histórico disparando fechas, personajes, ciudades, anécdotas, muchas anécdotas.

Sin dudar lo afirma: en Sonora la Guerra de Independencia no se sintió.
La razón principal, explica, es que históricamente las entidades del norte del país siempre han estado más alejados del acontecer del centro. Así fue desde la etapa de la conquista española. “Lo que en el centro y en el sur se hizo a base de palos y sangre, aquí la huella misional fue definitiva, por eso somos diferentes al centro del país”, contextualiza con tranquilidad el experimentado abogado.
Pone sobre la mesa, solo como un ejemplo, la figura del Padre Francisco Eusebio Kino, una pieza clave para que en esta región se tomara otros derroteros, completamente distinto al cruento capítulo vivido en el centro.
Cuando comenzó el movimiento independentista, narra el abogado, el cura Miguel Hidalgo envió a esta región a Don José María González Hermosillo, su principal brazo armado. Sin embargo González Hermosillo nunca estuvo en Sonora, fue derrotado en San Ignacio Piaxtla, Nayarit. Años después, en honor al general se bautizó a esta ciudad Capital con su nombre, así como ocurrió con otros municipios.
Ruibal Corella reconoce que las conquistas que nos dio la Independencia en primer lugar es que abolió la esclavitud, nos hizo ciudadanos, nos dio aunque rudimentariamente, los actuales derechos a la información, a la libertad de expresión, a profesar la religión que más nos plazca.
“Sonora ha tenido a partir de la independencia cuatro Constituciones, 1824, 1848, 1873, y finalmente la Constitución vigente que nos rige que fue expedida en Magdalena el 5 de febrero de 1917. Orgullosamente lo digo porque un tío abuelo, Gabriel Corella fue constituyente”, confiesa.
Los héroes que nos dieron Patria
Durante estas fechas de septiembre, es común ver plazas públicas llenas de ciudadanos que con “vivas” recuerdan a esas figuras que llenan las páginas de la historia.
“Es un justo reconocimiento a esos héroes y por nada debemos olvidarlos, lo que pasa es que hay presidentes folclóricos como Echeverría, que gritaba “¡Vivan los pueblos del tercer mundo!” ¿Qué es eso?… era muy destemplado. Pero en esencia a mi me parece muy propio, es una sacudida al espíritu del mexicano para que se acuerde que los mexicanos de hoy no hemos sido los únicos que habitamos esta tierra sino que atrás de nosotros viene toda una pléyade de gente ilustre y distinguida entre ellos los que nos dieron patria, Hidalgo, Morelos, y aquí viene la polémica de si Iturbide fue héroe, pues claro que fue héroe aunque fue de “los malos” porque fue conservador y monárquico, pero él y Guerrero fueron los que cerraron el candado de esa etapa. Francisco Javier Mina, Mariano Abasolo, pero los más notables fueron los iniciadores”.
Es en ese sentido que Ruibal Corella insiste que es perfectamente válido y justo que se evoque a los héroes con respeto y con veneración. “Todos los pueblos del mundo rinden pleitesía a sus héroes, hay un historiador Thomas Carling, que decía La historia de los héroes es la historia de la humanidad, no tanto, no todos somos héroes, los héroes están hechos de cierto plus que no tiene el ciudadano común. Como el Pípila qué aventado en ir a dinamitar la Alhóndiga de Granaditas, en caso de los filibusteros de Caborca, la gente se refugió en el templo, un indígena pima que se llamaba Luis, empezó a lanzar flechas con fuego, la tos y el humo hizo salir a los filibusteros, no se salvó más que uno”.
Añade que hay miles de héroes anónimos y tenaces, como decía Jaime Torres Bodet ¿cuántos miles habrán y no se conoce?
Recuerda los dos hechos heroicos de mayor impacto en la población sonorense: la defensa de los filibusteros en Guaymas en 1854 y la Gesta Heroica de Caborca en 1857. Ambos sucesos fortalecieron la conciencia de nacionalidad. “De no haber sido por la valentía de los defensores guaymenses estuviéramos hablando en inglés”, bromea el Lic. Ruibal.
Finalmente reflexiona trae aquella frase de Orwell, “la escriben los vencedores”… pero agrega: aunque después vienen muchas aclaraciones.