No cuidarse del Covid, es pecado: Ruy Rendón

Por Redacción
Debido a que en este momento, en el país y en Sonora nos encontramos en el “pico” de contagios del nuevo coronavirus, no cuidarse podría ser considerado como un pecado, así lo consideró el Arzobispo de Hermosillo, Ruy Rendón Leal.
Entrevistado para el programa “De Primera Mano” con Ruiz Quirrín, el obispo comentó que la gente todo se lo atribuye a Dios, lo malo y lo bueno, pero también se tiene que cumplir con la parte de responsabilidad.
“Dios actúa, quiere nuestro bien, pero siempre espera de parte nuestra, nuestra responsabilidad, nuestro compromiso, es mi forma de pensar y a la luz de la fe, es la explicación. En el lenguaje popular estoy convencido también que nuestra gente todo se lo atribuye a Dios, lo malo y lo bueno. La gente dice es voluntad de Dios que me haya enfermado, no, muchas veces es por descuido o decisiones mal tomadas”.
Al cuestionarle de si es pecar dejárselo todo a Dios y no cuidarse del contagio del virus, Rendón Leal respondió que no en sentido estricto, pero sí no cuidarse dado las condiciones “críticas”.
“En sentido estricto no lo veo de esa manera (que sea pecado). Sería un pecado si uno sabiendo lo que está sucediendo alrededor, como vemos en México, en Sonora que estamos en el periodo más crítico de la pandemia, entonces si vez que está sucediendo esto no hagas tal cosa, no te expongas, cuídate. Si no lo hacemos, esas acciones sí pueden considerarse como pecados”.
El religioso explicó que Dios no quiere la enfermedad ni los accidentes, sino respeta esa libertad, entre comillas nuestra. “Lo que nos va sucediendo es como consecuencia o bien de las Leyes de la misma naturaleza o bien de esas buenas o malas decisiones que vamos tomando”.
Sin fecha para reabrir templos
Por otra parte adelantó que ya trabajan en las nuevas reglas para cuando se reabran los templos en Hermosillo, pero por lo pronto continuarán cerradas las puertas de las capillas, en tanto no se logre “aplanar la curva” de contagios de coronavirus.
“Personalmente, así lo he expresado a algunos sacerdotes, si estamos viendo que la línea es ascendente, todavía no llegamos a esa famosa meseta, ni hemos aplanado nada, pues mantendremos los templos cerrados, lo cual no significa que la Iglesia esté muerta, sino que se siguen realizando actividades pero a otro nivel de forma no habitual como estamos acostumbrados”.
El obispo adelantó que a partir de junio establecerán una fecha y la forma en que se regresará, implementando nuevos protocolos al interior.
De entrada dijo que el regreso no será multitudinario, sino gradual, para cuidar a la población más vulnerable a complicaciones derivadas del virus, como es el caso de los adultos mayores.
También dijo que harán reajustes en lo que refiere a la ocupación de bancas, la utilización de cubrebocas, sanitizar los espacios, así como el evitar los saludos.
El Arzobispo informó que para esto desde la Roma vinieron indicaciones básicas, mientras que la Conferencia del Episcopado Mexicano se generaron líneas generales, pero cada diócesis va adaptando ese procedimiento.
Refirió que en lo local se han mantenido en comunicación con la Secretaría de Salud, y en un consenso con laicos, sacerdotes, trabajan en todos estos protocolos para ver los mejores momentos y tiempos para reabrir capillas.
Añadió que en mantiene comunicación con el obispo de Nogales y Obregón para estar en sintonía y aplicar criterios comunes en todo el estado.