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«No se trata de perfección, se trata de esfuerzo y presencia: ¡Feliz Día del Padre !

«En el mejor de los casos, no se trata de perfección, se trata de esfuerzo y presencia, no por obligación, sino por amor»

Por Anónimo 
Para muchos, el Día del Padre trae a la mente la imagen familiar de un padre que es el hombre de la casa, que trabaja o que está de pie frente a una parrilla, con la corbata aflojada, sonriendo orgulloso, rodeado de su familia.

Pero más allá de esa imagen tan trillada, se esconde una verdad más profunda y variada. Una que merece celebrarse ahora más que nunca. Según recientes datos del censo, casi uno de cada cuatro niños vive sin un padre biológico en su hogar.Día del Padre: así evoluciona en el tiempo la relación padre-hijos

El Día del Padre no se trata solo de biología. Se trata de presencia. Se trata de los abuelos que nos enseñaron a pescar, de los padrastros que estuvieron presentes cuando no tenían que hacerlo, de los mentores que creyeron en nosotros cuando no podíamos creer en nosotros mismos. Se trata de cada hombre que nos ha brindado guía, protección, paciencia y amor.

Es fácil olvidar, entre el ruido de la vida diaria, lo silenciosamente poderosas que pueden ser las figuras paternas. Pueden ser testarudos y no siempre decir lo correcto, pero a menudo son quienes nos guían silenciosamente hacia adelante, incluso a su manera imperfecta. Agradezcamos a los padres y a las figuras paternas que se quedaron y estuvieron presentes.

Para algunos, este día trae una mezcla compleja de gratitud, dolor o ausencia. Pero incluso en ese espacio, hay lugar para la reflexión, para honrar a quienes llenaron el vacío.

La relación padre-hija: un amor esencial - Psico.mx
Porque, en el mejor de los casos, no se trata de perfección, se trata de esfuerzo y presencia, no por obligación, sino por amor. Así que, por los papás, los de voz suave y constante. Los que aparecen, no por reconocimiento, sino porque alguien los necesitaba.
Este domingo, los honramos y les agradecemos.
Con Amor, de la que llamas «Mi pequeña».