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Normalizar la violencia es peligroso

Entrevista con Cristina García, Jefa del GEAVI en Hermosillo; el pasado mes de agosto se emitieron más de 200 órdenes de protección a víctimas de violencia familiar

Por Gabriel Rigo Gutiérrez E.

La espiral de violencia al interior de las familias hermosillenses está incrementándose peligrosamente, más de 200 órdenes de restricción atiende mensualmente el Grupo Especializado de Atención a la Violencia Intrafamiliar (GEAVI).

A diario en los noticieros matutinos se escucha que la Policía Municipal arrestó a un tipo por golpear a la esposa, que una joven maltrató a la abuela, o situaciones más extremas como el reciente caso de un niño de cinco años en la colonia Real del Carmen, al poniente de Hermosillo, donde un vecino abusó de él, lo asesinó y enterró en un predio. Las víctimas de diversos tipos de violencia ahí están, solo que muy pocos se atreven a llamar al 911 y denunciar.

De acuerdo la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, en Sonora la prevalencia de violencia de pareja contra las mujeres de 15 años y más es de 38.4%. Y la prevalencia total de violencia contra mujeres de 15 años y más es de 71.6% (por arriba de la media nacional).

Es por eso que las autoridades han encendido luces de alerta. En el último informe de agosto que dio a conocer el Comité Ciudadano de Seguridad Pública de Sonora, registra que hubo 613 denuncias en agosto por violencia familiar en la entidad, lo que representa incremento de 30% comparado con el mes anterior (473 casos) y en el año ya se acumulan 4,304.

Sin embargo estas cifras contrastan con las incidencias reportadas al 9-1-1. Tan sólo en agosto se hicieron 4,313 llamadas de emergencia; y en total, de enero a agosto 36,064 ocasiones pidieron auxilio por situaciones de violencia familiar. Como se puede observar, no todas las llamadas terminan en una denuncia ante el Ministerio Público.

¿Cómo interviene la Policía en casos de violencia familiar?

Desde hace diez años al interior de la Policía de Hermosillo opera una Unidad que le da seguimiento a las situaciones de Violencia Intrafamiliar.

El grupo lo integran 17 oficiales, que están especializados en la rama, además de profesionales del derecho y psicólogos.

La comandante Cristina García, desde hace dos años encabeza el GEAVI, y platicó a semanario Primera Plana cómo es la dinámica de trabajo. De entrada precisó que el objetivo de ellos es proteger la vida e integridad física y emocional de las víctimas de violencia, ya sea mujeres, niños, adultos mayores e incluso varones.

García explicó que la intervención de GEAVI es una vez que el Ministerio Público, tras revisar una denuncia de Violencia, determina emitir (según su criterio) una orden de protección de la víctima. 

Expuso que tan solo en el mes de agosto, atendieron 219 órdenes de este tipo y realizaron 1,322 visitas, y 1,283 llamadas telefónicas, en total 2,605 acciones de seguimiento en el mes.

Narró que el trabajo de los oficiales consiste en primero acudir a realizar una entrevista, donde recaban datos suficientes para determinar el tipo de riesgo que está corriendo la víctima. Posteriormente realizan otra serie de visitas de seguimiento para saber si el agresor reincide. En todo momento, recalcó, siempre buscan orientar a las personas.

Importante poner freno al agresor

Explicó hay tipos de violencia: la física, la psicológica, la económica, la patrimonial, la sexual. En los casos que atiende GEAVI, la violencia psicológica es la más común, aunque aclaró que siempre va acompañada de otra y va de forma gradual. “La violencia nunca se va quedar estática, va escalar, si no la detenemos a tiempo”, dijo la comandante.

Comentó que hay ocasiones que la gente va tomando los actos de violencia al interior de la familia como una cosa normal, que pasa en cualquier hogar.

“No se imagina la ciudadanía el impacto que tiene una llamada al 911 o si hay la confianza con la persona, si está viendo que la víctima no se atreve a decirle a nadie, se puede acercar y decirle que la situación que está viviendo no es normal”.

Expuso que el trabajo de la prevención de violencia es desde los hijos. Por lo que hizo una serie de recomendaciones a los padres de familia: estar atentos a los cambios que detecten en los infantes, el humor, si se le quita la alegría, las ganas de jugar, si se comporta agresivo.  

Reveló con cierto dolor, que en el caso del niño Ian de la colonia Real del Carmen, a la Unidad nunca llegó orden de restricción.

La responsabilidad social y familiar

“La familia es el pilar de toda la sociedad y la violencia familiar no se va quedar en esas paredes, es como una olla de presión, no nos damos cuenta y está acumulándose y acumulándose, pero al momento que reviente ahí va impactar a toda la ciudad”.

Comentó que una buena familia va ser la cuna de los mejores ciudadanos y una familia donde haya violencia, va a ser la cuna de los peores delincuentes.

En este sentido recordó que la violencia familiar es un delito que se castiga de 1 a 6 años de prisión, contemplado en el artículo 234 del Código Penal de Sonora. La violencia para los menores de 1 a 12 años de presión, hasta pérdida de los derechos. También añadió que con una reforma local, se cambió infanticidio por homicidio infantil que marca una pena de cárcel de 30 a 70 años.