Origen de la palabra madre y su veneración

En México este festejo se fijó el día 10 de mayo, ya que ese es el mes consagrado a la Virgen y el día 10 fue elegido porque en aquella época se pagaba en las decenas. Siendo México el primer país latinoamericano en rendir homenaje a las madres.
Por Marina Brauer
La palabra madre es tan antigua como el idioma mismo y proviene de la palabra latina mātĕr, que significa “madre”. Esto verificado en algunos escritos romanos en los que aparece la expresión “de pietate in matrem” que significa devoción de una madre.
También se relaciona con matrem, que se empleaba en la antigua Roma para describir a una “sacerdotisa”, “fuente”, “origen” usado a su vez como “el nombre respetuoso que le daban a las mujeres”. Algunos estudiosos asocian la palabra madre a la expresión latina “alma mater” usada para describir a la diosa madre por los romano en la antigüedad y más tarde se aplicó para hacer alusión a la Virgen María. ¿Pero de donde surge la palabra mamá? La Real Academia probablemente se adaptó de la etimología española, creen que proviene del latín mamma, que se relaciona con el pecho de la madre.
En cuanto a la definición de la palabra madre, se pueden encontrar diferentes conceptos:
“Mujer que da nacimiento a un niño” o bien “una mujer que cría y educa un niño”; también hace alusión a “una mujer que, por sus contribuciones, crea o funda algo” como María Curie, a la que algunos consideran “la madre de la Era Atómica” o lo que es fuente de muchas cosas, como “la Madre Naturaleza”.
Ahora en cuanto a la celebración de las madres y el dar regalos ese día. Los primeros indicios de esta celebración se localizan en Egipto, donde se rendía culto a Isis, la gran diosa madre y se le ofrendaba con objetos valiosos y se le adoraba por ser la creadora de vida. Mientras que en la antigua Grecia se homenajeaban a Rhea, la madre de los dioses más poderosos Zeus, Poseidón y Hades. Esta tradición también la adoptaron los romanos, que pasaron a rendir culto durante tres días al año a la diosa Cibeles, la diosa Madre, a la que llevaban flores.
En la época cristiana se adopta la festividad greco-romana, pero ofrendando a la madre de Jesús, la Virgen María. Al llegar el siglo XVII se comenzó a honrar a la iglesia madre (donde se había celebrado el bautismo del creyente) el cuarto domingo de pascua con flores y regalos. De esta tradición se deriva en algo parecido al día de la madre actual. Sin embargo esta fecha no siempre ha sido en la que se celebraba el Día de la Madre, ya que el papa Pio IX, en 1854, decidió establecer el 8 de diciembre como el día de homenaje a la Virgen María y también como el Día de la Madre.
El origen contemporáneo de esta celebración en muchos países se remonta a 1865, cuando en Estados Unidos se congregaron todas las madres de familia víctimas de la guerra de Secesión y comenzaron las propuestas para dedicar un día a rendir homenaje a las madres, pero no fue sino hasta 1907 cuando la estadounidense Ana Revés Jarvis se reunió con un grupo de amigos y les planteó el reto de trabajar para que se estableciera una fecha para esta celebración. En 1914 el presidente Wilson Woodrow anunció el Día de la Madre como celebración oficial el segundo domingo de mayo, ya que la madre de Ana Jarvis, muere el segundo domingo de mayo de 1905.
En México el inicio de este festejo se remonta al 13 de abril de 1922, día en que el fundador del diario Excélsior, Rafael Alducin, lanzó una convocaría nacional para elegir una fecha especial para rendir homenaje a las madres mexicanas, y se fija el día 10 de mayo, ya que ese es el mes consagrado a la Virgen y el día 10 fue elegido porque en aquella época se pagaba en las decenas. Siendo México el primer país latinoamericano en rendir homenaje a las madres.
En nuestro país existen leyendas virreinales donde se veneraban a mujeres que sacrificaban para convertirlas en Madres.
Existen muchas versiones de una Diosa Prehispánica a la cual un sacerdote le dijo:
“Al final de la fiesta has de morir para dejar este cuerpo joven y convertirte en la diosa, en nuestra madre”. Esas fueron las palabras que un sacerdote le dirigió a Xilonen, nombre otorgado a las doncellas destinadas al sacrificio ritual en honor de una de las deidades más veneradas por los pueblos originarios del centro de México.
Durante 20 días agasajaron a Xilonen. Los pobladores celebran la octava fiesta de su calendario.
En su santuario estaba ella, la primera mujer de todos los tiempos según la visión mexica del mundo. La deidad era pétrea; lucía un atuendo blanco y una larga cabellera que simbolizaba el pelo de elote. Su enorme boca abierta aguardaba no sola la vida de Xilonen quién sería decapitada con un cuchillo de obsidiana y descorazonada en ofrenda.
Ese ritual marcaría el inicio de una época de bonanza, así que rociaron sangre sobre Cihuacóatl, madre de los mexicas, o más propiamente, Toanatzin (“nuestra madre”) diosa de la fertilidad.
También Cihuacóatl, o la serpiente hembra representaba el sustento del ser humano. Era la encargada de atraer la lluvia, por eso era tan importante para los xochimilcas. No solo ellos la adoraron, también estuvo en los alteres de pueblos chinamperos como Cuitláhuac (hoy Tláhuac) y Culhuacán.
Es importante mencionar estas deidades ya que son parte de las grandes tradiciones nacionales.
Por ese motivo en México hasta la actualidad es un día muy importante para festejar a las Madres, no olvidando que ser mamá es la profesión más importante del planeta y más ahora que además se convirtieron en educadoras virtuales profesionistas y esposas.
MUCHAS FELICIDADES A TODAS LAS MADRES DEL MUNDO.