Origen y tradición de la charrería
Por Enrique “Kiki” Vega Galindo/
La charrería es la fiesta más lujosa y cara que existe. Ser charro es formar parte del desarrollo económico nacional; el 14 de septiembre se festeja su día
Los mejores charros y mariachis, existen en los Estados Unidos. Septiembre es considerado oficialmente por el Gobierno Mexicano como el mes patrio. Dando énfasis en la celebración de una serie de actividades sociales, educativas y culturales para afianzar el amor y orgullo ante los símbolos patrios, y aquellos hombres que en su momento dado fueron sacrificados en sus vidas para constituirse en un legado histórico de la Nación Mexicana, y quienes son considerados como: héroes.
Si bien es cierto que los vaqueros nacieron en el Estado de California y fueron los precursores de las festividades conocidas como: Rodeo, cuya esencia fue enmarcada por los mexicanos nacidos en este Estado, y la cual posteriormente se adaptó a la cultura norteamericana de los cuáqueros, quienes se connotaron con el distintivo de Cowboys.
En contra posición o como alternativa cultural que permitiera afianzar los valores culturales del pueblo México-norteamericano, los descendientes directos de los peninsulares españoles, quienes se distinguían principalmente por ser rancheros acaudalados, adoptaron una fiesta tradicional de los moros-árabes a la cual bautizaron con el nombre de Charrería.
Con el firme propósito de que en suelo norteamericano no se perdiera la idiosincrasia de los valores mexicanos como lo son: la religión católica, la Virgen de Guadalupe y la Bandera Mexicana. Ser un charro, es un orgullo mexicano. Sus principales raíces las podemos encontrar en el Estado de Arizona, donde los mexicanos de este Estado estuvieron en conflicto con los Cowboys texanos. Y donde la guerra racial y de desprecio contra los “frijoludos” y “grasientos” mexicanos fue mayor.
La Charrería que fue llevada a los Estados Unidos por los aborígenes mexicanos, criollos y mestizos nació en la tierra de Los Otomíes, estos indios despreciaban los trabajos pesados, entonces los españoles los incorporaron a sus actividades económicas y de esta forma se convirtieron en Agricultores criadores de ganado bovino y caballar, a los cuales la Corona Española les denomino: Charros.
Principalmente porque se distinguieron en el buen uso del caballo, y su pericia y destreza para lograr hacer que jinete y caballo fueran una sola pieza. La Charrería nació en Pachuca, Hidalgo el 16 de noviembre de 1619 bajo el auspicio del Misionero Jesuita Gabriel de Tapia, y fueron 22 indios otomíes los primeros vaqueros mexicanos.
Ya desde 1555 habían surgido las primeras sillas de montar mexicanas, y fueron diferentes de las españolas, diseñadas especialmente para uso vaquero. En 1880, apareció el famoso e internacionalmente conocido como: “El Charro Ponciano”, en cuya figura se han tejido a su alrededor corridos y películas. Su nombre fue Ponciano Díaz, nativo de la Hacienda de Atenco en el Estado de Hidalgo. Este hombre se distinguió por ser espectacular montando a caballo. A él se debe la mezcla de la charrería con la Tauromaquia convirtiéndola en una admiración.
Fue el primer hombre en ejecutar la suerte de banderillas a caballo, inventada por Ignacio Graeda. A Ponciano se le juntaron sus amigos con quienes formo el primer Club de Charros, y ellos fueron: Agustín y Vicente Oropeza, Celso González, Vicente Conde, y Manuel González Argón. Conocidos a nivel mundial como: Los Siete Magníficos. Quienes viajaron a España en 1889 a dar una exhibición de la charrería y toros al estilo mexicano.
Los charros o chinacos fueron los que consumaron la Guerra de Independencia, la Revolución Mexicana. Los Charros dieron origen a los mariachis y la música bravía mexicana. Para los gringos en 1894 el espectáculo de los charros fue presentado por primera vez en Nueva York, quienes quedaron asombrados con Vicente Oropeza, cuando floreaba y lanzaba el lazo.
En 1900 estos charros viajaron a París, Francia, quienes se llenaron de gloria al mostrar sus suertes que exhibían. Estos intrépidos hombres y sus finos caballos fueron a presentarse en: Argentina, Colombia, Venezuela, Chile, Estados Unidos, Canadá, España y Portugal. Son, han sido, fueron y seguirán siendo los principales patrocinadores y promotores del arte ecuestre conocido como la charrería. Convirtiendo el festejo en una inmortal tradición. La charrería ha sido tema y propiedad de: poetas, músicos, pintores, historiadores, artesanos y personajes internacionales de reconocida cultura amantes de nuestra tradición y cultura mexicana.
La charrería es la fiesta más lujosa y cara que existe en el planeta tierra. Desde el mismo caballo que tiene que ser de raza pura y por sus venas corra sangre con sabor a charrería. Ser charro es formar parte del desarrollo económico nacional y en especial de: la sastrería, sombrerería, platería, zapatería, fustería, talabartería, curtiduría, fabricación de zarapes, elaboración de reatas, bordados y trabajos de pita.
La charrería fue declarada como Deporte Nacional por el Señor Presidente Don Manuel Ávila Camacho, quien instituyó el 14 de Septiembre como el Día del Charro. De ahí el hecho de que este mes de Septiembre sea considerado como el Mes Patrio. Para los cual desde ese entonces quedó plasmado en la historia y oficialmente comprometiendo el documento a que los Gobiernos Federales, Estatales y Municipales, creen un programa artístico-cultural para promover y difundir el sentimiento de la nación mexicana, el programa debe de ser dirigido principalmente a nivel escolar en lo referente a pre-primaria y primaria, para asentar en los niños el valor histórico más importante de México como lo es la charrería.
La principales suertes de la charrería que se miden y califican en puntajes para designar al ganador son: El Ahorcado, La Mangana a Pie, El Paso de la Muerte, Florear la Reata, Coleadores, la Terna, Calas, Piales, Jineteo de Novillos, Jineteo de Yegua, Mangana a Caballo. El espectáculo más hermoso de una Federación de Charros, que presenta en su Lienzo, son: Las Escaramuzas ejecutadas por bellas amazonas, integradas por las mujeres de los charros donde participan desde niñas hasta mujeres mayores de edad.
Los Charros viven y dominan los mejores negocios o empresas tanto en México como en Los Estados Unidos, en este último país, empezaron su penetración en 1897 cuando la aparición de Los Cuaqueros en Arizona al descubrirse los primeros yacimientos minerales. Los indios mexicanos residentes en Norteamérica huyeron a las montañas a esconderse para no ser aniquilados, y en aquellos lugares se encontraron caballos salvajes que habitaban esos lugares desde la época de Cristóbal Colon, los cuales trajo para que se reprodujeran en el Nuevo Mundo. Estos mexicanos con el tiempo se convirtieron en grandes propietarios de manadas de caballos. Y se dedicaron a contrarrestar la influencia transcultural al adoptar las fiestas de la Colonia conocidas como La Charrería. De ahí pasaron a Utah, Nevada, California, Texas, y actualmente no existe un solo rincón en los Estados Unidos de Norteamérica donde no exista un Lienzo Charro y una Organización o Federación de Charro. En este país los Charros celebran su fiesta el 5 de Mayo.
Así que las Fiestas Patrias Mexicanas deben de ser conservadas por los Gobiernos y ser defendidas por los ciudadanos mexicanos. En la actualidad estos festejos han sido bastante distorsionados por los representantes públicos al utilizar un Festejo Nacional como una borrachera, donde corren ríos de cerveza y licor, Palenques con presentación de artistas y peleas de gallos, que se han convertido en los desplumaderos oficiales. Malo, muy malo pero es la realidad.
Por lo general en los Lienzos Charros no se venden bebidas embriagantes, ya que el festejo es familiar, pero sí reina la música de tambora y todo tipo de antojitos mexicanos. La Charrería es una fiesta sana.
*El Autor es: Sociólogo, Historiador, Escritor e Investigador.
Correo electrónico:evegagalindo1@yahoo.com
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