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Pagué por mis actos: Sallard

«Pagué por mis actos y ahora soy un hombre libre», afirmó a través de una carta pública, Óscar Alejandro Sallard, quien renunció a la dirección de Capacitación del Instituto Electoral de Sonora a unas horas de tomar protesta, luego de revelarse que estuvo preso en Estados Unidos por narcotráfico.

En un comunicado enviado a medios de comunicación, Sallard pidió disculpas a los miembros del Instituto Electoral y a la ciudadanía, ya que sólo pensaba retomar su vida reinsertado en la sociedad luego de cometer un delito.

«Soy un hombre de leyes y, como tal, no sólo reconozco que hace unos meses cometí un error, sino también un delito», expone Sallard.

«Me declaré culpable y asumí las consecuencias de mis actos. Pagué por ellos en Estados Unidos. Hoy soy un hombre libre sin cuentas pendientes con la justicia. Ni en México ni en ningún otro país», sostiene.

EL NORTE publicó hoy sobre la renuncia de Óscar Alejandro Sallard la tarde del viernes, a unas horas de rendir protesta como Director de Capacitación Electoral, al revelarse que fue detenido el 23 de enero de este año en la garita De Concini, en Nogales, con un cargamento de 173 kilos de mariguana.

El hombre fue sentenciado a un año de prisión, pero obtuvo su libertad el 27 de septiembre y menos de dos meses después formó parte de manera efímera del Instituto Estatal Electoral.

«Pido perdón a los miembros del consejo por haber colocado a esta institución, con mi nombramiento, en una situación difícil y bajo sospecha».

«Entiendo que en un contexto político tan enrarecido como el actual fue un error absurdo haber aceptado mi nombramiento como integrante de la estructura del Consejo Estatal Electoral. Asumo la parte que me corresponde».

Sallard pide a los medios de comunicación no lo busquen en persona, ya que la difusión de su caso teme ponga en riesgo su vida.

«La persona que me proporcionó el vehículo en el que me trasladaba a Nogales, Arizona, y que me engañó, desapareció de la faz de la tierra. No tengo manera de localizarlo ni me interesa. Pero él o ellos sí saben quién soy yo y dónde encontrarme».

Rolando Chacón/EL NORTE