¿Por qué empeñarse en un modelo fracasado para la UniSon?

De Primera Mano
Por Francisco Javier Ruiz Quirrín
SI BIEN es cierto que en el dictamen elaborado por las comisiones de Gobernación y Educación del Congreso del Estado, se retiró la figura del nuevo “Consejo de Gobierno” contemplada en la iniciativa del Gobernador Alfonso Durazo para exponer ante el pleno una nueva Ley que rija los destinos de la Universidad de Sonora, existe la posibilidad de que el texto que será votado por la mayoría aplastante de MORENA, regrese a la Alma Mater a un escenario ya vivido y fracasado, vigente en la Ley 103, antes de la actual Ley 4.
Marco Antonio Valencia Arvizu, rector de la UniSon en el tiempo en que se promovió la Ley 4, fue testigo de aquel desorden y caos que invadió el campus universitario en los años setentas y ochentas, a consecuencia de la instalación de un Consejo Universitario que nomás no funcionó.
Y ahí están los hechos. Ahí está la historia.
En la iniciativa para esta “Ley Durazo”, se concluyó eliminar el artículo tercero, transitorio, que contemplaba la facultad del Congreso del Estado para designar a los primeros integrantes de lo que sería el “Consejo de Gobierno”, que sustituiría a la actual Junta Universitaria.
Resultaba obvio pensar que en esa disposición las manos del gobierno sentarían las bases para la elección del próximo Rector de la máxima casa de estudios. Esto fue duramente criticado por dirigentes y académicos, pero también por líderes extrauniversitarios, ya que resultaba obvio la violación a la autonomía de la institución.
En los cambios contemplados por las comisiones de Gobernación y Educación del Congreso, ayer, al eliminarse la figura del “Consejo de Gobierno”, sus facultades se trasladaron al “Colegio Universitario”, el que estaría integrado por más de 130 personas, con representaciones de estudiantes, maestros, trabajadores y de la sociedad.
En el criterio del exrector, Marco Antonio Valencia Arvizu, este concepto ya se había aplicado en la Ley 103, antes de la vigente Ley 4 y, dijo el maestro, “fue un rotundo fracaso”.
Además, como se ha reiterado, falta una respuesta a la pregunta, ¿Por qué la “Ley Durazo” muestra un mayor interés en la forma de elegir Rector, en vez de sustentar una visión que proyecte mucho más las tareas de investigación, difusión de la cultura y que busque una grandeza mayor de la Alma Mater, en los próximos 25 y 50 años?
Sería muy penoso, que se vote una reforma que tenga un efecto regresivo en una institución que, como se ha dicho por propios y extraños, es la más trascendente que se ha construido en Sonora.
CON LA declaración de culpabilidad para Genaro García Luna en la Corte de Nueva York, el Presidente López Obrador tiene material de sobra para retomar sus ataques contra sus antecesores, pero sobre todo en contra del expresidente Felipe Calderón, su némesis… Y al parecer, es más que suficiente que uno de los testigos de la Fiscalía de los Estados Unidos (el exfiscal del estado de Nayarit) haya rendido testimonio en el sentido de que Calderón sabía que la protección del gobierno era para Joaquín “Chapo” Guzmán, durante su sexenio, para que la “cuatroté” le dé vueltas a esa versión en todos los foros posibles… No sólo eso… También AMLO arremeterá contra el “periodo neoliberal”, el que considera los 35 años antes de su llegada a palacio nacional en el 2018, para ampliar sus señalamientos de corrupción en dicha época… Otra realidad incuestionable es que ante el mundo, México acredita su calidad de país corrupto y es algo que envuelve incluso al actual sexenio… Esto no puede desligarse con solo declaraciones. POR DEMÁS lamentable que FORBES, haya registrado a Ciudad Obregón como la tercera ciudad más violenta del mundo… Y qué penoso además, que dentro del “Top-Ten”, es decir, dentro de las diez primeras ciudades más violentas del mundo, nueve estén en México… Sólo Nuevo Orleans, en los Estados Unidos, se incluye en esa selección… Y estos registros no son del periodo “neoliberal” al que tanto acude para sus críticas el Presidente… Es en este tiempo… En su gob