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Pseudofeminismo 4T

Para apreciar el impacto que tiene el rechazo de las mujeres a la candidatura de un violador al gobierno del estado de Guerrero, debiéramos registrar que el tema ha logrado sacar al Presidente de la comodidad de su agenda complaciente

Por Juan J. Sánchez Meza

Como si a las mujeres no les sobraran motivos para protestar, el egocentrismo del presidente de México lo lleva a proclamar que esa protesta lo tiene a él —sólo a él— como destinatario a través de la derecha “infiltrada” entre las mujeres buenas, obedientes y pacíficas que —pobrecillas— se han dejado sorprender por los malhadados intereses empeñados en evitar la transformación de México.

Empleando el único recurso verdaderamente a su alcance, es decir, el simplismo reduccionista, el presidente ha decidido que en México el movimiento de protesta de las mujeres no es otra cosa que una maniobra perversa en manos de sus enemigos. De un plumazo, desde la fortaleza acorazada de su Palacio Nacional, ha ordenado la inexistencia del feminicidio, la desigualdad laboral, el abuso sexual, la degradación familiar, la desigualdad política de millones de mujeres mexicanas.

En nadie reconoce el presidente de México el derecho a expropiarle la definición de feminismo, limitada a la designación de un elenco de colaboradoras dóciles que se quiebran la cabeza para malabarear fórmulas alambicadas en la ingrata cuanto imposible tarea de explicar a los simple mortales el sui géneris e incomprensible feminismo del presidente.

Este 8 de marzo, otra vez, bien por la mujeres a las que la pandemia no ha silenciado ni las privó de hacer sentir su presencia, sus reclamos y su enojo: por todos los medios, en todas las formas, presenciales y virtuales, volvieron a recordarnos que siguen ahí, victimizadas en los hechos y exaltadas en los discursos y las felicitaciones y abrazos no exentos de hipocresía y una amplia variedad de trámites que impone a la política el calendario celebratorio de una fecha que a todos debiera avergonzar.

Movimiento único, nacido desde la realidad del dolor, la pérdida, el ninguneo, el maltrato, la cerrazón y la repulsa mojigata, las mujeres trascenderán las mezquindades de las ofertas electorales interesadas y seguirán ahí, zarandeando interminablemente nuestras conciencias, exhibiéndonos como la sociedad profundamente injusta que somos.

Ya vimos que no habrá López Obradores ni izquierdismos de opereta o pandemia que las detenga ni mediatice. Más nos vale a todos los mexicanos, hombres y mujeres, convencernos de que no van a parar, no van a negociar ni van a retroceder. No están buscando organización, gremio o partido que las represente o hable por ellas; son ellas hablando por ellas y por las que les faltan.

Entendamos que esto ya no es el feminismo intelectual de las mujeres cultas, universitarias, de la ciudad de México, sino de todas aquellas centenas de miles que se les han agregado y que no proclaman la sociedad igualitaria del futuro, sino las que están exigiendo ya, aquí y ahora, que dejen de matarlas, golpearlas, extorsionarlas, marginarlas. En pocas palabras, son las que están luchando nada más y nada menos que por algo tan sencillo y tan complejo como una vida digna.

No les importa quién sea el candidato de Morena al gobierno de Guerrero, las indigna —como debiera indignarnos a todos— que el presidente de México se haya convertido en defensor de oficio de este individuo y que confunda el oportunismo electoral y la lucha por el poder con la exigencia del respeto elemental hacia la mujer.

Sólo para apreciar el impacto que tiene el rechazo de las mujeres a la candidatura de un violador al gobierno del estado de Guerrero, debiéramos registrar que el tema ha logrado sacar al presidente de la comodidad de su agenda complaciente en la que la economía mexicana se recupera a ritmo acelerado, la pandemia está bajo control y la vacunación anti covid 19 marcha viento en popa.

El reclamo femenino ha exhibido las enormes incapacidades del régimen para entenderlo siquiera y como, además, no aparece en la rígida enumeración de sus prioridades, carece en lo absoluto de políticas públicas y compromisos de gobierno para atenderlo.   

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@JuanJaimeSM50