DE PRIMERA MANOGeneral

¿Puede el Gobierno del Estado disponer de la presa ALR?

Conagua garantiza el abasto de agua potable para los ciudadanos y agrícolas de gran parte del estado, a demás de las próximas lluvias venideras

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

EL GOBERNADOR Alfonso Durazo hizo la precisión ayer que el propósito de vender la presa “Abelardo L. Rodríguez” para obtener recursos y construir tres presas más -aguas arriba- en el Río Sonora, está sujeto a la aprobación de la Comisión Nacional del Agua.

Se advierte entonces que si CONAGUA no aprueba el proyecto, éste quedaría cancelado.

También se dijo que se conformaría un cuerpo técnico para realizar los estudios de viabilidad, los que tardarían meses.

El hecho es que aparejado con el tema del agua, la decisión de encontrarle una razón económica a la venta de los terrenos en la presa “ALR”, no puede hacer a un lado el aspecto jurídico.

Y ahí surge el primer cuestionamiento: ¿Puede el Gobierno del Estado disponer de un vaso donde se juntan dos ríos y que por razones técnicas-históricas fue declarada reserva ecológica?

La Constitución ordena que los mares, ríos y lagos dentro del territorio nacional, son propiedad de la nación. Luego entonces, para poder disponer de ellos, habría qué llevar a cabo un proceso de desincorporación de la Federación para otorgar la facultad de disposición a la autoridad local.

Para desarrollar el proyecto del vado del río, hace 30 años, se debió lograr una autorización del gobierno federal, porque se estaba disponiendo de terrenos del vaso de un río, propiedad de la nación.

En cuanto a la venta de ese “vaso” en la presa “ALR”, sí habría grupos económicos que “se lamerían los bigotes”, porque estarían las condiciones propicias para construir un lago que formara parte de un proyecto inmobiliario alterno y con las viabilidades técnicas propias de los ingenieros de la iniciativa privada.

Aún existen muchas dudas sobre esta idea expuesta originalmente en Ciudad Obregón por el Gobernador Durazo.

Si se abundara en información sobre el propósito final de este proyecto, quizá encontraría un mayor eco entre los expertos y la población en general.

Lamentablemente, se carece de operadores capaces y esto incluye el tema de la comunicación política.

MIENTRAS tanto, la respuesta a este anuncio de parte del presidente municipal de Hermosillo, Antonio “Toño” Astiazarán, creo, fue la más adecuada: “El proyecto puede tener una gran utilidad. Bienvenidas nuevas fuentes de abastecimiento de agua para la ciudad capital del Estado”.

EN SU CONFERENCIA de prensa ayer, el Gobernador Durazo no solo puso el ejemplo al avalar la eficacia de la vacuna cubana “Abdalá”, la que se aplicó en prevención de la nueva ola de COVID, sino que también anunció su próximo viaje a Bruselas, la capital de Bélgica, buscando contactos y apoyos para sus proyectos modernizadores en el Estado… Sobre la mesa hay una apuesta… ¿De quién se hará acompañar el Gobernador? ¿De Francisco Javier Acuña Méndez? ¿Nuevamente se hará a un lado a la titular de Economía, Margarita Vélez de la Rocha, quien no fue invitada al viaje a Taiwan?

LO MÁS sorprendente de noticias como el descubrimiento de dieciocho osamentas humanas en la región de Sonoyta y un crematorio clandestino en la Costa de Hermosillo, es que no pasa nada… ¿Y qué quieres que pase?, preguntaría alguien… Bueno, es que la labor que llevan a cabo los grupos de madres buscadoras y rastreadoras esperando localizar a sus familiares desaparecidos, es un trabajo que debería realizar la autoridad y no los deudos del delito de desaparición forzada… Se esperaría mínimo el anuncio de una estrategia oficial que dejara como primer mensaje, que en el Estado hay autoridad y que está actuando… No es así… El trabajo de dependencias encargadas de combatir la delincuencia en Sonora, se conforman con llevar una contabilidad de los homicidios dolosos y otros delitos, para festejar en el momento en que dichos números vayan a la baja… Y eso es todo… Las protestas de la sociedad civil, son tomadas desde palacio nacional, como “politiquería”… Es el México que vivimos en la tercera década del siglo XXI.