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¿Qué hemos aprendido?

Evitar el rebrote de Covid también parece inevitable y cada minuto más cerca. Ya sabemos que la capacidad en nuestro sistema de salud será la misma, entonces debemos poner a prueba nuestras propias capacidades

Por David Figueroa O.

El deseo de vivir de los mexicanos y los sonorenses es mucho más fuerte que el miedo a morir, así ha quedado plasmado en las imágenes de bares, restaurantes, reuniones y playas; en este contexto y a las puertas de un rebrote de Covid-19 cabe preguntarnos ¿qué aprendimos durante la cuarentena?

Pero también debemos preguntarnos muy seriamente qué aprendimos de nuestras propias medidas, desde las autoridades hasta cada uno en lo personal, en el ámbito familiar y laboral.

Lo primero es mantener la única certeza de que el ansiado color verde está aún muy lejos de esta nueva realidad y la vacunación masiva también.

Apenas las autoridades hicieron oficial los colores naranja y amarillos que indican un menos nivel de riesgo al contagio con sus respectivas permisividades y millones de personas salieron a la calle con tal seguridad y confianza que asombra, como si no hubiesen perdido algún ser querido, o como si ellos mismos fueran inmunes; lo que es peor, como si con sus acciones no arriesgaran a otros.

Las dolorosas cifras de muertes presuntamente sorprendieron al gobierno federal, pero no a médicos ni especialistas que sabiendo lo que enfrentan cada día en condiciones normales, supieron lo que venía con una pandemia mundial.

Hasta hoy un millón de muertes a nivel mundial y se estima que podría llegar a 2 millones. De las 12 mil 500 muertes que se alcanzarían en México según el primer pronóstico del Subsecretario Hugo López-Gatell, ya vamos en 76 mil 603 al 28 de septiembre.

Y como ya lo confirmó muy a su pesar el mismo López-Gatell en entrevista a Milenio, para este mes de octubre se espera un rebrote que podría llenar de nuevo los hospitales en el país. Entre 118 y 153 mil podría llegar la cifra de muertes en nuestro país a diciembre de este año según el Instituto de Métricas y Evaluación de Salud de la Universidad de Washington.

Ante la incertidumbre en el mundo entero cada gobierno toma sus propias decisiones en base a sus circunstancias. Rusia reactiva la cuarentena mientras Panamá apenas reactiva actividades.

Incluso la reducción de restricciones en las actividades sociales en países como Nueva Zelanda, España, Noruega, Corea del Sur, Reino Unido o el mismo Japón trajo consecuencias muy distintas en las que según analistas científicos influyó la presente o ausente estrategia de medidas claras y coherentes en las distintas etapas de la pandemia hasta el día de hoy.

Cinco indicadores fueron determinados como claves en el proceso de toma de decisiones para la reactivación social y económica según la revista británica The Lancet:

  1. El conocimiento del estado de la infección
  2. La participación de la comunidad
  3. Las capacidades de la salud pública
  4. La capacidad del sistema de salud
  5. Los controles fronterizos

Dicho esto dando un vistazo a México, está dicho todo. ¿Qué nivel de claridad y coherencia han mostrado las autoridades desde la declaración de la OMS a principios de año que confirmó la pandemia?

Su análisis, el de las autoridades de salud en nuestro país explica que de 12 mil 500 muertes pronosticadas a las más de 76 mil que hoy lamentablemente se contabilizan, se debe a los padecimientos de los pacientes como: tabaquismo, diabetes, hipertensión y obesidad; a sus hábitos alimentarios; a los medios de comunicación; a la corrupción; a la brecha entre ricos y pobres; o hasta la competencia en la industria farmacéutica.

Es decir que muy claro no tienen el camino a seguir ante este escenario catastrófico.

Evitar el rebrote también parece inevitable y cada minuto más cerca. Ya sabemos que la capacidad en nuestro sistema de salud será la misma, entonces debemos poner a prueba nuestras propias capacidades.

Luego entonces la clave es el orden, el respeto y reglas uniformes, imparciales e iguales para todos. Empresas, iglesias, supermercados o restaurantes. Primero establecer reglas claras, luego hacerlas cumplir y establecer ahora sí, controles fronterizos incluso a nivel regional si es necesario.

El Covid-19 llegó para quedarse y debemos vivir con ello, llegará el momento en que podremos combatirlo con mayor certeza científicamente hablando, pero por hoy es urgente recordar que sigue ahí. Que no es parte del pasado y que por muchas ganas que tengamos de vivir, divertirnos y sobrellevar las pérdidas de cada uno, tenemos que seguirnos cuidando.

Pensar que si no me importa, que si lo olvido y me distraigo no pasa nada, no hará que Covid-19 desaparezca de nuestras vidas y nuestro entorno. Cada día se suman más amigos, familiares y conocidos a la lista de infectados. No vivamos como si no pasara nada, la responsabilidad es de cada uno pero afecta a todos.

Recordemos que no son números, son historias perdidas, oportunidades truncadas, anhelos convertidos en cenizas. Que el deseo de vivir sea pues tan grande que estemos dispuestos a prevenir la muerte.

Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través del correo electrónico [email protected]; y en redes sociales: Twitter @DavidFigueroaO /Fb David Figueroa O.