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Regreso al pasado

El Acuerdo anunciado por el presidente Peña Nieto nos regresa a la década de los ochentas, los temas propuestos son nobles pero: ¿Qué no todas estas acciones deberían de ser parte cotidiana de un gobierno?

Por David Figueroa

México está en crisis y en camino de empeorar; el gasolinazo ha sido la gota que derramó el vaso y ya no hay palabras ni frases que convenzan, no hay credibilidad en la clase gobernante por eso quizás el presidente Enrique Peña Nieto nos regresa al pasado con la firma del Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y Protección de la Economía Familiar, igual como lo hiciera el ex presidente Miguel de la Madrid cuando el país se convulsionaba hace 30 años.

Este mecanismo utilizado en la década de los ochentas como instrumento de control corporativista y que funcionaba medianamente para validar los famosos “Ajustes de Cinturón” que solo se aplicaban al ciudadano pero que jamás limitó y mucho menos castigo la corrupción, los excesos y los privilegios de la clase gobernante que hoy mantienen indignada y movilizada a la sociedad mexicana.

El Acuerdo anunciado propone agenda en cuatro ejes:

  1. Proteger la economía familiar.
  2. Fomentar el empleo.
  3. Preservar estabilidad económica.
  4. Privilegiar la legalidad y el estado de derecho.

Se anuncia el compromiso del sector empresarial para evitar que se incurra en un incremento desmedido de precios de bienes y servicios; y así evitar fenómenos especulativos que afecten principalmente productos de la canasta básica.

Lo que no se precisa es cómo el aumento en los combustibles no repercutirá en los precios de productos y servicios.

Por parte del gobierno se anuncia una reducción en sueldos de funcionarios de un 10% así como medidas para el fortalecimiento del crédito a través de la banca de desarrollo, subsidios para el transporte público que incluyen la conversión a gas de las unidades y la aplicación de programas de seguridad social como las guarderías del IMSS entre otros.

De entrada los temas propuestos son nobles pero la pregunta es: ¿Qué no todas estas acciones deberían de ser parte cotidiana de un gobierno? ¿Dónde están entonces las acciones extraordinarias que disminuyan el impacto del gasolinazo?

Todavía no terminaba el evento protocolario de la reunión, para cuando  COPARMEX anunciaba que no firmarían el Acuerdo por ser improvisado, incompleto e insuficiente; por su parte los gobernadores que se encontraban en su reunión plenaria en la CONAGO expresaron que no fueron tomados en cuenta y que ni siquiera conocían el texto del acuerdo.

Estas acciones terminan por generar una mayor indignación ciudadana que parece el gobierno no quiere entender.

Lo que sí quedo claro después de la firma de este Acuerdo, es que el presidente Enrique Peña Nieto no dará marcha atrás al gasolinazo; lo que crispará aun más la indignación de una sociedad enardecida que peligrosamente está tomando caminos desesperados.

Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través del correo electrónico [email protected]; y  en redes sociales: Twitter @DavidFigueroaO / Fb David Figueroa O.

*David Figueroa Ortega es empresario, Ex Cónsul de México en Los Ángeles y San José California; Ex Diputado Federal; Ex Alcalde de Agua Prieta; Ex Dirigente del PAN en Sonora.