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Retoma el Festival Ortiz Tirado su enfoque

Por Feliciano J. Espriella/

“A pesar de que lo estamos haciendo con menos dinero que las ediciones anteriores, estamos realizando una muestra importante de eventos, son alrededor de 100 eventos que involucran a 700 artistas, muchos de ellos talentos regionales”

Reconocido como uno de los eventos más importantes en su tipo en el norte del país, el Festival Alfonso Ortiz Tirado (FAOT) en su edición 2016 retoma el objetivo con el que se creó.

En la ‘Ciudad de los Portales’, Álamos Sonora, un grupo de sus moradores realizó una velada literario-musical para homenajear a uno de sus más ilustres coterráneos, el Dr. Alfonso Ortiz Tirado, el jueves 24 de enero de 1985, aniversario de su natalicio. Asistieron alrededor de cien personas.

En 1987 y 1988 el evento artístico inició exactamente los días 24 de enero. Los asistentes llenaban además del auditorio y los pasillos, el patio anexo, donde se colocaron bocinas y sillas.

En 1990, el festival —que había cambiado su nombre original de Remembranzas— se celebró durante tres días. Entonces adquirió el nombre de Festival Dr. Alfonso Ortiz Tirado.

En 1991 el evento se realizó durante cinco días y los dos años siguientes se extendió a diez, de viernes a domingo. A partir de 1994 y hasta la fecha, se celebra durante nueve días.

A partir de 2004, en su XX edición, el Festival retomó su esencia musical y se consolidó como el escenario por excelencia para la interpretación del canto operístico en nuestro estado.

Lamentablemente en los últimos años se fue desviando un tanto de este enfoque, lo que derivó en críticas y protestas de la población alamense e incluso de los descendientes del ‘homenajeado’, a quien hasta se dejó de mencionar en el mismo título del evento.

Los habitantes de la colonial ciudad sonorense vieron con agrado y orgullo crecer en importancia, calidad, manifestaciones artísticas y número de visitantes su evento en el transcurso del tiempo. Sin embargo en algún momento se les empezó a salir de control a los organizadores y, según lo manifestaron abiertamente algunos alamenses, empezó a parecerse un poco a las ferias en las que los visitantes van más en plan de jolgorio que en busca de arte.

Se empezó a privilegiar lo popular en detrimento de lo artístico y creció indiscriminadamente el consumo de bebidas alcohólicas.

La semana pasada el director del Instituto Sonorense de Cultura, Mario Welfo Álvarez Beltrán, presentó la edición 2016 que se desarrollará del 22 al 30 de enero. Posteriormente concedió una entrevista a este semanario, en la que puntualizamos algunos detalles.

El festival en sus últimas ediciones ha generado algunas inconformidades entre la población alamense, quejas por pleitos y diversas manifestaciones de violencia ¿Van a hacer algo al respecto?

Voy a comentar dos detalles que encontré cuando comenzamos a organizar el evento. Uno es que recibimos dos cartas, uno de la sociedad alamense y otro de la comunidad americana que radica en Álamos.

Mario Welfo Álvarez, director del Instituto Sonorense de Cultura abunda sobre las actividades e innovaciones preparadas para el Festival Alfonso Ortiz Tirado. (Foto: Yovani Flores)
A petición de la comunidad de Álamos en la organización se prevé reforzar la vigilancia en el primer cuadro de la ciudad para evitar el consumo inmoderado de alcohol.

Lo que nos piden es que en esta nueva etapa haya mucha organización, mucha seguridad en los eventos y control en el tema del consumo de alcohol que deriva en situaciones incómodas. Ha habido pleitos, botellazos, daños a casas, cristalazos. Específicamente nos pedían poner mucha atención en el escenario del rock y obramos en consecuencia.

De hecho, ha habido alguna inquietud en redes sociales por qué no pusimos ahora en marcha el escenario del rock.

Fue una decisión personal la de repartir los eventos que se presentaban en ese  escenario para otras sedes. Por eso ‘Jenny and the Mexicats’ va a estar en Navojoa y allí mismo en Álamos, abrimos otro escenario en ‘La Alameda’ con algunas participaciones importantes. Viene Edmundo Briceño, un pilar del rock mexicano, un ícono.

De dos a tres días de rock vamos a tener siete días con grupos de rock, le vamos a dar un valor importante al rock étnico, que si bien para muchos no está posicionado en nuestra mente, pero hay miembros de las etnias mayo y yaqui que cantan Hi Hop, Rock e incluso Rap.

Por ello decidimos distribuir el escenario de rock. Además estaba alejado, estaba en un lugar un tanto oscuro. Además les solicitamos a las autoridades que haya más vigilancia y efectivos de seguridad en el primer cuadro de la ciudad para evitar el consumo inmoderado de alcohol.

Algunos críticos han cuestionado la calidad del evento ¿Qué nos puede decir sobre este tema?

Si me preguntan a mí, yo voy a decir que es un extraordinario festival, primero por el esfuerzo que estamos realizando. Lo hicimos en dos meses y medio.

Considero que este es un extraordinario festival por dos cosas. Primero, porque a pesar de que lo estamos haciendo con menos dinero que las ediciones anteriores, estamos realizando una muestra importante de eventos, son alrededor de cien eventos que involucran a 700 artistas, muchos de ellos talentos regionales.

Aunque no esté en el programa tendremos ‘Ruta del Arte’ con diferente característica y la estamos redimensionando. La estamos haciendo más amplia en un programa aparte.

Hay la ruta del arte con una dimensión nueva. Estamos poniendo parte escultórica en las calles, la gente se va a topar con arte visual escultórico. Estamos también proponiendo tomar algunas paredes, como un proyecto en Hermosillo de la calle Sufragio Efectivo donde se están pintando algunos murales caídos y los están convirtiendo en arte.

En Álamos vamos a tomar una o dos paredes y compañeros muralistas se van a dedicar durante el Festival a hacer su obra de arte en murales.

Mario Welfo Álvarez, director del Instituto Sonorense de Cultura abunda sobre las actividades e innovaciones preparadas para el Festival Alfonso Ortiz Tirado. (Foto: Yovani Flores)
Mario Welfo Álvarez, director del Instituto Sonorense de Cultura abunda sobre las actividades e innovaciones preparadas para el Festival Alfonso Ortiz Tirado. (Foto: Yovani Flores)

Lo que también considero importante comentar es que cumplimos con el tema internacional. Tendremos dos cantantes de primer nivel, tenor y bajo. Nos acompaña también Cassandra Zoé Velasco, mezzosoprano, quien estuvo el año pasado pero no como solista sino formando parte de un elenco.

Uno de los tenores de Ucrania que nos compaña ha tenido participación en algunos conciertos con Plácido Domingo. Entonces, sí estamos hablando de extraordinaria calidad. Muchas veces la calidad no es sinónimo de popularidad, es un buen programa considero yo.

Parte importante también son nuestros artistas,  tenemos incluida a nuestro premio estatal de la juventud, la soprano Valeria Quijada.

En las últimas ediciones se comentó que el evento se estaba alejando de su estructura original ¿Han hecho algo en relación a ello?

El festival justamente, a juicio de algunas otras personas, se estaba desviando de su estructura operística. Nosotros para esa ocasión y atendiendo ese reclamo, quisimos retomar la figura de Alfonso Ortiz Tirado y la figura de la ópera en general.

¿En ópera qué se ha estado haciendo? No tengo conocimiento si se había hecho algo en materia de ópera para niños, conciertos didácticos, entonces son muchas actividades que visten y es importante decirlo.

A mi criterio es un extraordinario programa, esto implica ya a juicio personal un esfuerzo muy importante que los que estamos adentro si nos sentimos realmente conformes y halagados de poder llevarle a los sonorenses esto.

Los descendientes del Dr. Ortiz Tirado se han quejado en algunas ocasiones que se le da un enfoque mínimo a la memoria del homenajeado ¿Se le va a dar mayor relevancia en esta edición?

Tendremos algunas obras de teatro que relatan la vida del doctor. Ante todo era médico alamense y tenor mexicano. Vamos a tener dos obras de teatro que relatan la vida del médico, una en las calles y otra en un pequeño foro.

La vida de Alfonso Ortiz Tirado como un alamense, como una persona que caminaba por las calles como cualquier nativo de Álamos. Vamos a tener dos obras de teatro repetidas en algunas ocasiones durante el festival que relatan su vida.

Se comenta que se pondrá en escena una ópera de un compositor sonorense, pero hay poca información al respecto, me gustaría nos la ampliaran.

Sí. De Alfonso Molina, hijo del licenciado Alfonso Molina Ruibal. Un gran compositor sonorense que va a interpretar la ópera “Inmigrante Ilegal”, es una obra que relata el tema derivado de la migración fronteriza. Es un talento sonorense, estudioso de la música y profesionalmente dedicado a esta entre otras cosas.

Alfonso Molina Romo, tiene ya varios meses trabajando en esta puesta, acaba de ganar una beca de Conaculta al talento joven musical.

Es una muestra del gran talento sonorense que tenemos. Inmigrante ilegal trata temas como la inmigración, la xenofobia, el patriotismo y el derecho a la propiedad privada en los Estados Unidos; está basada en hechos reales y experiencias personales del compositor. Es una ópera contemporánea en un acto, que invita a experimentar nuevos temas en la ópera, una historia políticamente cargada de valores estadounidenses y contradicciones entrelazadas con la amistad, el amor y un inesperado desenlace, todo con una innovadora instrumentación característica de la ópera del siglo XXI.

 

Como cada vez que empieza una nueva administración hay cierto escepticismo sobre la organización y calidad del evento ¿Qué nos pudieras comentar a favor de esta edición?

Qué pudiera decir de este festival. Que esperamos mucho. Que esperamos que la gente lo disfrute y que los artistas sientan nuevamente ese orgullo por el Ortiz Tirado.

En alguna ocasión, la gobernadora Claudia Pavlovich nos comentaba que su objetivo era que los ojos del mundo estuvieran en Sonora. Pero, nos dijo, primero tenemos que rescatar lo de adentro. Necesitamos que los ojos de Sonora volteen nuevamente a Sonora y yo creo que eso estamos haciendo con este festival.

Que nosotros mismos nos veamos a nosotros mismos, que nos sintamos orgullosos de nosotros mismos porque precisamente se había acabado, se había desvirtuado un poco ese orgullo por lo que tenemos. Para que el mundo voltee hacia nosotros, nosotros tenemos que voltear hacia nosotros y sentirnos orgullosos de lo que tenemos, y entonces por allí va este festival.