Se acabó el apoyo de Grupo México para remediar el Río Sonora: Segob

El delegado de Gobernación, Wenceslao Cota Montoya, abunda sobre los dos conflictos que en este momento mantienen atención de la Federación: rescate del Río Sonora y solución al conflicto en Loma de Bácum
Por Gerardo Moreno y Gabriel Rigo Gutiérrez E.
El ejercicio de gobierno siempre lleva a tomar decisiones y con ello, invariablemente la posibilidad de exponerse a todo tipo de reacciones. Pero en el abanico de sucesos, son los temas sensibles y políticos donde interviene la Secretaría de Gobernación.
En las oficinas de la Delegación Sonora de la Segob, hay dos asuntos considerados como prioritarios: el seguimiento a desastre ecológico causado por el derrame tóxico en el Río Sonora, y la construcción del gasoducto.
En entrevista para Semanario “Primera Plana”, el delegado de Gobernación, Wenceslao Cota Montoya, abunda sobre ambos casos, explicando el estatus que guardan cada uno de ellos.
90 kilómetros por territorio yaqui
Cuestionado sobre la oposición de un grupo de yaquis en Loma de Bácum, a la construcción del Gasoducto Sonora, el también coordinador de los delegados federales, pone en contexto la situación, recordando que cuatro años atrás la Secretaría de Energía (Sener) consultó e informó a los ocho pueblos yaquis del proyecto que atravesaría los 90 kilómetros de territorio yaqui.

Siete aceptaron, solo Loma de Bácum se opuso porque tenían dudas de los riesgos.
Debido a la importancia de la obra y la aceptación de los otros pueblos, determinaron seguir sin el consentimiento de Bácum, explicó el delegado.
“Es un atractivo para inversionistas, desarrolladores, para el sector industrial que se requiere en el estado, entonces definitivamente el proyecto es altamente importante para el desarrollo de Sonora y del país, por eso hay que ponderar el valor que tiene el proyecto”.
Cota Montoya es claro al referir que se puso en la balanza el beneficio de la obra, como asegurar que no ponía en riesgo la seguridad o integridad física de las personas.
Hace tres semanas, el conflicto revivió cuando los opositores excavaron, dañaron y sustrajeron siete metros del cableado, poniendo en riesgo a la comunidad. Es ahí donde de nueva cuenta intervino la Segob, como una especie de mediador.
El delegado detalló que este tipo de infraestructura, está equipada con sensores y cableados de fibra óptica para monitorear las condiciones de seguridad del ducto. Tras los actos vandálicos, Protección Civil ordenó a IEnova —empresa operadora del gasoducto— reparar las afectaciones para evitar riesgos.
De nueva cuenta Segob y otras dependencias federales se acercaron a dialogar con los inconformes.
Sin embargo, el Gobierno Federal reconoce que un grupo de habitantes de Loma de Bácum presentaron una serie de recursos legales contra el gasoducto, pero todavía no está resuelto y no hay una resolución firme de parte de un tribunal federal.
“Hoy ya está reparado el gasoducto en ese lugar, no existen trabajos realizándose en esa zona, la compañía ya atravesó territorio Yaqui y sigue caminando su construcción hasta su destino”.
En este sentido el delegado de Segob exhorta a los opositores a reflexionar y hacer conciencia del modo de actuar, valorar los beneficios que puede tener para los mismos yaquis y el gran desarrollo que traerá para el sur del estado.
Rezagos sociales en territorio Yaqui
Derivado de las mesas de diálogos con los pueblos originarios del yaqui, Wenceslao Cota reconoce la tarea pendiente de las autoridades para atender el rezago social.
Agua potable, energía eléctrica, escuelas, proyectos productivos, son algunas de las peticiones surgidas de los encuentros. Todas estas carencias, sostiene, se pueden atender si trabajan en conjunto autoridades Federales, Estatales y las tradicionales.
Sin embargo, apunta, ellos deben estar abiertos a dialogar y con civilidad y con voluntad de cumplir compromisos para detonar el desarrollo de los pueblos indígenas y de todo Sonora.
“Creo que de esa forma trabajando los tres juntos, donde esté el Gobierno Federal por un lado, el Gobierno del Estado por el otro y la tribu Yaqui empujando por el otro, vamos a encontrar resoluciones en conjunto, no se debe perder esa hermandad cuando buscamos lo mismo, el desarrollo de todos”, dijo.
Para esto ya tuvieron una primera reunión donde estuvieron los delegados federales y secretarios del Estado que tienen programas que pueden beneficiar a los yaquis y los representantes de los ocho pueblos en la comunidad de Huirivis, y se ha ido avanzando en el tema.
Caso Río Sonora, estrategia fallida
En cuanto a la remediación de la afectación que tuvo el Río Sonora por el derrame de tóxicos por la Mina Buenavista del Cobre de Grupo México, el delegado de Gobernación reconoce que falló la estrategia desde el inicio.
Y es que como se recordará tras el establecimiento del Fideicomiso, lo primero fue repartir dinero y aunque el fin era que la zona del río no cayera en un estancamiento, a decir del funcionario federal generó más conflictos internos de lo que mejoró la condición de las familias.
Sin embargo, Wenceslao Cota, comparte la visión del Secretario de Salud, José Narro Robles, quien la semana pasada declaró que en este caso existe una corresponsabilidad de los gobiernos y Grupo México, tras no atenderse debidamente a las víctimas.
El derrame tóxico del seis de agosto del 2014 en el río fue tan grave que pasó a los planos internacionales como la peor tragedia ambiental al contaminar un río con lixiviados de cobre.
Durante estos tres años, las autoridades han trabajado para resarcir el daño y lograr resurgir a la zona, pero un asunto pendiente explica, es que aún permanece la percepción de que el río sigue contaminado y el agua no se puede usar.
En ese sentido, refiere, los cuatro entes responsables deben crear las condiciones para que los pobladores del río Sonora confíen plenamente en sus instituciones.
Con documentos estadísticos en mano, el delegado de Segob asegura que los niveles de metales pesados se normalizaron a lo que dicta la Norma Oficial Mexicana y así se han mantenido.
“Se han realizado más de cinco mil 162 muestras del agua en el río y se han hecho 136 mil 116 análisis de todo lo que es aguas superficiales y subterráneas del río, es decir de los pozos y la que está a la vista. La etapa crítica fue cuando pasó la contaminación del río y después llegó a su nivel y de ese momento no ha pasado, lo que indica que no está el agua contaminada el agua para el uso del consumo humano”.
Reconoce que una de las fallas, radica en no dar la información completa, veraz y oportuna a la sociedad, sobre las condiciones de contaminación que hay en la zona y por eso continúa la mala imagen.
El reto es reactivar la zona

En estos últimos meses, el delegado de Segob en coordinación con alcaldes y dependencias federales, han trabajado coordinadamente para dar a conocer la información oficial por las autoridades competentes.
A tres años de la tragedia ecológica, para Wenceslao Cota no hay vuelta de hoja y considera se debe hablar sobre los siguientes puntos torales:
Que los ciudadanos sepan que la contaminación del río Sonora ya pasó, que no habrá más apoyos económicos directos de parte de Grupo México porque el fideicomiso ya se acabó, y ahora se debe buscar reactivar la región con proyectos productivos.
Ya se han reunido con cuatro alcaldes de los ocho municipios afectados, para darles a conocer el beneficio de la Ley de Desarrollo Económico Especial del Río Sonora.
Con este mecanismo legal, Estado y Federación deben inyectarle recursos directos a la generación de empleos, empresas y proyectos en la región para que se reactive y detone la zona.
Todavía están recabando información de las necesidades y proyectos para detonar la zona del Río, e incluirlos a partir del presupuesto del 2018.
Los compromisos de EPN para Sonora
El delegado de la Secretaría de Gobernación considera que en Sonora en estos momentos se respira un optimismo de parte de la ciudadanía por los proyectos, acciones y programas que se están aplicando en el estado, sin embargo gran parte tiene que ver con el apoyo que la Federación tiene con la entidad, sumado a la gran capacidad de gestión de la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano.
Por ejemplo, el hospital que se terminó en Nogales se construyó totalmente con mil millones de pesos puestos totalmente con recurso Federal, el 70% de avance que tiene la modernización de la carretera cuatro carriles es una inversión de 15 mil millones de pesos del Gobierno Federal. También se ha invertido más de ocho mil millones de pesos en programas sociales como “Prospera”.
En ese contexto, precisa que el Gobierno Federal invirtió directamente en Sonora 56 mil millones de pesos, desde obras de infraestructura, programas, acciones, apoyos de créditos de todos tipos. Y este año ya se han invertido 25 mil millones de pesos.
Recordó que el presidente Enrique Peña Nieto realizó tres compromisos claros en Sonora: un hospital del IMSS en Nogales, la modernización del puerto de Guaymas y falta terminar la carretera cuatro carriles.
A pesar de esto, reconoció que incluso en Sonora el titular del Ejecutivo Federal tiene una percepción negativa de aceptación. Pero es atribuible a las decisiones difíciles que ha tenido que tomar en el ejercicio de gobierno, como las seis reformas estructurales, donde buscó formas diferentes de hacer las cosas y romper paradigmas a pesar que no fueran populares.
Añadió que este tipo de decisiones siempre tienen un alto grado de oposición y tienen un costo político en la persona, pero a la larga y cuando ya se vean asentadas y consolidadas las reformas, en especial la energética, y los cambios surtan efectos directos, la misma sociedad volteará al pasado y le reconocerá haber tomado esas decisiones.