Destacada

¿Se quiere repetir el modelo libio para desnuclearizar a Corea del Norte?

El acuerdo a que llegaron las dos Coreas que pone fin a la amenaza nuclear que se cernía en el horizonte. Sin embargo, hay un tercero que no quiere esta reunificación y es EE.UU., ya que no le conviene a los grandes señores de la guerra

Por Dr. Jorge Ballesteros

Luego de que las dos Coreas pactaran la desnuclearización de la península, EE.UU. está considerando aplicar un modelo de negociación de ese proceso similar al que condujo al desarme nuclear de Libia en 2004. Así lo afirmó el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, subrayando que su país no pretende otorgar concesiones previas a Pyongyang.

«Tenemos en mente el modelo de Libia de 2003, 2004», indicó Bolton en entrevista con Fox News, recordando que entonces el líder libio Muammar Gaddafi envió a EE.UU. los componentes y equipos asociados al desarrollo de armas de destrucción masiva para su destrucción, tras haber anunciado el abandono «voluntario» de su programa nuclear.

Trump amenazó que el «modelo libio», como ocurrió con Gadafi, solo tendría lugar si no se puede llegar a un acuerdo con Corea del Norte. «No podemos permitir que ese país tenga armas nucleares», dijo

«Este modelo, si se fijan en este modelo con Gadafi, fue una devastación total. Fuimos allí para vencerlo. Ahora este modelo sería el más probable si nosotros no llegamos a un acuerdo, probablemente. Pero si llegamos a un acuerdo, creo que Kim Jong-un va a estar muy, muy feliz», agregó Trump.

En abril del año pasado, en la ciudad de Pyongyang, Corea del Sur exhibió parte de su armamento nuclear.

El 20 de octubre de 2011, tras meses de protestas contra el gobierno en Libia, seguidas de guerra civil y de la intervención extranjera, el exlíder libio Muammar Gaddafi fue capturado y brutalmente asesinado por los rebeldes. Las operaciones de la OTAN en Libia en apoyo a los rebeldes precipitaron el derrumbe del gobierno de Gadafi.

«Obviamente hay diferencias. El programa de Libia era mucho más pequeño, pero ese fue básicamente el acuerdo que hicimos», añadió el controversial asesor.

Después de abandonar su programa nuclear Libia recibió en pago un “bombardeo humanitario” y una invasión masiva del país que le costó la tortura y muerte de su presidente Muammar Gaddafi, por parte de las fuerzas de la OTAN lideradas por Estados Unidos.

La invasión de Libia «hizo más para socavar los derechos humanos que para protegerlos». Así, según el informe más reciente de Amnistía Internacional sobre Libia, ahora hay tres gobiernos rivales compitiendo por el poder en el país junto con varias milicias, contrabandistas y otros grupos armados diversos. 

De acuerdo con el informe, todos los participantes del conflicto armado «llevaron a cabo ataques indiscriminados en zonas densamente pobladas que causaron la muerte de civiles y homicidios ilegítimos». Además, grupos armados detuvieron a miles de personas. En las cárceles se generalizaron la tortura y otros malos tratos «y, para colmo, los esclavos se venden en los mercados públicos de Libia».

¿Esto le espera  a Corea del Norte? No lo creemos, su presidente Kim Jong-un ha demostrado ser un astuto negociador y lo cierto es que Corea del Norte no va a renunciar a sus armas nucleares, ya que sí «recuerda las lecciones de Irak, y especialmente de Libia», y considera que estas armas «son la única garantía de su supervivencia política y, en parte, física». Una cosa es que lo diga por conveniencia política y económica y otra muy diferente a que lo vaya a hacer.

Los bombardeos en la República Yugoslava de 1999 fueron el primer caso en que se justificó una invasión militar bajo el pretexto de «intervención humanitaria.

Los ataques aéreos se realizaron desde el fin de marzo hasta el 10 de junio de 1999. Según las estimaciones vigentes, bajo las bombas fallecieron unas 2.500 personas y más de 10.000 resultaron heridas. El daño económico se estimó entre 30.000 y 100.000 millones de dólares.

Los bombardeos de Yugoslavia resultaron encarnar todos los aspectos modernos de una típica operación de cambio de régimen, practicada hasta hoy en día por EE.UU. y sus aliados, señala el periodista Adam Garrie del medio británico Off-Guardian

«El nuevo modelo, compuesto por una serie de pasos calculados, ha sido exitosamente repetido en Afganistán, Irak, Libia y, sin éxito, en Siria.  

Bajo el mismo pretexto, en 2011, Estados Unidos lanzó ataques devastadores contra las tropas gubernamentales libias con misiles de crucero y bombas aéreas. Paralelamente, la OTAN armaba a los grupos insurgentes y dotaba a los combatientes con material bélico necesario lo que resultó en la caída del Gobierno y la propagación del caos, sin solución hasta hoy en día.

Contra Siria, también, los países occidentales lanzan regularmente acusaciones de crear «crisis humanitarias» y «llevar a cabo ataques indiscriminados contra su propio pueblo», pretextos semejantes a los usados anteriormente para justificar invasiones militares de la OTAN.

Bajo el pretexto de «intervención humanitaria», un debatido concepto del derecho internacional que busca determinar una ‘frontera’ entre la soberanía de un Estado y la obligación de la comunidad internacional de interferir en la situación en el terreno sin la aprobación de sus gobernantes.

No obstante, el pretexto se ha hecho popular para justificar el derrocamiento  de Gobiernos incómodos.

Por otro lado, al igual que toda la comunidad internacional, nos congratulamos del acuerdo a que llegaron las dos Coreas que pone fin a la amenaza nuclear que se cernía en el horizonte.

Sin embargo, hay un tercero que no quiere esta reunificación de las dos Coreas y es los EE.UU., ya que no le conviene a los grandes señores de la guerra, se les acabaría su negocio ya que viven del armamento que venden a sus aliados una vez que les han metido miedo de una confrontación con Corea del Norte, de hecho han vendido una gran cantidad de aviones, radares, navíos, misiles, etc. a Corea del Sur y a Japón y Estados Unidos ha aumentado de forma notable el presupuesto armamentista beneficiando al poderoso complejo industrial militar.

Por eso la provocación de las maniobras militares con Corea del Sur que ha provocado que en los últimos días, Corea del Norte suspenda sus conversaciones con Corea del Sur por las maniobras militares que realiza con Estados Unidos.

También amenazó con cancelar la cumbre con Trump si Washington y sus aliados siguen con sus acciones provocativas y presionan para la desnuclearización unilateral y sin garantías de Pyongyang.

Trump ha amenazado con que, de cancelarse el encuentro, proseguiría su campaña de máxima presión y sanciones contra Corea del Norte. Esperamos que por el bien del mundo, prevalezca un poco de cordura y de buen juicio en Donald Trump y de que no trate de imponer la ley de la selva en las relaciones internacionales.