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Semana Santa desde casa

Las tradicionales fiestas de los matachines de Mátape fueron canceladas por la emergencia sanitaria del coronavirus.

La Semana Santa es un tiempo de reflexión y creo que esta vez nos obliga a que lo tomemos tal como es, no es una semana para ir a bailar y cotorrear a los pueblos o playas; no juzgo que normalmente se tome de esa manera, sin embargo, si este año nos quedamos en casa podemos aprovecharla edificándonos

Por Karla Karina Flores

Estamos a unos días de que llegue Semana Santa, normalmente en nuestro estado la gente aprovecha estos días para irse a descansar a sus pueblos y ser partícipe de los eventos que año tras año se programan en diversas regiones de Sonora, o bien, irse de vacaciones a nuestras lindas playas.

Este año nos toca una Semana Santa distinta ahora desde casa, a raíz de la pandemia del COVID19 los planes cambian, posponemos los viajes para dar sentido a cosas de mayor importancia como la oración, la familia y la salud; después cuando esto pase, porque les aseguro que pasará, tendremos tiempo de viajar por Sonora.

Los pueblos cancelaron sus tradicionales bailes de Semana Santa, así como los rituales de estos días tan grandes y con mucho sentido para la fe católica, sin embargo creo que al estar pasando por esta pandemia quienes tenemos fe en alguien superior a nosotros llamado Dios, Padre, o Jehová, debemos de ser conscientes que cada día de vida es un día grande de misericordia divina.

“Lo esencial es invisible a los ojos”: Antoine de Saint-Exupéry #QuédateEnCasa

Quizá en esta columna no te hablaré tanto de una recomendación de viaje por el contexto que estamos sobrellevando, me gustaría agregar a estas letras, mi querido lector, la petición de que aproveches estos días de encierro (para quienes puedan hacerlo) para realizar una verdadera cuaresma de oración y transformación.

Me encantaron algunas publicaciones de redes sociales en donde nos invitan a que al terminar este proceso de cuarentena seamos mejores seres humanos, tanto con nuestro prójimo como con nuestra Tierra que está descansando de la contaminación humana.

He estado pendiente de las noticias y creo que debemos de enfocarnos en las recomendaciones de prevención que se nos indican, más allá de la psicosis que se vive por el miedo del virus. Tomar esta situación con la mejor de las actitudes y enfocar nuestro tiempo en cosas edificantes y productivas, aprovechar el tiempo con nuestra familia y ponernos a orar. Así dejamos de emitir malas energías que suficientes existen hoy en día.

Entre tantos asuntos que se tratan en las redes, vi la molestia por la cancelación de las fiestas de Semana Santa en algunos pueblos, de verdad me sorprendí; es cierto que el COVID19 afectará la economía regional, pero no hay que pensar en actuar como si dicho virus no existiera y hacer una vida cotidiana y lo mismo de siempre, sino en maneras de aprender a vivir distinto mientras esta situación se controla y así poder recuperar lo que se llegue a afectar.

La Semana Santa es un tiempo de reflexión y creo que esta vez nos obliga a que lo tomemos tal como es, no es una semana para ir a bailar y cotorrear a los pueblos o playas; no juzgo que normalmente se tome de esa manera, sin embargo, si este año nos quedamos en casa podemos aprovecharla edificándonos.

Me encanta viajar y más por mi Sonora querida, mis planes eran ir a Mátape, Villa Pesqueira, a grabar a los famosos matachines que año tras año salen el domingo de resurrección llenos de gozo y color, mostrando un espectáculo magnifico, el cual te recomiendo de conocer pero por esta ocasión, no este año. Mi recomendación es quedarse en casa hasta tener la mejor noticia del COVID19, que espero sea pronto.

Viajemos todos siempre por Sonora en otros tiempos más favorables, mis queridos lectores de Primera Plana, nosotros marcaremos diferencia con edificación, actitud positiva y haciendo caso a nuestras autoridades, pero sobre todo confiando en un Dios todopoderoso. Como siempre yo les agradezco que existan.