
El escritor Julio César Figueroa relata en su nuevo libro una serie de historias de terror ocurridas en conocidos rincones de nuestra región ¿ficción o realidad?
Por Rigo Gutiérrez E.
A pie, en moto o en su jeep todo terreno, Julio César Figueroa se ha adentrado en misteriosos poblados sonorenses donde se cuentan historias y leyendas que ponen la ‘piel de gallina’ a cualquiera.
El autor de “Historias de Kayak” y “Bermejo”, recuerda que “Sombras de Sonora: Cuentos y Leyendas Regionales” se fue dando de manera natural, pues en sus recorridos entre ruinas y el monte, fue desenterrando las historias.
“Mi esposa desde hace mucho me decía, ‘Súbete en la moto y vete por los pueblos y platica con la gente y escribe las historias’. Me gustó mucho la idea”, recuerda.
Pero fue en diciembre pasado cuando al escuchar una experiencia paranormal de una compañera de trabajo decidió poner manos a la obras y darle forma al proyecto.
¿Cuántos relatos vienen?
Son diez historias. No inventé mucho porque son cuentos que te aseguro conoces y has oído hablar de ellos porque son regionales, a lo mejor en cada estado tiene su adaptación aunque tal vez desde otra perspectiva.
¿Has visto algo paranormal en esos lugares?
No. Gracias a Dios. Tal vez no he visto nada. Pero ahí está el gusanito.
¿Se podrían considerar historias de terror?
Sí, claro. O cabrían en el género de terror light. No es algo grotesco, con sangre o cosas así violentas o desgarradoras. Es como para podérselo leer un niño. De hecho, mi esposa me decía que ya que esté consolidado el proyecto, vea la manera de cómo ir a las escuelas a leer estos cuentos, porque sí son así light.
En estas historias ¿en dónde está la frontera entre la ficción y la realidad?
Yo creo que el límite sería el que no puedes comprobar algo. No lo puedes comprobar científicamente, pero son cosas que el populacho decimos, «pasó»… Entonces son historias reales de las leyendas.
¿Cómo fue el trabajo de investigación o documentación para las historias?
Platicar con personas, leer y documentarme. Al igual que en el libro “Bermejo” y las “Historias en Kayak” tratamos de entretenerte un poco, de acompañarte al café, te va a dejar algo de historia.
Por lo menos la semillita para averiguar más y lo mismo pasa en estos cuentos. O sea, entre que los fantasmas y los espantos y lo chistoso, ahí está un poquito de historia de nuestra región, de los pueblos. Entonces, sí, tiene historia, la fuente más fiable para ese tipo de cosas, por ejemplo es la gente vieja de los pueblos y las historias viejas.
¿Estuvo en estos lugares que narra?
Sí. Y qué bueno que lo preguntas, el libro tiene fotografías que se les da una edición con computadora que parecen dibujos y todas son tomadas por mí, entonces los lugares que ahí aparecen, las fotos de los lugares que aparece, yo las tomé, yo anduve ahí.
Sí, hablamos de una historia de una leyenda, pero ahí anduve yo también, y pues tuve el poquito imaginación para hacer el cuento.
¿Cuál fue la historia que le causó más impresión?
Un cementerio. Bueno, hay muchos, pero ahí se menciona un cementerio allá en medio de la nada en el desierto, muy antiguo, con tumbas muy viejas. Y yo creo que fue el que más impresionó. Me quedaron ganas de saber más. Son muchas tumbas de niños… Entonces, ¿qué pasaría ahí?
¿Algún lugar que haya visitado donde haya sentido alguna vibra, tipo paranormal?
No quiero arruinar la expectativa, pero entre que soy un poco escéptico y que lo busco… No. No se me ha dado. Yo lo he buscado, he andado en ruinas, me he metido a cuevas, me he metido a túneles, a cementerios y no, no he visto nada.
Y tal vez estoy medio bloqueado. Y si veo algo, no creas que voy a pensar que eso es un tal, simplemente es algo que no pueda yo explicar.
Fíjate el título de “Sombras de Sonora” era la segunda opción. La primera opción era “Ni creo ni dejo de creer”, aunque no me gustó… pero ese es mi pensamiento. Ni creo ni dejo de creer. Hasta que lo vea o algo así.
¿Corren algún tipo de riesgo todas estas leyendas de desaparecer o quedar olvidadas?
De hecho, tal vez ocho de los cuentos son conocidos, pero la mayoría va a decir, «esa es la leyenda folklórica” y dos, no. Me acuerdo cuando yo era niño que me explicaban una historia mi nana, que no la había vuelto a oír, a nadie más se la he escuchado. Entonces, esa, por ejemplo, definitivamente corre el riesgo de desaparecer.
Y hablando de riesgos, si hay riesgo o posibilidad de que te salga un espanto, un fantasma, en la Hacienda de Izabal. Pero la probabilidad de que vayas de noche es mucho menor, porque tenemos miedo, pero por la seguridad.
Finalmente ¿cómo conseguir el libro?
Está la opción electrónica en Amazon. “Sombras de Sonora” y es la primera opción que te aparece.
Y en mi página de Facebook “Julio César Figueroa”, ahí lo encuentras y ahí me puedes contactar, mandar un mensaje y te apunto para la preventa.