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Un PAN urgido de decencia

Por David Figueroa/

Urge poner un alto al desenfreno y excesos vividos en este proceso; lo que pasó no debería quedar en un mal momento; tendría que haber consecuencias y frenar el desaseo, las complicidades y deslealtades a la institución

Lo sucedido en Sonora este fin de semana durante el desarrollo del proceso interno para renovar la dirigencia estatal de Acción Nacional, sin duda es un laboratorio de lo que se puede replicar en el resto del país con sus consecuencias en el 2018.

Por ello obliga el análisis oportuno y responsable, con negativos y positivos.

La pregunta es simple ¿Es el PAN que le gusta al ciudadano? ¿Ese PAN tuvo éxito el 2012 y 2015? ¿Lo tendrá el 2018 de seguir igual?

Sin duda el tiempo que falta es un punto a favor y una ventaja si se invierte con responsabilidad e institucionalidad; otro elemento de oportunidad es el nudo de crisis en el que se ha enredado cada vez más el actual gobierno del presidente Enrique Peña Nieto

…que no son buenas noticias ni para el PAN ni para ningún mexicano que ame a su país, pero ahí está y es una realidad.

De lo que pasó no todo es malo ni todo es bueno; siempre hay espacio para mejorar y también de qué estar satisfechos.

Entre lo positivo sin duda hoy en Sonora hay un PAN que está de regreso y activo. De la desilusión del 2015 pasó a la motivación por el 2018.

Un proceso interno que con todo y acusaciones, denuncias, inequidad, etcétera; logró colocar al PAN en la agenda estatal con debates, giras, proselitismo, actores y demás.

En los municipios revivieron los Comités Municipales y las puertas de los militantes se fueron abriendo una a una nuevamente, primero con incredulidad y terminó en esperanza reflejada en una importante participación que se registró el domingo en los centros de votación en todo el estado.

Estos positivos no se debe dejar de lado ni reducirlos a una contienda interna que ya pasó; hay que darle su valor, reconocer que se logró motivar al panismo en un buen esfuerzo de todos los candidatos y que cambió el ánimo de la militancia tras la derrota del año pasado.

Por otro lado están los negativos que saltan a la luz y dos son fundamentales: Un PAN urgido de decencia y al menos 12 mil panistas registrados que no tienen interés en participar, es decir la mitad de los que están hoy en el padrón.

Los hechos de violencia, provocación y mercadeo que lamentablemente se vieron durante la jornada electoral son vergonzosos ante la sociedad como institución; una institución que recibe recursos públicos y que debe conducirse con transparencia y honorabilidad ante los ciudadanos.

Está por demás mencionar lo que quedó documentado en redes sociales y medios de comunicación. Lo que sí se debe decir es que en definitiva eso no es el PAN, al menos no el PAN en el que muchos crecimos desde niños y que nos conquistó para luchar por un México mejor.

Con estos agridulces surge la nueva Dirigencia Estatal y se avizora lo que viene para otros estados donde habrá renovación de dirigencias.

¿Qué sigue?

Lo que sigue es poner sobre la mesa todo y hablar con claridad.

Urge poner un alto al desenfreno y excesos vividos en este proceso; lo que pasó no debería quedar en un mal momento; tendría que haber consecuencias y frenar el desaseo, las complicidades y deslealtades a la institución; sobre todo porque hay un compromiso ante la sociedad.

Es muy importante no seguirnos de largo una vez más, pues cambiar la imagen de AN en Sonora requiere responsabilidad.

A ello hay que añadir que el PAN está ante una seria posibilidad de recuperar la Presidencia de la República. Hay un liderazgo real, capaz y creciendo en Margarita Zavala, una propuesta seria y que está demostrando ser competitiva, más que eso incluso.

Por eso la dirigencia electa este fin de semana en Sonora, si bien no cambia nada en esencia, está obligada a cambiar en actitud primero hacia adentro y luego hacia afuera, estar más actuante ante los sonorenses.

Debe ser un equilibrio serio, real, contundente también ante excesos y omisiones del actual gobierno en el estado. Pero para ello el PAN debe reconstruirse a sí mismo y no estar pensando en fortalecer el sistema cupular que se acomodó desde su llegada al gobierno en 2009.

El reto es muy grande, el reto no es el nuevo dirigente o el equipo que lo llevó a la dirigencia. Esperemos que el PAN en Sonora por fin esté dispuesto a revisar con valentía los pasos que ha seguido en los últimos 7 años y no seguirlos ignorando y repitiendo.

Tiempo al tiempo. También es pronto para hablar de unidad cuando se obtuvo un resultado con excesos y desenfrenos, pero a la vez es tarde para comenzar a construirla. La unidad en el propósito no se dará por decreto, hay mucho trabajo por hacer.

Pero la oportunidad es grande, está enfrente y es posible así se actúa con humildad y decencia.

Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través del correo electrónico davidfigueroao@me.com; y en redes sociales: Twitter @DavidFigueroaO /Fb David Figueroa O.

*David Figueroa Ortega es empresario, Ex Cónsul de México en Los Ángeles y San José California; Ex Diputado Federal; Ex Alcalde de Agua Prieta; Ex Dirigente del PAN en Sonora.