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Una nueva actitud ¿Qué significará?

Por Feliciano J. Espriella/

Parece que en su breve paso por la política Damián Zepeda lo único que ha aprendido es a usar la demagogia

Tratando de entender la lógica del slogan de un candidato designado por la vía del dedazo en un partido cuyo origen se fincó en la democracia, me remití al diccionario. Me encontré las siguientes tres acepciones:

1. Postura del cuerpo humano, especialmente cuando es determinada por los movimientos del ánimo, o expresa algo con eficacia. Actitud graciosa, imponente. Las actitudes de un orador, de un actor.

2. Postura de un animal cuando por algún motivo llama la atención.

3. Disposición de ánimo manifestada de algún modo. Actitud benévola, pacífica, amenazadora, de una persona, de un partido, de un gobierno.

A pesar de que en todas las acepciones se le puede encontrar cabida a la lógica (si es que tiene alguna) del slogan de Damián Zepeda, tampoco queda claro en cuál ubicarlo. En última instancia, en qué carambas esa “nueva actitud” nos debe importar un rábano a los electores para otorgarle nuestro voto. O si se prefiere, en el poco pero probable caso de que llegara a ser alcalde ¿Qué nueva actitud lo haría un buen gobernante?

Se gobierna indudablemente con muchos atributos inherentes al ser humano. Con valores o antivalores. Con buenas o malas intenciones. Con eficiencia o al ahí se va. Con eficacia o erráticamente. Con honestidad o con impudicia. Con transparencia o en lo oscurito y algunas otras más. Pero atributos y actitudes son cosas diferentes.

Al buscar darle sentido al slogan del imberbe cuasi candidato me parece haber encontrado una razón. Mañosamente (porque no creo que sea ingenuamente) Damián emite la palabra dejando la frase en abstracto y puede por lo tanto significar una u otra cosa. Algo bueno o algo nefasto. Me explico:

Si materializara señalando actitudes concretas, podría decir algo más o menos así: “Se ha gobernado con la actitud de buscar el mayor provecho personal, yo tendré una nueva actitud, buscaré el mayor provecho para la población”.

Pero también puede ser a la inversa, y si se ha gobernado con la actitud de buscar el mayor beneficio para la población, la “nueva actitud” bien puede ser el gobernar buscando el mayor provecho personal.

Y no necesariamente las nuevas actitudes tienen que ser sobre situaciones antagónicas. Pueden ser en un mismo sentido con diferente intensidad. Si la actitud de un gobernante es la de ser “rata”, alguien que sea más, o menos “rata”, tendrá una nueva actitud.

Parece que en su breve paso por la política Damián Zepeda lo único que ha aprendido es a usar la demagogia, herramienta que en algún tiempo fue eficaz para embaucar a una población que hizo de la esperanza el baluarte que la sostuvo para soportar tanta ignominia. Pero los tiempos están cambiando muy aceleradamente y la dieta del “atole con el dedo” ya no es del agrado de una ciudadanía cada vez más agraviada.

Hay desaires que se agradecen

He tenido por costumbre corresponder con mi asistencia a los festejos y eventos que me invitan. Lo he hecho en múltiples ocasiones más por cortesía que por ganas o interés. En estas fechas este tipo de invitaciones suelen multiplicarse, sin embargo, por alguna razón no fui requerido para algunas a las que generalmente me invitan, lo cual agradezco pues me hubiera dado pena “desairarlas” y seguramente hubiera asistido.

La ausencia de mi asistente que por motivos de salud necesitó llevar a una pequeña hija a Los Ángeles Ca. USA, me vi en la necesidad de trabajar de lunes a viernes de las 2:00 a las 8:00 de la mañana, y un par de horas adicionales entre las 8:00 y las 10:00 de la noche, del 8 al 17 de diciembre. Adicionalmente, el sábado 13 tuvimos un convivio familiar al que asistieron varios amigos y parientes de distintos lugares del planeta; los últimos se fueron el martes 16.

Por ello, agradezco a Jorge Morales no invitarme a la posada de Comunicación Social del Gobierno del Estado pues hubiera sido pesado en extremo cumplir con ellos, con la chamba y en vísperas de nuestro evento.

Gracias también a Jorge Angulo por no invitarme a la posada del alcalde, pues aunque por el día y la hora no me hubiera interferido con el trabajo, me dio la oportunidad de cumplir con la invitación del amigo Miguel Ángel “Mágalo” Figueroa Gallegos y la Canaco Hermosillo.

Gracias a David Figueroa por no invitarme a su comida para medios de comunicación, pues me permitió dar un breve pero muy necesario descanso el día que la realizó

Gracias también a Alfonso Elías Serrano y la jerarquía priista por no invitarme a la presentación de una obra que montaron el pasado martes, pues ese día terminé la chamba a las 7:30 de la mañana, media hora antes del evento. Gracias al desaire pude descansar y reponerme un rato.

En fin, se termina el 2014 y esta fue nuestra última edición del año. Que pasen muy feliz Navidad y que el 2015 les sea pródigo en buenas venturanzas. Hasta el año próximo.

Por hoy fue todo, gracias por su tolerancia y hasta la próxima.