Callejón Condesa, es un restaurante mexicano ubicado en el centro histórico de Hermosillo; un oasis donde además del exquisito menú, el comensal respira un ambiente de diversas expresiones artísticas
Por Yesúa Molina
Un lugar para olvidarse de la ciudad, donde de las mezclas gastronómicas únicas van de la mano con el servicio, Callejón Condesa invita a vivir una experiencia más personal a la hora de comer.

El chef Antonio Amavizca y el gerente, Adrián García Siqueiros, tienen fe en el valor de lo que ofrecen, algo que no se sucede siempre y hablan de Callejón Condesa, restaurante mexicano ubicado en el centro histórico de Hermosillo.
La idea nació del concepto de fonda, con el afán de conservar la naturaleza de la comida típica, con esa base el proyecto se desarrolló creando una esencia propia, tomando tradiciones culinarias de diferentes estados de México.
“Son muchas tradiciones de diferentes lugares, Sonora también está en México por eso involucramos la gastronomía y productos de nuestro estado como el chiltepín, el dátil, además de moles y pipianes; utilizamos técnicas prehispánicas como modernas, bases europeas, cada platillo es algo que no existe”, comenta el chef y creador Antonio Amavizca.
El menú es cambiante: “siempre hay algo más que ofrecer, queremos ser una gran experiencia para que nos recuerden tanto lugareños como extranjeros”.
La casa que data de 1800, ubicada en Callejón Velásco #15, no es fácil de olvidar, con un trabajo de rescate apoyado por el INAH, es una joya de arquitectura francesa en pleno centro de la ciudad, pueden apreciarse imponentes muros como balcones y en el jardín central tres enormes palmeras que cumplen su misión de darle al espacio un toque de armonía.
De las altas paredes cuelga un significativo marco que contiene dos monedas de cobre que circularon en el siglo XIX en Sonora, “el tesoro del lugar”.

Arte al paso
Además de una exquisita selección de sabores, en Callejón Condesa se comercializan obras como pinturas y esculturas de artistas locales. Hay obras a la vista de los comensales para promover el arte plástico y pinturas de autores sonorenses, así como fotografías.

“Callejón Condesa propone un concepto donde no hay distractores como pantallas de televisión, no hay conexiones eléctricas, en cambio nuestros clientes reciben la experiencia de alejarse de la tecnología y centrarse en el lugar, el servicio, el ambiente y en la comida, para pasar un rato a gusto”, señala el gerente Adrián Siqueiros.
“La dedicación que le hemos dado al lugar se refleja en la experiencia que vives y trabajamos para siempre hacer algo nuevo”.
Desde la entrada del lugar se observa al fondo un imponente Pavo Real plasmado en una de las paredes a graffiti y pincel, es el mural del artista Hugo Schwarzbeck que representa el mito maya del Puhuy, plasmado también a lo largo del muro. El arte de la barra es una condesa de la autora Laura Esponda, especializada en pintura sobre madera.
Según la leyenda, cuenta Adrián, para decidir quién era el líder de las aves, el Puhuy confió ciegamente en el Pavo Real, a quién le donó su bello plumaje a cambió de compartir el reino, sin embargo, una vez en el trono, el Pavo Real olvidó su promesa y debido al mal estado del pájaro derrotado las aves del lugar decidieron entregarle cada pluma de su cresta.
La mitología maya fue adoptada por los miembros de Callejón Condesa quienes “han creído en el sueño del restaurante como el Puhuy creyó en el Pavo Real y dieron sus plumas para concretar el proyecto que se refleja en el lugar y en el servicio”, indica el chef Amavizca. La corona, sello del restaurante, está sobre el Puhuy.
Con su propuesta los emprendedores sonorenses buscan apoyar y ser parte de la gastronomía mexicana a nivel mundial.
