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¿Niños con exceso de vida virtual? …Prueba la «Dieta Digital»

El exceso de vida virtual ha reducido el espacio natural de los menores para su desarrollo psicomotriz, advierte la agrupación REVO XXI; promueve un programa para mejorar los hábitos de consumo de las tecnologías

Por Rigo Gutiérrez E.

Elizabeth es mamá de una pequeña de ocho años que cursa tercer grado en la primaria Leona Vicario. Mientras esperan en la parada del camión, la madre textea en su Smartphone y la hija observa con ojos de curiosidad la pantalla.

“No, ella no tiene ni teléfono ni tablets”, responde la joven madre ante la pregunta expresa. La razón —según explica—, es porque la niña aún no tiene edad para usar estos aparatos, pero aún más, porque lo considera un distractor.

“La mayoría de amistades que conozco con niños en esta edad, se la llevan pegadas a celular con los juegos, dejan su niñez por completo, ya no salen a la calle a jugar pelota, incluso se vuelven más malcriados, porque nada más quieren estar con el celular”, platica.

La menor se esconde tras su madre. Confirma que le gusta jugar en el teléfono. Su mamá señala que incluso cuando le presta el teléfono “le mueve mejor, como si siempre hubiera sabido”. La niña se queda mirando el Smartphone de mamá, desde luego le gustaría tener uno. Y es que otros compañeros suyos ya tienen, hablan por Whatsapp y publican en Facebook.

Paloma, otra madre de familia entrevistada, ve como un riesgo entregar a sus hijos un dispositivo propio. Ellos tienen diez y siete años de edad. “Es lo más peligroso, hay una barbaridad de información”, responde sorprendida.

Preguntamos a Paloma si sus hijos usan redes sociales y contesta tajante: “No me gusta. Será que hemos visto demasiadas cosas. Aparte no es la edad para que ellos utilicen esas redes sociales”.

Por experiencia con familiares y amistades, comenta que los niños con dispositivo propio, prácticamente se la llevan metidos a ellos y es una batalla despegarlos. Sin horario ni vigilancia.

“Mi obligación como mamá es estar pendiente de lo que ven mis hijos”, apunta.

Volver a lo básico: más vida real

De acuerdo a la Asociación Mexicana de Internet, a nivel nacional el uso promedio de internet es de siete horas. En el grupo poblacional de menores de 17 años, el 70% tiene acceso a internet. Las tablets son el artículo preferido de los chicos.

Para Oscar de la Cruz, presidente de la agrupación REVO XXI, si bien es cierto las nuevas tecnologías de información y comunicación han revolucionado la forma de convivencia en la sociedad, también comienzan a generar efectos al interior de la familias. El principal: nuevos paradigmas en la comunicación padres-hijos; también los llamados “autistas digitales” —prácticamente viven inmersos horas en internet—; y recientemente las “pandillas virtuales”.

En ese sentido, explica que a nivel mundial han surgido ciertas iniciativas para promover mejores hábitos de consumo de las tecnologías, sobre todo en los infantes.

La “dieta digital” —como le llama De la Cruz—, tiene el objetivo de establecer límites en el uso de tablets, computadoras o Smartphone, y a la vez, regresar a los pequeños su espacio natural para el desarrollo de habilidades psicomotrices.

El consumo se establece de la siguiente forma:

Menores de dos años, nada de dispositivos electrónicos; de dos a cinco años, media hora; de seis a 11 años, una hora continua; de 12 a 15, una hora y media.

“No estamos en contra de la tecnología, es muy bondadosa, pero también hay riesgos, y esos se pueden prevenir ¿cómo? Con comunicación, pero no restringiendo y estar sobre los muchachos, sino poco a poco irles dando esa libertad”, apunta.

Como todo hábito, sostiene el presidente de REVO XXI, al principio puede doler, pero al tiempo se ve un resultado. Y en esto es indispensable el ejemplo de los papás.

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