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SEP reprueba con programa de tablets gratuitas; en Sonora gastaron más de 100 mdp

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) confirmó irregularidades en el programa federal de entrega de tablets gratuitas (PIAD) durante 2015; Tecnología no garantiza aprendizaje, sostiene experta

Por Taizeth Ruiz

En Sonora fueron detectadas diversas irregularidades en el “Programa de Inclusión y Alfabetización Digital” de la SEP, según la Auditoría Superior de la Federación (ASF). Durante 2015 no se alcanzaron los objetivos de aprendizaje y las tablets presentaron fallas técnicas.

Según cifras de la ASF, se otorgaron 988 mil 489 tabletas a estudiantes y maestros en 15 entidades, con un presupuesto de 2 mil 346 millones de pesos y una meta de 1 millón de equipos entregados.

A pesar de seleccionar a 89 mil 70 instituciones, solamente el 92.3% recibieron las tablets desconociendo el porqué del 7.1% restante se quedó sin el beneficio; además de no contar con las condiciones necesarias para su uso: como escuelas sin energía, falta de internet, y los estudiantes no tenían cómo cargarlas.

Tablets gratuitas, un fracaso: experta

Mariel Montes, investigadora de la Universidad de Sonora, experta en temas de educación y tecnología.
Mariel Montes, investigadora de la Universidad de Sonora, experta en temas de educación y tecnología.

Mariel Montes, investigadora de la Universidad de Sonora, comentó que el gobierno federal no ha podido comprobar el total de tabletas entregadas y que el 58% presentaron problemas técnicos.

“No se realizó un censo para verificar si el total de las escuelas que se iban entregar tenían la adecuada tecnología y por lo menos el 58% de las tabletas presentaron algún tipo de fallas, costaba al padre de familia alrededor de 1,500 pesos la reparación, entonces los padres que no tenían esa cantidad dejaban la tableta así, solamente para juego o apagada”.

Siendo licitado y ganado por la empresa JP-IUSA con 950 mil 40 equipos al precio unitario de 124 dólares, es decir la SEP invirtió 1,860 pesos por cada aparato, sumando un total de mil 767 millones de pesos en dos etapas, recalcó la investigadora.

A pesar de la cuantiosa inversión, los equipos presentaron diversas fallas. El 5.5% (54,110) presentaron desperfectos, además 1.7% que jamás pudo ser utilizado, pero la Coordinación General @prende no dio información si se verificó que el soporte técnico contratado cumpliera con lo convenido en el contrato.

“Desde el primer día que se entregaron a muchos niños no les prendió la tableta y les dijeron que si no prendía era asunto de ellos ya y no de la escuela, y empezaron a llamar a sistemas, que eran los técnicos de mantenimiento pero no lograron atender todos los casos o responder a todas las llamadas ya que 50% de los dispositivos que compraron fallaron”, destacó Mariel Montes.

Según información oficial, en el estado de Sonora se recibieron 56 mil tabletas para alumnos de quinto grado. De las cuales 1,634 escuelas contaron con este apoyo y 2,491 equipos fueron para docentes, supervisores escolares y alumnos de CONAFE, dándose a notar que siguieron estrictas normas de seguridad para entregar el equipo a personas que estaban destinadas.

Tabla TizethMontes, investigadora de la Unison, aseveró que solo un 18% los niños la llevaban a clase, además de que el programa no cumplió con los objetivos planteados.

“Del 100%, solo el 18% la llevaban la tableta a la escuela, de ese 18% solo el 36% la llevaba tres días o menos, el 15% de los niños jamás la utilizó, nunca la prendió. Estos datos los dio a conocer la Auditoría Superior de la Federación. Entonces no hubo cobertura total porque no se logró el objetivo y no llegaron a la meta que era impactar al aprovechamiento del menor”.

Sin embargo, la ASF en su auditoría 2016 no contaba con la base de datos de los alumnos que recibieron tabletas. Teniendo 496 contenidos digitales divididos en quinto y sexto año, el 17.1% (85) no estaba autorizado por la SEP, es decir, no estaban en concordancia con el Plan de Estudios afectando la planeación de los docentes.

La otra cara de las tablets

Cecilio Luna, presidente de la Asociación Estatal de Padres de Familia. 2.- Mariel Montes, investigadora de la Universidad de Sonora, experta en temas de educación y tecnología.
Cecilio Luna, presidente de la Asociación Estatal de Padres de Familia.
2.- Mariel Montes, investigadora de la Universidad de Sonora, experta en temas de educación y tecnología.

Para Cecilio Luna, presidente de la Asociación Estatal de Padres de Familia (AEPAF), con el mencionado programa se observaron mejoras en la educación de los alumnos.

“Hubo mayor participación de los niños, de hecho tan así fue de positivo, que todavía muchos de nuestros niños no entienden porque se retiró un buen programa”, subrayó.

Sin embargo, la maestra Mariel Montes, en una investigación que elaboró alrededor de este programa, observó que los jóvenes utilizaban el aparato más para comunicarse que estudiar.

“Tecnología no significa aprendizaje, en las investigaciones que nosotros hemos hecho dónde han participan niños de secundaria y primaria, nos dicen que ellos utilizan la tecnología para comunicarse no para aprender. Además el programa no continuó porque no se logró comprobar el impacto en la cuestión académica, otro que ellos no mencionan (ASF), fue el hecho de que no tenían buena asesoría en el mantenimiento”.

En declaraciones de niños y docentes que se vieron directamente beneficiados, PIAD fue un proyecto ambicioso pero no estaban los factores ideales para su aplicación, además de que los alumnos no tuvieron avances significativos en su aprendizaje. Señalaron que unas de las causas fueron: no contar con infraestructura necesaria y el no cumplir adecuadamente el Grupo JP-IUSA NORTHKASTT, encargado de la distribución de las tabletas y mejoras en los centros educativos para el correcto funcionamiento.

“Se entregaron a muchos niños, la mayoría en zonas rurales y suburbanas, y no todas tenían el acceso a internet y para utilizarlas tenían que tener, ellos se fijaron nada más en escuelas que tuvieron niños con sensibilidad económica. Lo que no pensaron es que esos niños tal vez en la escuela con algún tipo de modem habrían tenido alcance a internet pero ya en sus casas la conexión no existía”, mencionó la investigadora Mariel Montes.

Agregaron los docentes que, la falta de congruencia en la evaluación del programa fue el no seguir el formato digital (siendo escrita) y sin darle un seguimiento adecuado por parte de la Coordinación General @aprende.mx y los supervisores de las zonas escolares.

Otra, es la falla de las tabletas electrónicas, según un estudiante del estado de Sonora, en dos casos: el primero desde que fue entregada tenía defecto de fábrica y no fue posible reemplazarla. En el segundo caso a los 6 u 8 mes presentó fallas en el sistema, derivados del uso inadecuado que se le dio.