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Ludopatía, una puerta sin salida

Autoridades estiman que alrededor de 60 mil sonorenses padecen la enfermedad; en 2017 se aprobó una Ley ante la creciente presencia de casinos, sin embargo cada noche en las mesas de los casinos, la afición, la adicción y las apuestas siguen creciendo descontroladas

Por Gil Reyes

Desesperado porque se lleguen las 6:00 de la tarde, José Vázquez, empleado de cobranza en una empresa, sale como todos los días de su trabajo con el sueño de que esa noche sea la mejor de su vida, la que cambie su suerte tras aplastar un botón en una de las máquinas «tragamonedas» o bien, pedir las cartas correctas en las mesas de apuesta que le hagan ganar mucho dinero. 

El casino que frecuenta todos los días está de camino a su casa, no tiene que desviar su trayectoria para cruzar esas puertas que califica como la perdición, pero que de lunes a sábado abre para adentrarse en ese mundo conocido como ludopatía, del que sabe que una vez que entras es muy difícil salirse. 

Los 200 pesos promedio que juega de lunes a miércoles, no le son suficientes en ocasiones para saciar su necesidad de virar la suerte y esperar a que llegue ese gran golpe que le solucione sus deudas con bancos, prestamistas, créditos de nómina o para pagarle la cuenta a la señora de la tienda a la que le suele pedir fiado para llevar en ocasiones algún alimento a la mesa de su hogar, donde dependen de él, su esposa y dos hijos. 

Cuando es jueves la situación cambia, el margen para apostar es mayor, pues José anda «rayado», ya que es el día que le pagan su sueldo que ronda los dos mil pesos por semana. Como buen chambeador, busca en sus tiempos libres otras opciones que le den un ingreso extra como es la venta de discos o memorias con música, repartos de comida, entre otras actividades. «Haría casi lo que sea por lana», expresa ansioso. 

Reconoce que es una mala forma de gastar su dinero el pasar una, dos, tres o hasta más de cuatro horas dentro de un casino, cuando es tiempo que pudiera convivir con sus hijos, pero al mismo tiempo comenta que es peor llegar a su casa sin un peso, para poder darles cuando estos le piden para comprar un dulce o una bolsa de papas, por ello justifica su presencia a ese tipo de lugares, en los que a veces sí gana, aunque son más las que pierde.

Se cataloga como un vicioso del juego, pues ya son más de 15 años en los que a diario juega o también invierte su dinero en partidos de futbol, beisbol o cualquier otro deporte que esté en «boga». «Con los ‘tickets’ sí me va mejor, porque no es suerte, tienes oportunidad de analizar más las jugadas», externa, a su vez que dice «aviéntame un mono» al «dealer» de la mesa en la que juega «black jack», pues tiene en juego 100 pesos, la mitad de su presupuesto para ese día.

«Awebo», expresa efusivamente por haber ganado esa mano, «El Chavalín» o «El Chapo» como le dicen sus compañeros de juego, quienes lo describen como intenso y a su vez amigable al momento de estar apostando, siempre tratando de ayudar a ganar a los que también esperan «pegarle» a las empresas que en muchas ocasiones les quita su dinero en un suspiro. 

Así es esto, agrega, al recordar que hay ocasiones en las que se ha llevado hasta dos mil pesos que le sirvieron para pagar o abonar a los adeudos que mantiene por todas partes, pero que sabe que si no fuera por ese negocio de las apuestas no sabría cómo hacerle para salir adelante. 

José es uno de los 60 mil sonorenses que se estiman tienen este problema, aunque no hay números exactos por parte de las autoridades para determinar cuántos hombres y mujeres están sumergidos en ese mundo, sin embargo con base a asociaciones e instituciones que se dedican a la trata de esa enfermedad se ha sacado la conclusión de que solo un tres por ciento de la población en el estado está relacionada a ese mal. 

En junio de 2017, el Congreso de Estado aprobó la creación de la Ley para la Prevención y Atención Integral a Personas con Ludopatía del Estado de Sonora, cuya intención era la instalación de líneas telefónicas de ayuda en los casinos que serán visibles y accesibles para quienes quieran hacer uso de estas, pero en ningún establecimiento de ese tipo se colocaron esos dispositivos. 

«De esto se sale uno solo, así como los fumadores o quienes toman», mencionó José, quien afirma no necesitar ayuda de profesionales, pues cada que pierde dice que le dan ganas de no regresar, pero como no hay mal que dure cien años, sabe que siempre hay un buen día que lo hace cambiar de parecer para seguir apostando.

Test de Ludopatía 

Objetivo: determinar a través de 6 preguntas si la manera de jugar esta siendo problemática y por lo tanto es importante recibir alguna atención para prevenir o detener consecuencias negativas a causa del juego/apuesta.

  1. ¿Alguna vez en su vida ha apostado o jugado en exceso?
    ( ) Sí ( ) No
  2. ¿Le preocupa su conducta de apuesta o de juego en exceso?
    ( ) Sí ( ) No
  3. ¿Tiene una necesidad urgente por apostar o jugar?
    ( ) Sí ( ) No
  4. ¿Ha aumentado las cantidades de apuesta o el tiempo dedicado al juego, para tener la misma emoción de la primera vez que lo hizo?
    ( ) Sí ( ) No
  5. ¿Ha tenido problemas en su vida por apostar o jugar en exceso?
    ( ) Sí ( ) No
  6. ¿Ha intentado dejar de apostar/jugar sin éxito?
    ( ) Sí ( ) No

Si todas las respuestas son negativas, termine la entrevista. Si alguna respuesta es positiva continúa la entrevista.

  1. ¿Ha asistido a tratamiento por su conducta de apuesta/juego?
  2. ¿Qué resultados obtuvo?
     

Si Usted contesto afirmativamente a una de las preguntas es importante recibir orientación y atención para tratar su manera de jugar.

*Centro de Prevención en Adicciones.