Deuda, opacidad, y corrupción en Ayuntamiento de Empalme

En tres años de pésimo manejo financiero, el alcalde Carlos Gómez Cota, llevó al Ayuntamiento al borde de la crisis; tan solo en 2016 por cada 10 pesos que se gastaron 4.35 fueron mal utilizados; algunos policías y bomberos, denunciaron les debían hasta 15 quincenas
Por Gerardo Moreno
A poco más de un mes que se acabe la actual administración municipal de Empalme, encabezada por el priista Carlos Enrique Gómez Cota, se mantiene una situación económicamente destruida, donde no hay flujo de ingresos para solventar los mínimos gastos, como el salario de los trabajadores, y se dejará un ayuntamiento gravemente endeudado y con serios señalamientos de corrupción.
Al inicio de la administración los señalamientos fueron de opacidad contra el alcalde por el mal manejo de los recursos públicos, desviar los fondos federales y recursos estatales para obras a otras cuentas o al gasto corriente.
Incluso el Tesorero municipal de Empalme, José Manuel Orduño Moreno, renunció a su cargo, para luego ser acusado por el propio alcalde de desviar alrededor de 53 millones de pesos de las arcas municipales de recursos destinados para obras, caso que hasta la fecha no se ha resuelto.
En junio del 2017 el regidor de Acción Nacional, Marcelo Caraveo Rincón, presentó una denuncia formal ante la Fiscalía Anticorrupción de Sonora contra Gómez Cota y ante el Instituto Superior de Auditoria y Fiscalización (ISAF).
En su denuncia aseguró que no se sabe que destino tuvieron los fondos federales transferidos al Ayuntamiento, un crédito autorizado por el Congreso 60 millones de pesos fue usado como gasto corriente, el mal manejo administrativo y la opacidad ha sido el sello de esta administración de Empalme.
Incluso tiene una solicitud de revocación de mandato dentro del Congreso del Estado solicitada por los mismos regidores de su cabildo.
Además, este año los trabajadores dejaron de recibir su salario, al grado que el 12 de junio decidieron tomar las instalaciones del Palacio municipal para exigir que les paguen sus salarios a tiempo, al momento ya tiene más de 50 días este plantón y el alcalde no aparece para atenderlos.
Los casos más graves tienen ya más de 15 quincenas sin su sueldo, donde se incluye dependencias que se han detenido como la Policía Municipal, Bomberos y Servicios Públicos Municipales.
Algunos tuvieron que venir a Hermosillo a realizar huelgas de hambre frente a palacio de Gobierno para solicitar que les paguen sus salarios caídos, lo mismo Jubilados del Ayuntamiento. Todo ante la indiferencia del alcalde municipal.
Deudas hasta el cuello

Según la página de Disciplina Financiera de la Secretaría de Hacienda Federal, Empalme es un lugar riesgoso para invertir o autorizarles créditos. Ya que al cierre de la Cuenta Pública 2017 mantenía una deuda a largo plazo de 84 millones 456 mil 413 pesos.
Lo anterior se suma a los compromisos a corto plazo y con proveedores, la cual representa el 16% del ingreso del Ayuntamiento, lo cual mantiene comprometidas las participaciones federales.
Lo anterior a pesar que en diciembre del 2015 le autorizaron realizar una reestructuración de su deuda pública para que pudiera tener fluidez económica por hasta 60 millones de pesos. Sin embargo en dos años acrecentó la deuda, los problemas financieros y nadie sabe dónde se aplicó el recurso.
En el 2016 el ISAF ya señalaba que Empalme contaba con un serio problema de solvencia pues sus pasivos superaban en un 127% a sus activos, es decir que por cada peso que tiene el Ayuntamiento debe 1.27 pesos.
Malos manejos con evidencia
Los malos manejos financieros en el Ayuntamiento de Empalme quedaron evidenciados en el Informe de la Cuenta Pública del 2016 (última disponible) realizada por el Instituto Sonorense de Auditoría y Fiscalización.
El resultado: el municipio salió reprobado, por cada 10 pesos que se gastaron 4.35 fueron mal utilizados.
Según el informe en la Cuenta Pública 2016 de Empalme se detectaron 42 observaciones relevantes de las cuales 30 se les puede cuantificar un posible daño patrimonial que asciende a 123 millones 978 mil 157 pesos, en perjuicio directo de los empalmenses.
Entre las más graves se encuentran: Se desviaron tres millones de pesos de las cuentas utilizadas por el Consejo Municipal para la Concertación de la Obra Pública a las cuentas utilizadas para el gasto corriente del municipio.
Se desviaron 12 millones de pesos de las cuentas utilizadas para administrar los fondos federales a otras cuentas sin que fueran restituidos como marca la Ley. De igual forma, se giraron cheques por 13 millones de cuentas de Banamex y Banorte sin una estimación correspondiente.
Por otro lado al cierre del 31 de diciembre del 2016 el Municipio no pagó al Servicio de Administración Tributaria (SAT) retenciones que se realizaron a los trabajadores por el Impuesto Sobre la Renta (ISR), monto que asciende a más de 6.6 millones de pesos.
De la misma forma el Ayuntamiento no pagó poco más de dos millones de pesos que les descontó a los trabajadores para que cubran los préstamos que solicitaron al Instituto del Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores (Infonacot).
El Ayuntamiento debe 17.8 millones de pesos a la empresa “Bansi SA” porque se comprometió a solicitar un crédito de 70 millones para realizar obra pública y no lo hizo a pesar que fue autorizado por el Congreso del Estado el nueve de junio del 2016.
También se pagó 1.1 millones de pesos en pólizas de pagó a proveedores diferentes al beneficiario del cheque expedido por el Ayuntamiento, donde ni siquiera se puso la cuenta donde se depositó el dinero.
Heredará crisis al nuevo alcalde

Según el anexo 1 del informe semestral 2018 que el ISAF envió al Congreso y que está disponible para la consulta en la página del Instituto. En el 2016 se le presentaron un total de 82 observaciones al municipio de Empalme, de las cuales solo solventó 10, 12 no se solventaron, 58 están ya en procesos iniciados por los sujetos fiscalizados y 6 se turnaron a la Auditoría Superior de la Federación.
Además, todavía persisten las 45 observaciones presentadas en la Cuenta Pública del 2015, donde absolutamente ninguna ha sido solventada o atendida. Como resultado de esto el ISAF ya interpuso dos procedimientos resarcitorios, uno por 28.5 millones de pesos y otro por 13.7 millones que están en trámite. Suman 42.2 millones de pesos.
A pesar de esto, en el 2018 se le aprobó un presupuesto de 203 millones 98 mil 749 pesos al alcalde Gómez Cota, el cual el 167 millones era para gasto corriente, 18.3 para gasto de capital y 17.8 para amortización de la deuda pública y disminución de pasivos.
Los problemas financieros aunado a la crisis de inseguridad (hallazgos de fosas clandestinas y homicidios dolosos frecuentes), convierten a este municipio en un verdadero dolor de cabeza.
En unos días más “la herencia” pasará a manos del alcalde recién electo, el morenista Miguel Francisco Genesta Sesma. Sin embargo la bola de nieve parece imparable.