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De Primera Mano | … De los números oficiales a la percepción pública

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

EL SECRETARIADO Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública asegura por voz de la titular de la SSPyPC, Rosa Icela Rodríguez, que el homicidio doloso ha disminuido en el país como nunca antes en los últimos cinco años.

Tomando el ejemplo de la alta funcionaria federal, en Sonora, los responsables de combatir a la delincuencia (empezando por el gobernador, Alfonso Durazo) también aseguran que el homicidio doloso ha disminuido en la entidad, aunque reconocen que “Cajeme continúa siendo un problema”.

Bien.

Habría qué preguntarse ahora si el ciudadano deja de sentir mayor temor e inseguridad al escuchar de sus autoridades locales que el homicidio doloso ha disminuido.

La inseguridad es una sensación, un sentimiento, que invade la mente y el corazón.

Difícilmente ahora regresarán aquellos tiempos en que un padre de familia se animaba a viajar con su familia, de noche, por las carreteras del Estado.

Lo que hoy existe, en una extraordinaria percepción de inseguridad, en todos.

El gran temor es estar en el lugar y la hora equivocados, tal y como desgraciadamente, ha sucedido con inocentes, sobre todo en Ciudad Obregón, Caborca, San Luis Río Colorado y la región de Guaymas y Empalme.

Los crímenes de alto impacto son los que perturban la mente y el corazón de las personas.

Es muy difícil para el funcionario encargado de la seguridad pública, creer que una persona va a sentirse segura y menos atemorizada, con sólo escuchar del Gobernador, de la titular de seguridad pública o de la titular de la Fiscalía General de Justicia, que los números rojos de la violencia están disminuyendo, cuando diariamente se registra un asesinato en Cajeme, desaparecen a jovencitas que son encontradas muertas, o cuando los diversos grupos de madres buscadores son capaces de encontrar fosas clandestinas.

Combatir la inseguridad, luchar por el regreso de la paz y tranquilidad, funciones prioritarias del Estado, sólo se logran con políticas de Estado que surgen de la capacidad de gobernar de un régimen que tiene como instrumento el legítimo uso de la Ley.

Así que cuando el Gobierno del Estado ofrezca las cifras sobre el tema a los sonorenses, más que la numeralia, debería de dar los resultados respecto a la percepción de inseguridad que continúa viva en la mente y los corazones de la población.

Ésta última es la verdadera medición de la inseguridad en el Estado.

 

UN REQUISITO esencial de quien está al frente de un ayuntamiento, es que debe tomar decisiones similares a las que necesariamente debe asumir el gerente de una empresa, siguiendo leyes y reglamentos previamente establecidos… Para una alcaldesa o alcalde, su prioridad es mantener una ciudad limpia, en buen estado sus calles, avenidas y boulevares y conservar el orden a través de su policía preventiva… Muchas decisiones de tipo político, las asume de acuerdo a las políticas que lleva a cabo el Gobierno del Estado… En Hermosillo, el presidente municipal, Antonio Astiazarán, con la experiencia que le da el haber sido alcalde de Guaymas, sabe perfectamente que tres años son muy pocos para detenerse en aspectos que no le arrojarán beneficios a la población… Y habrá qué decirlo, se está dedicando a construir… Así, vemos mantenimiento en varias de las principales avenidas de la capital del Estado y la modernización del equipo policiaco, sobre todo en el establecimiento inédito de unidades con motores eléctricos, lo que está fijando un precedente muy positivo acorde a los tiempos por venir… El tiempo vuela y ya son más de seis meses al frente de la administración municipal… Cuando menos se piense ya sólo quedará un año, el que se caracteriza por cierto por las definiciones políticas…

 

Y EL GRAN tema en los próximos quince días será la célebre consulta por la revocación de mandato del Presidente de la República… Voces van y voces vienen apoyándolo y denostándola… Los que la apoyan (palacio nacional, MORENA) descaradamente hacen propagando por la “ratificación” del mandato presidencial, en tanto los críticos aseguran que será sólo una farsa, una elección de Estado para asegurar su presencia en la elección presidencial del 2024… Habría quizá, que quedarnos con el sentido común que indica que nuestra Constitución ordena un periodo de seis años para el Presidente… Una auténtica “revocación” de mandato, surge de la iniciativa popular ante un desencanto de su gobernante… No es el caso… Esta promoción surgió de López Obrador, que apoyado en su partido y en su mayoría aplastante en el Congreso de la Unión, torció la Ley para promocionar una consulta que sólo servirá a sus propósitos transexenales…