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¿A dónde nos lleva la reestructuración de la deuda de Sonora?

Por Gerardo Moreno/

En madrugadora sesión del Congreso del Estado el sábado 14 de diciembre se aprobó el Paquete Fiscal 2014 junto con una serie de decretos, entre ellos la autorización al Gobierno del Estado para reestructurar o refinanciar la deuda pública por hasta 12.7 mil millones de pesos. Esto en respuesta a la situación financiera que vive el Estado y que requería tomar medidas que, invariablemente tendrán un costo que deberemos de pagar tarde o temprano.

En el documento original enviado por el secretario de Hacienda al Congreso del Estado se marcaba que existe una deuda “reconocida en los balances generales” al corte de octubre del 2013 por 14,402 millones de pesos, dividida en: 10,692 millones de deuda a largo plazo; 2,157 millones de deuda a corto plazo; y 1,553 millones de deuda de organismos paraestatales, donde señalan se incluye la deuda de los municipios.

El doctor en Políticas Públicas e investigador del Colegio de Sonora, Víctor Peña Mancillas explicó que todos los gobiernos tienen tres formas de hacerse de recursos: con mayores ingresos a través de impuestos; con empresas públicas; y con financiamiento.

Opinó que en Sonora reestructurar la deuda fue una decisión difícil, primero que el gobierno lo aceptara y segundo que el Congreso lo aprobara. Dado el panorama, era la única opción.

¿Qué es una reestructuración?

Víctor Peña explicó que un refinanciamiento es básicamente que la administración estatal o municipal debe en diferentes lugares a tasas de interés y plazos distintos, lo que hace que sea muy complejo el manejar esa deuda. Pero al contratar una reestructura obtienes recursos para de alguna manera, satisfacer la deuda que tenías con muchas instancias y quedarse con una o dos, que es un número más manejable.

3 Victor Colson
Víctor Peña, experto en políticas públicas del Colson, explica cuáles son los puntos clave a seguir en el proceso de reestructuración de la deuda.

Un gobierno solo puede solicitar créditos cuando son para “actividades productivas”, es decir recursos para que se financie la acción y que esta actividad a largo plazo pague el crédito. Sin embargo en la Ley de Deuda Pública también reconoce a la restructuración de la deuda como una actividad productiva y de ahí se valen los gobiernos para aplicarla y caer muchas veces en un pozo sin fondo.

“Una reestructuración no es gratuita; a pesar que te conviene para mejorar los pagos, ningún banco o financiera te va a querer agarrar la deuda que tienes en otras partes gratis, entonces hay un costo por asumir el riesgo de tomar esa deuda que tú tienes, entonces quienes tendrán que tomar la decisión tendrán que buscar la instancia que mejor costo y mejor servicio les pueda dar, lo van a hacer eso es lo que tendríamos que revisar”.

Bursatilización de la deuda

Por su parte en el decreto enviado al Congreso, el Ejecutivo señala que para refinanciar la deuda plantea tres estrategias: A) Refinanciar la deuda a través de un empréstito o crédito a fin de pagar total o parcialmente otro pre-existente. B) Reestructurarla modificando tasa de interés, plazos, formas de pago u otros de un empréstito o crédito pre-existente y C) Llevar a cabo una o varias emisiones de valores a fin de que los recursos obtenidos se puedan utilizar para pago de los créditos obtenidos por el Gobierno. O bien una combinación entre ellas.

Este tercer punto se refiere a meter los recursos a la Bolsa Mexicana de Valores, donde la misma bolsa la invertirá y obtendrá ganancias las cuales, según lo estipulado en Ley del Mercado de Valores, deberán ser depositadas en un fideicomiso que el Gobierno destinaría a pagar los créditos a largo plazo existentes.

Para el doctor en políticas públicas, bursatilizar la deuda tiene riesgos: es una medida a largo plazo que muchas veces por la visión de los gobiernos partidistas y porque la actual administración ya está en la culminación de su segunda parte de ejercicio, hay dudas de que esta opción sea la adecuada. Las decisiones financieras de hoy, repercutirán en siguientes administraciones; en cuestiones de deuda, lo que defina esta administración, va a ser la línea de arranque de la próxima.

Transparencia, asignatura pendiente

La clave es que las decisiones no se tomen pensando en partidos políticos sino en qué es mejor para Sonora en el largo plazo. Ya que al ser deuda pública, dijo Víctor Peña, invariablemente se tendrá que pagar y viendo las situaciones de otros estados que refinanciaron sus deudas, como Coahuila y Tabasco, han sido a plazos de entre los 20 y 30 años.

Víctor Peña expresó que el manejo transparente de la deuda ha sido un tema pendiente, no solo en Sonora si no en la mayoría del país.

En el dictamen que fue aprobado por el pleno del Congreso la madrugada del sábado, solo autorizaron celebrar uno o varios empréstitos directos por un monto de hasta 12,700 millones de pesos, aclarando que solo se autoriza para refinanciar las operaciones crediticias de largo plazo.

También autoriza utilizar los porcentajes de los fondos federales y partidas federales para pago de deuda y aplicarlos como garantía de estos empréstitos o emisión de valores. En estos últimos se faculta a la Secretaría de Hacienda para que haga los movimientos jurídicos necesarios para emitirlos y establecer el fideicomiso necesario.

Por otro lado, faculta a la Comisión Estatal de Bienes y Concesiones para que los inmuebles que no son adecuados para el ejercicio del gobierno sean subastados y el recurso sirva para cubrir los pasivos de la deuda pública.

Señala, que cada acto deberá quedar en el registro público de deuda e informar al Congreso del Estado. Además, pide a Hacienda publicar un libro blanco sobre todo el proceso de reestructuración en el portal de transparencia del Estado así como emitir informes sobre los procesos de licitación.